Capítulo 93: Paz por Cien Años (IV)

3.7K 820 895
                                    

    El Templo Daze, en el monte Jiangsong, era un pequeño monasterio rural que había sido construido hace unos trescientos años. Su ubicación era tan remota que nunca había florecido realmente para obtener esa nube permanente de incienso melancólico que tenían la mayoría de los templos. No vivían allí más de diez monjes, y en su mayoría eran gente tranquila y sencilla, por lo que la vida no era demasiado difícil. Hace unos doscientos años, antes de que el rayo destruyera el templo, los monjes eran cinco o seis. Sus espaldas estaban encorvadas por la edad; todos habían vivido toda su vida en aquella montaña. El único joven del templo era el nuevo iniciado, un joven de Nanjiang.

Para ser sinceros, en aquel momento, el grupo de monjes ancianos miraba con amabilidad y lástima a aquel joven de Nanjiang, pensando: "Este chico debe ser extraordinariamente estúpido. Hay tantos monasterios famosos y ricos por ahí... ¿por qué había elegido venir al Templo del Aturdimiento?

El joven de Nanjiang tenía un rostro apuesto y fresco, con cejas altas y pómulos perfilados. Sus ojos negros brillaban con una tranquilidad y estabilidad inusuales para su edad.

Con un rostro así, cualquier monasterio lo querría como iniciado. Sin embargo, tuvo que elegir el pequeño templo del monte Jiangsong.

Naturalmente, a los monjes ancianos no les importó, y se alegraron de tenerlo... pero ¿estaba contento? Así lo habían preguntado.

El joven había respondido: Estoy destinado a venir al Templo del Aturdimiento.

Pero antes de que tuviera la oportunidad de prestar su juramento, ese templo predestinado fue alcanzado por un rayo y se incendió.

Todos en el templo murieron, excepto el joven Nanjiang.

Mucho, mucho más tarde, ese joven conoció a otro joven de su misma edad, y ambos se hicieron íntimos amigos. Muchos años después, el joven se trasladó al Ministerio de Ceremonias y se convirtió en el Gran Sacerdote, encargado de proteger a todo el imperio de los desastres y asegurar la buena fortuna.

Y es que ese amigo íntimo tenía un estatus especial: cuando se conocieron, sólo era el príncipe heredero; más tarde, se convirtió en el emperador.

Muchos años después, la vida del emperador llegaba a su fin, y el Gran Sacerdote, incapaz de aceptar la pérdida de su amigo más íntimo, encontró la manera de prolongar la vida del emperador. Pero le llevó demasiado tiempo desarrollar el hechizo: cuando estuvo listo, el hijo divino del Cielo ya había ascendido.

El Gran Sacerdote estaba inconsolable. Pero no olvidó la promesa que había hecho con su amigo más cercano: proteger la tierra durante cien años.

Pero la gente común no vivía tanto tiempo, y, al tratar de encontrar una manera de prolongar la vida del emperador, el Gran Sacerdote se había agotado, y su propia vida ahora se desvanecía.

Así que hizo algunas adivinaciones, y luego regresó al Templo Daze en el Monte Songjiang, donde encontró a su sucesor.

Quería honrar los deseos de su amigo, y asegurarse de que, pasara lo que pasara con la dinastía imperial, siempre habría una estrella ardiendo con una llama eterna, iluminando el camino del imperio, guiando el espíritu del pueblo. Cambió su nombre budista por el de Tongdeng, que significaba compañero de linterna, y decidió transmitirlo por generaciones.

Pero cuando trajo a su sucesor a casa desde el Templo del Aturdimiento, éste era todavía un bebé sin dientes. Ni siquiera podía hablar.

Tongdeng era un nombre demasiado formal para un niño, y podría no ser auspicioso si quería que el niño viviera más allá de la infancia. Además, aún faltaban muchos años para que el manto fuera transmitido. Así que el Gran Sacerdote dio al niño un nombre budista más apropiado: Xuanmin.

Copper Coin Niches | Monedas de Cobre【Español】Where stories live. Discover now