ENTRE AMOR, REALEZA Y HECHIZOS

CAPÍTULO IV

Nos encontrábamos en Grecia desde hace 4 días, la casa que rentamos está preciosa, tiene cuatro recamaras con vestidor propio cada una, 3 baños completos, sala-comedor, cocina, además de una terraza increíble, tenemos nuestra propia piscina.

Durante este tiempo hemos visitado una infinidad de lugares, el Partenón, sus maravillosas playas, Delfos, entre otros. Hemos estado muy relajadas.

En estos momentos me encuentro en la casa, tomando el sol, mientras que Ross cocina algo para comer. Esta tarde saldríamos para seguir visitando lugares.

Estaba muy ocupada en mi relajación que no me di cuenta cuando mi teléfono anunciaba que tenía mensajes y notificaciones sin abrir. Decidí abrir las notificaciones primero. Al parecer "Mi Dulce Criatura", mi primera historia, ha tenido mucho éxito. Los comentarios de mis seguidores son positivos, me alegra saber que mi primer libro ha tenido este recibimiento tan grato de la gente.

Luego de revisar todo aquello, decido abrir mi bandeja de mensajes, el primero me deja sin palabras. No puedo creer esto, así que corro hacia dónde está mi mejor amiga demostrando sus dotes culinarios para decirle.

—¡Ross! ¡¿Adivina quién me mandó mensaje?! —Exclamo un poco agitada.

—¿No me digas que, Zarek, por fin se dio cuenta de tu existencia y te mandó mensaje invitándote salir? —Contesta con algo de gracia.

—¡Que graciosa eres, Rossella! Pero no lastimosamente no me lo mandó él. Sin embargo, me lo envió su hermana, la princesa Catrina nos está invitando al palacio. Dice que soy su escritora favorita y que quiere conocerme. Además, dijo que su padre el rey estará encantado de recibirnos, al igual que la reina. Quien también leyó mi libro y le ha gustado mucho, ¡¿Puedes creerlo?! La reina leyó mi historia. No puedo estar más emocionada por esto —digo rápidamente mientras comienzo a hacer un baile ridículo.

—¡No lo creo! Shey, es nuestra oportunidad para conquistar a nuestros hombres —alega mientras junta las manos y hace gesto de ensoñación.

—Sabes muy bien que mis oportunidades son casi nulas. Pero al menos tu si puedes intentarlo —comento haciendo un ademan restándole importancia. Aunque por dentro me entristece saberlo.

—Nada de caras largas, cariño. El intento lo haremos las dos, así nos ayudaremos —dice intentando levantar mis ánimos.

Después de esa conversación contesté el mensaje de la princesa, agradeciendo su ofrecimiento e informando que aceptamos ir. Ella me contestó muy emocionada que el encuentro seria dentro de dos días. Desde las 9 de la mañana, ya que dijo quiere que pasemos un día entero en el palacio.

Tan nerviosa estaba que le pregunté si era necesario ir vestida de acuerdo con alguna etiqueta, cosa que ella negó inmediatamente, dijo que ellos vestían como gente normal, claro a excepción de eventos y cosas así. Luego de una pequeña conversación nos despedimos puesto que ella tenía algunos deberes por cumplir.

Tras la pequeña platica que tuvimos, le dije a mi amiga lo que la princesa me había comentado, sin embargo, aquí entró su lado de diseñadora. Se puso a pensar nuestras vestimentas para ese día. Incluso esa tarde que teníamos preparada para salir a recorrer más lugares, la usamos para comprar ropa.

...

El día tan esperado había llegado, yo me encontraba hecha un manojo de nervios, y Ross a duras penas a dormido. Ambas tenemos muchas emociones el día de hoy. El solo pensar que me podría encontrar con Zarek me hacía sentir muchas cosas. Mi mejor amiga se había esmerado en comprar nuestros atuendos quería que deslumbráramos.

Mi vestimenta consistía en un conjunto de dos partes color verde petróleo, un top corto con hombros descubiertos liso, y unos pantalones anchos de talle alto, los cuales remarcan bien la cintura. Aunado a esto unas zapatillas y unos accesorios color amarillo ocre. Mi maquillaje había sido de lo más natural posible, si cautivo Zarek será por mi naturalidad.

Mientras que mi amiga optó por un jumper color fucsia, con la espalda un tanto descubierta le hacían una figura increíble, con zapatillas marino, accesorios en tonalidades oro. Igual maquillada naturalmente.

Ambas nos miramos nerviosas, nos encaminamos hacia la salida, nos iríamos en uno de los dos coches que alquilamos. Yo iba al volante, se me hacía difícil concentrarme. Mi corazón latía muy rápido.

Nos detuvimos frente al famoso palacio griego, al estacionar el auto unas personas de servicio vinieron a recibirnos. Dieron la bienvenida y nos escoltaron hasta el interior. Antes de que abrieran la puerta nos dimos un fuerte apretón de manos mostrando que estábamos en igualdad de condiciones.

Cuando las puertas del palacio fueron abiertas nos encontramos con cinco pares de ojos. Entre ellos los de Zarek, los cuales al instante se conectaron con los míos. Al pasar esto mi corazón no daba para más, estaba reaccionando de una manera que ni yo conocía.

Por unos instantes nadie habló. Sonará mal, pero no me interesaba en lo más mínimo. Mi mirada seguía sobre aquel castaño de ojos gris azulado, por un instante me percaté que ese no era el color de iris que yo recordaba, su iris era de tonalidad marrón. Entonces eso solo puede significar una cosa, el príncipe Zarek acaba de encontrar a su elegida. Y tal vez no soy yo precisamente.

Dato: El título del primer libro de Sheyda que se menciona en este capítulo, si existe, y es de mi autoría. Es el primer libro que subí a la plataforma. Está en mi perfil por si gustan leerlo, se lo agradecería muchísimo.

De nuevo paso a agradecerles todo el apoyo, el tiempo y el amor que le están dando a esta historia.

Les mando un fuerte abrazo y puras vibras bonitas ✨

Evelin C.