CAPÍTULO IX

1.5K 199 55
                                    

Decir que me encuentro nervioso por ver a Sheyda es poco, la escritora me hace sentir como adolescente en su primera cita, mis emociones están disparadas y mi corazón está más activo que nunca

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Decir que me encuentro nervioso por ver a Sheyda es poco, la escritora me hace sentir como adolescente en su primera cita, mis emociones están disparadas y mi corazón está más activo que nunca. En estos momentos me estoy preparando para mi cita, necesito dar una buena impresión.

La verdad no sé si ella ya sabe a dónde quiere ir, pero en caso de no saberlo, yo ya tengo un lugar en mente y sé que a ella le encantará.

Al ver la hora me doy cuenta de que ya es hora de irme, jamás me ha gustado llegar tarde a ningún lado, y hablando de una cita con mi elegida mucho menos.

Me subo a mi auto para emprender el camino hacia su casa, a medida que me voy acercando mis nervios empeoran, siento muchas sensaciones juntas.

Detengo mi auto frente a una casa realmente bonita, en ella se encuentran aparcados otros dos vehículos, supongo que son de ellas.

Antes de entrar respiro para tratar de controlarme, aunque eso me sea un tanto difícil. Camino hacia la puerta para tocar el timbre.

Se abre la puerta dejándome ver a Rossella la amiga de Sheyda, al verme sonríe y me saluda.

—En un momento baja, Shey, si quiere puede pasar a la sala para esperarla —se hace a un lado para dejarme pasar.

—Claro muchas gracias. Y por favor háblame de tu —solicito a lo que ella sonríe y asiente.

Se disculpa para subir las escaleras e ir en busca de su amiga.

Me entretengo un poco observando las fotos además de toda la decoración del lugar, es preciosa, y bastante apegada a nuestra cultura, mi concentración en todo el espacio se ve interrumpida por unos pasos bajando. Mi vista inmediatamente va hacia las dos mujeres las cuales vienen hablando de algo, sin embargo, mi atención se centra solo en una, en aquella castaña de ojos ambarinos, la cual desde que entró en mi vida se ha encargado de ponerla patas arriba.

Se ve increíble, no cabe duda de que la belleza de Shey es inmensa. No puedo hacer otra cosa más que admirarla detalladamente.

—Estoy lista, Zarek, ya podemos irnos —habla atrayendo mi atención.

—Claro vamos —ofrezco mi brazo, el cual ella acepta encantada —. Déjame decirte que estás preciosa —confieso cuando ya nos encontramos fuera de la casa.

—Gracias tú estás guapísimo —dice con un poco de color en sus mejillas.

—Gracias por el cumplido preciosa, pero bueno, ¿Ya sabes a dónde quieres ir? O ¿Prefieres que lo elija yo? —Cuestiono abriéndole la puerta del auto. A lo que ella hace un gesto de agradecimiento entes de entrar.

—Me encantaría que lo elijas tú. Eres el príncipe de Grecia, el mejor guía de turismo, así que, majestad, quedo a su absoluta disposición —comenta sonriendo.

—Perfecto, preciosa, seré tu guía todo lo que tú quieras y necesites —replico siguiéndole el juego.

Pongo en auto en marcha hacia nuestro próximo destino, el templo de Poseidón, que mejor que ese lugar para poder hablar, es tranquilo además posee una vista maravillosa.

Durante el camino Sheyda se encarga de poner música de su agrado, solo movía la cabeza al ritmo de las canciones.

Al llegar al lugar la cara de Sheyda era entre sorpresa, alegría y emoción. Me tranquiliza saber que no le desagradó.

—¡Esto es increíble! Desde que llegué aquí he querido visitar el templo de Poseidón, gracias por traerme aquí —expresa de manera alegre.

—Me alegra mucho saber que te gusta —contesto de manera sincera, me preocupaba que a Sheyda no le gustara.

Ya cuando nos encontramos fuera del auto nos dirigimos a unos pequeños asientos de piedra. El lugar está vacío a pesar de ser fin de semana. Mejor para ambos, podemos hablar libremente. Y es ella quien toma primero la palabra.

—Zarek, lo de la llamada y el plan de salir era para decirte algo. Mejor dicho, dejarte en claro una cosa —dice seria, es en este momento donde mis nervios se hacen presentes.

—Claro entiendo, siéntete con toda la confianza de hablar —aliento para que continúe hablando. No creo poder aguantar más con esta desesperación.

—Quiero que sepas que estoy segura de querer intentarlo; que me esforzaré todos los días por esto, por nosotros, para poder crecer todos los días, mejorar en muchas cosas, superar situaciones, disfrutar los buenos momentos, crear recuerdos extraordinarios.

«Zarek, estoy segura de querer ser tu elegida, aun sabiendo los riesgos, quiero arriesgarme por ti, por mí, por los dos. Quiero saber que, si esto no funciona, no importa, porque intentamos de todo por lograrlo. Necesito intentarlo.

Cuando termina de decir todo yo me quedo sin palabras, Sheyda es una mujer increíble, no pude tener mejor elegida que ella. Su seguridad, la manera de decir las cosas hace que me sienta muy orgulloso de saber que ella es la mujer que la Diosa Afrodita destino para mí.

—Sheyda, no sabes el honor que siento de tenerte, me encanta tu personalidad, tu valor, tu carácter, la forma que tienes de ver la vida. Tienes un aura increíble, desde que te vi entrando al palacio descontrolaste mi vida. Eres la persona por la que yo daría todo sin importarme nada.

«Por solo verte sonreír, ver el brillo de tu mirada, esos pares de preciosos hoyuelos que tienes en cada lado de tu boca sería capaz de hacer lo que sea, entregaría todo lo que tengo solo por verte feliz. Yo también quiero intentarlo, quiero conquistarte poco a poco. Irme enamorando hasta del más pequeño de tus defectos. Apoyarte en todo momento, ser tu mejor amigo. Y tal vez más adelante tu compañero de vida. Shey, deseo y anhelo hacerlo con todo mi ser —tomo sus manos entre las mías y las estrecho fuertemente, sin llegar a lastimarla.

Mientras tomo sus manos, la puesta de sol nos acompaña, dando más romanticismo al lugar. La felicidad que siento no me cabe en el pecho.

Mi rostro y el de ella se van acercando poco a poco, nuestras respiraciones ya se mezclan entre ellas, ambos queremos que esto pase. Quiero besarla por primera vez, pero algo me lo impide.

 Quiero besarla por primera vez, pero algo me lo impide

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hola!!! Deseo que se encuentren muy bien.

Me gustaría saber si quieren que suba el siguiente capítulo hoy mismo o prefieren esperar hasta el día lunes. Se me olvidó por completo preguntarles antes.

Muchísimas gracias por todo el apoyo y el amor que le dan a mi historia.

Les mando puras vibras bonitas.

Evelin C.

Evelin C

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ENTRE AMOR, REALEZA Y HECHIZOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora