Capítulo 98: Un poco de Dulzura (V)

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    Aquel primer beso en la orilla de Heishi había sido tan ligero como una libélula cruzando un estanque; apenas podía llamarse beso, sin ningún atisbo de nerviosismo o intimidad; había sido más bien una despedida contenida y conmovedora, porque en aquel momento, Xuanmin había pensado que se separarían para siempre.

En ese momento, los sentidos de Xue Xian acababan de regresar a él, y sólo había sentido una débil sensación de que algo le tocaba los labios. Si no hubiera sido por lo que había visto en la escena de la muerte de Xuanmin en la Cueva de los Cien Insectos, ni siquiera habría notado ese toque, después de todo, no había estado en condiciones de notar esas cosas.

Así que fue ahora cuando Xue Xian comprendió realmente lo que se sentía al ser besado por Xuanmin.

Normalmente, Xuanmin siempre parecía tan distante e inaccesible, como una intimidante escultura de hielo, fría e implacable. Si uno no se acercaba a él y sólo lo observaba desde lejos, podía imaginar que todo su cuerpo estaba hecho de nieve, que cada uno de sus alientos estaba cargado de escarcha.

Pero su beso era caliente, y provocaba una pasión abrumadora e indescriptible, como si todas las emociones intensas e íntimas que había sentido en su vida estuvieran selladas en ese único acto.

Que Xuanmin expresara tal sentimiento era un milagro; ¿cómo podía Xue Xian asumirlo? Estaba totalmente derrotado.

Inclinó la cabeza y devolvió el beso, envuelto en la pasión del momento. Mientras rozaba la fría punta de la nariz de Xuanmin, sus labios separados seguían dibujando una sonrisa.

Sin embargo... alrededor de una hora después, esa cálida y perezosa sonrisa en el rostro de Xue Xian había desaparecido por completo. No quedaba ni un solo rastro de ella.

Xue Xian lamentó profundamente, profundamente, aquel momento en el que había abierto la boca para lamer los labios de Xuanmin y acercarse a tocar su lengua. Si no, no estaría aquí ahora, con una mano en el abdomen de Xuanmin y la otra encerrada con fuerza en los dedos de Xuanmin, a horcajadas sobre él...

Xuanmin estaba cubierto de un sudor incesante, y Xue Xian sudaba aún más; todas y cada una de las partes de sus cuerpos que se tocaban estaban húmedas y pegajosas, e incluso sus dedos enrollados uno alrededor del otro estaba a punto de soltarse.

Tal vez fuera el poder devastador de la saliva de dragón, o tal vez fuera la libertad que les proporcionaba su devoción mutua, pero Xue Xian nunca había imaginado que un día podría perder todo el control de esta manera; aquellos besos frenéticos, los mordiscos fervientes, sus rodillas presionadas con tanta fuerza contra el áspero lecho de bambú que dejaban marcas.

Sus piernas se tensaron, bajó las caderas con brusquedad; sus ojos medio cerrados se nublaron de repente con una capa de humedad, y sus pestañas ya estaban mojadas; no pudo evitar sentir un enrojecimiento en sus ojos. Sus labios, apretados contra los de Xuanmin, se separaron ligeramente mientras dejaba escapar un largo y pesado suspiro, el sonido de la respiración mezclado con un débil y bajo gemido.

Su mano que sostenía la de Xuanmin comenzó a temblar y sus dedos finalmente se deslizaron por la humedad de su sudor, pero rápidamente se agarró al hombro tenso de Xuanmin.

Mientras Xue Xian luchaba por recuperar el aliento, Xuanmin llevó su mano a su cintura y la bajó más profundamente.

Xue Xian finalmente no pudo evitar soltar un gemido. Xuanmin le miró con los ojos entrecerrados y escrutó su rostro y sus labios. La otra mano de Xuanmin fue a pellizcarle la barbilla y luego lo acercó para darle un beso...

Hace muchos, muchos siglos, Xue Xian había escuchado la frase "los dragones son criaturas eróticas" en un rumor popular y había soltado una carcajada en el acto, burlándose de la estupidez de los mortales. En los innumerables años que había vivido, nunca había encontrado nada en su interior que pudiera coincidir con una frase como esa.

Copper Coin Niches | Monedas de Cobre【Español】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora