CAPÍTULO XLIII

751 100 20
                                    

Nos encontramos en un parque cerca del palacio, es bastante tranquilo así que no puede haber mejor lugar para pasar un buen rato con mi futura esposa y mi hija

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Nos encontramos en un parque cerca del palacio, es bastante tranquilo así que no puede haber mejor lugar para pasar un buen rato con mi futura esposa y mi hija. Además, tengo que aprovechar los pocos momentos que puedo compartir con ellas, mis labores como monarca de un país no son para nada fáciles, más sabiendo que el reino es uno de los más importantes, un error y todo se viene abajo.

Luego de la conversación que tuvo Shey con sus amigos decidimos salir tal y como lo habíamos planeado.

No voy a negar que me desconcertó y mi lado celoso se activó cuando escuché el comentario de Harley, el cual dijo que Sheyda y él habías sido novios durante la universidad. La primera porque Landon y él son pareja y la segunda por saber que hubo personas muy especiales en la vida de mi prometida.

Observo como Sheyda ríe con Amori, le está haciendo cosquillas provocando que la pequeña suelte risas tan tiernas. Desde que supe que tendría una pareja destinada para toda la vida, me imaginé este tipo de escenas, en dónde solo seamos nosotros dos y la pequeña.

La castaña de ojos ambarinos comienza a caminar con la otra castaña de ojos azules hacia mí. Como si hubiera sabido que estaba pensando en ellas.

—Majestad, ¿Por qué tan pensativo? —Cuestiona tomando asiento a mi lado.

—Estaba pensado en que ustedes dos son lo que siempre deseé. Desde que supe que tenía una elegida. Sin embargo, he de decir que tú sin duda alguna superaste mis expectativas —tomo la mano de Shey y deposito un ligero beso sobre ella.

—Tú sabes que eres lo que siempre quise. Sabes muy bien que siempre estuve enamorada de ti, muchísimo antes de conocernos. Eres el sueño de mi vida —se acerca para besar mis labios.

—Mamá.... Pa...pá —una dulce voz es la encargada de separarnos.

No puedo creer lo que acaba de decir.

—¿Me dijiste papá de nuevo? —Mi voz suena más que ilusionada.

—Papá —escucho como vuelve a repetir, está vez sin impedimentos.

—¡Shey! ¿Escuchaste? Me llamó papá —nunca creí sentir tanta emoción, es decir, saber que tienes una hija es maravilloso, pero escuchar cómo te llama papá es indescriptible.

—La pequeña Amori es muy lista, dentro de poco comenzará a decir más palabras —comenta Shey observándola con adoración.

La niña le sonríe mostrándole los pequeños dientes que ya tiene. Voltea hacia donde yo me encuentro y estira sus brazos para que pueda cargarla.

—Ven acá princesa. Eres tan hermosa — y cómo si ella entendiera lo que estoy diciendo lleva una de sus manitas hacia mi rostro y deja una caricia sobre él —. Eres la princesa de papá.

De la nada escucho el sonido de una cámara. Miro hacia la dirección en la cual proviene el sonido y veo a mi pequeña con su teléfono.

—No pude evitarlo, era un cuadro precioso.

ENTRE AMOR, REALEZA Y HECHIZOSWhere stories live. Discover now