ENTRE AMOR, REALEZA Y HECHIZOS

CAPÍTULO XI

Luego de ese precioso beso, continuamos platicando sobre nosotros, las cosas que nos gustan. Por esa platica me enteré de que su color favorito es el negro, le encantan los perros, además de escribir; le encanta leer, dibujar y pintar.

La mitología que más le gusta es la griega por ello siempre quiso venir aquí. Sabe hablar 7 idiomas, su primer libro lo escribió a los 17 años, sus flores favoritas son las rosas y los girasoles. Cumple años el 28 de septiembre. Sus libros favoritos son "El Principito" y "Orgullo y prejuicio", además de que le encanta el pop y rock en inglés.

Uno de sus más grandes sueños es que su libro se convierta en una película o serie. Además, está por abrir su propia editorial para ayudar a los escritores que aún están comenzando, o para ayudar aquellas obras que merezcan más reconocimiento.

Con tan solo platicar esos momentos con ella me di cuenta de muchas cosas, Sheyda es una gran persona, tiene un corazón enorme, ya que apoya diversas fundaciones para perros callejeros y personas en situación de calle.

Es una chica con muchos sueños y aspiraciones. Se ha esforzado mucho para llegar a donde está. Es inteligente y muy interesante. Me comentó que sus padres siempre han estado apoyándola en todo, y que su hermano mayor la adora, aunque es un poco celoso en el aspecto de los chicos.

Espero poder agradarle a su familia, tal vez en un futuro hasta nuevo integrante soy.

En estos instantes me encuentro apurado realizando mis labores y mis obligaciones como heredero. Shey me quiere presentar a su mejor amigo así que necesito darme prisa para poder estar a tiempo.

Mi hermana desde que llegué de mi cita con Sheyda ha estado preguntándome si ya somos novios o si nos pensamos casar. Está tan emocionada por saber que tendrá de cuñada a su escritora favorita que incluso ya me amenazó, me dijo que si yo llego a estropear la relación no me lo perdonaría nunca. Al parecer mi hermana y mi escritora han creado un vínculo bastante fuerte.

Observo el reloj en mi muñeca, veo que son las tres en punto. Mi castaña ya debe estar en el aeropuerto esperando por su amigo, aunque en un inicio me dieron celos, sentí un gran alivio al saber que el tal Carlo solo ve a mi hermosa Sheyda como una hermana. Tal parece que por eso se llevan tan bien el hermano y el amigo, ambos cuidan muchísimo a mi castaña.

—Hola, hermanito ¿Qué haces? Ya sé, pensando en, Sheyda. —Ni siquiera me percato de la presencia de mi hermana.

—Pues para tu información, si estoy pensado en ella —concuerdo con ella poniendo una cara de enamorado.

—Me lo imaginaba, tu cara y tu mirada te delatan —se burla mientras toma asiento del otro lado del escritorio.

—Eres tan graciosa, hermanita. Oye, Trina, hoy llega el mejor amigo de Sheyda. Así que me invitó a su casa porque quiere presentármelo, pero también me dijo que te preguntara si quieres ir a conocerlo —comunico. Al terminar de hablar, observo como una gran sonrisa se extiende por su rostro. Aquí hay algo que yo no sé.

—Yo encantada de ir, ¿A qué horas nos iremos? Necesito estar lista —habla con prisa. Creo que cierta persona está muy fascinada con la idea de conocer al dichoso amigo.

«Si aquí es donde deben salir a flote mis celos de hermano mayor» me digo a mí mismo.

—¿Y tú porque estas tan interesada en conocer al mejor amigo de mi castaña? —Interrogo levantando una ceja, deseoso por saber su respuesta.

—Por el simple hecho de que Carlo es muy atractivo, es un caballero además de que se ve que es una gran persona —suelta sin titubear mi hermana menor.

—¿Así que estás atraída por él? —Mi mirada está atenta a cualquier reacción por parte de ella.

—¡Claro! ¿Quién no? La verdad es que si me da una oportunidad no la voy a desaprovechar. Pero, tranquilo hermanito, no saques tus celos desde ahora, mejor guárdatelos para cuando ya seamos novios —habla y sale corriendo hacia la puerta.

No puedo creer que a mi hermana le gusta Carlo, digo no lo conozco, sin embargo, aun así, no permitiré que Trina ande con cualquier sujeto.

Continuo con mis labores, y cuando se dan las cuatro decido ir a buscar a mi hermana y decirle que ya es hora de irnos, ya quiero ver a mi castaña.

Me detengo en la sala donde ya se encuentra esperándome, le dedico una mirada y le hago la seña para que vayamos al auto. Ya dentro del vehículo nadie habla, pero ella va bastante nerviosa puesto que no deja de jugar con sus dedos.

Estaciono el auto junto a los otros dos que están aparcados en el lugar, quiere decir que ya están aquí.

Bajo yo primero para abrirle la puerta a mí hermana, quien me da una sonrisa. Ambos nos encaminamos hacia la puerta y antes de poder tocarla esta se abre dejándome ver a Ross. Al verme se sorprende un poco pero después sonríe.

—Hola, Zarek. Hola, Trina pasen, Sheyda se encuentra adentro junto con Carlo, yo tengo que ir a comprar unas cosas, pero se quedan en su casa —invita amablemente mientras se hace a un lado para dejarnos pasar.

Cuando entramos no hay nadie en la sala, solo se encuentra la televisión prendida. Escuchamos unas risas provenientes de la cocina así que nos dirigimos hacia ella. Al entrar en esta nos encontramos con una escena que para mi gusto no es grata, y supongo que para el de mi hermana tampoco.

Aclaro mi garganta para atraer la atención de los presentes, logrando que Sheyda me mire, decido no decir nada tal vez esté mal interpretando todo esto.

La castaña al verme sonríe y se apresura a llegar hasta mí para hacer algo que no me esperaba.