💫La hermana de Madelaine Petsch💫

Te amo

Desperte, nuevamente sin razón alguna, solo desperte, mire hacia la ventana, el sol aun no salía, todavía era de noche, me movi levemente para no despertar a Mads, la cual se habia quedado dormida conmigo en sus brazos, tome mi teléfono y revise la hora, cuarto de la mañana, cuidadosamente me levante y me dirigí al baño, al salir volví a mirar hacia la ventana, al hacerlo pude divisar un hombre, un hombre al cual yo ya había visto anteriormente, lo había visto en la plaza, el centro comercial, lo había visto cuando caminaba por la ciudad, en ese entonces no le tome importancia, creí que solo era una casualidad, pero ahora? Eran las cuatro de la mañana y el hombre estaba sentado en un cantero mirando hacia la ventana de la habitacion mientras tomaba lo que parecía ser un café, como si no tuviese la intención de irse o de dormir. Poco y nada me importo la hora, decidi despertar a Mads, esto ya me estaba asustando demasiado, las noticias, mi madre y Noah, el disparo, este tipo vigilandome, me daba pánico, no sabía quien estaba detrás de esto, y eso me hacia pensar en las pocas personas en las que puedo confiar y en las muchas que probablemente me odian.

-Mads... despierta... Madelaine despierta... por favor- la comence a mover bastante fuerte para poder despertarla- Mads... por favor despierta... te necesito... tengo miedo- me estaba desesperando, mi corazón latia a mil kilómetros por segundos, mi pecho se cerraba y no me dejaba respirar, poco a poco las lágrimas se volvieron inevitables y comenzaron a salir como caratas por mis ojos, mis oídos comenzaban a zumbar, camine hacia atrás hasta chocar contra la pared, me deslicé por ella hasta quedar en el suelo, me arrastre hasta la esquila de la pared para colocar mis rodillas en mi pecho y tapar mis oídos, mi llanto se hacia más intenso y ruidoso y mi panico aumentaba, de un momento al otro sentí como unas manos me tomaron los brazos, empece a forcejear, esas manos intentaban sacar mis brazos de mi cara pero yo lo impedía, de la nada me jalaron hacia adelante, choque contra un torso, ahí lo sentí, el olor de Mads, deje de forcejear y me abrace a ella mientras lloraba desesperadamente.

-... aqui...- mi oidos poco a poco iban dejando de zumbar, los sonidos de mi alrededor se hacían más y mas notorios-... cariño... me escuchas?- asenti casi sin fuerzas, deje caer mi peso completamente sobre Mads- que paso amor? Que tienes?

-Es... estoy mu... muy asustada Mads... no... no se que... no se que esta pasando... pero... quiero que acabe... ahora... quiero que... mi vida sea... la de antes- Mads se sento en el suelo atrajendome a ella, me dejo en medio de sus piernas y me rodeo con sus brazos pegandome a su torso.

-Tranquila... estoy aqui... me tienes aqui... me tienes a tu lado... te voy a proteger de todo, lo prometo...- susuraba en mi oido mientras me mecia e intentaba calmarme- nada, ni nadie te hara daño... soy tu escudo... lo que sea que te asuste, no te hara daño estando conmigo... nada puede tocarte estando conmigo- de a poco deje de llorar, me tranquilice, mi respiracion al igual que mis latidos se volvieron normales nuevamente- que es lo que asusto? Por que te pusiste así?

-Hay... hay un... hombre... afuera... mirando hacia acá... yo... yo ya lo... lo había... visto... pero no... no le di... im... importancia... pe... pero... ahora... esta ahí afuera... y... me esta... da... dando miedo- sentia como Mads dejaba pequeños besos en mi cabeza, ya estaba completamente calmada, aunque el susto y el sentimiento de vigilancia constante seguian ahí.

-Quieres que vaya a revisar?- asenti aunque no decise mi agarre a ella, queria saber si lo que habia visto era una alucinación o era real, pero al mismo tiempo no queria alejarme de Madelaine ni por un segundo- pequeña, si quieres que vaya a ver, tienes que soltarme- negue frenéticamente reforzando mi agarre- amm... que tal si... vas a la cama y yo voy a cerrar las cortinas? Para que no tengas tanto miedo, después voy contigo y volvemos a dormir, porque no son horas de estar despierta- asenti rendida, era la única opción que tenia, o al menos la mas fiable. Trate de levantarme del suelo, pero no lo logre, apenas intente pararme, mis piernas cedieron haciendome caer nuevamente al suelo, había perdido completamente las fuerzas, no podía ni pararme.