7. Cerise

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Capítulo 7.

Nuevo Semestre.

Dos palabras que vuelven locos a todos los alumnos.

Camino junto a Alice por los pasillos de la facultad, mientras no para de hablar de lo que pasó ayer.

Hoy debo ser una hoja en blanco, lo importante aquí es el inicio de clases y talleres, además de que tengo una sola misión. No es tan complicado, pero veo venir lo peor.

— ¡Eres una experta en meterte en problemas!—Alice exclama, elevo una ceja.

— ¿En verdad quieres discutir en quien es más rebelde?—pregunto sarcasticamente—. Te recuerdo que yo no fui la que nos coló a ese concierto, la que metió una botella de tequila al salón de maestros y la...

— ¡Ya entendí, soy mala influencia!—exclamó, interrumpiendo mi hermoso discurso. Suelto una risita.

—Pero...—me señala—, estoy feliz de que te estés pasando al lado oscuro—dice, haciendo movimientos con sus dedos, ruedo los ojos—. Ya era hora.

—No me convierte en rebelde estar con ya sabes quién—alego, Alice suelta un bufido.

— ¿Ahora lo llamaremos como "El que no debe ser nombrado"?—murmuró, encogiéndose de hombros y haciendo comillas con sus dedos.

—No compares mi vida con Harry Potter—le digo, mi amiga tiene una ligera obsesión.

—El amor entre un Slytherin y un Hufflepuff...

Ruedo los ojos.

—Mi test dice que soy Gryffindor—argumento, intentando cambiar de tema, ella suelta una carcajada.

—Nah, hiciste trampa o algo.

—Lo dice la Slytherin—la miro mal.

Touche.

Ambas comenzamos a caminar nuevamente hacia los salones y nos separamos para ir hacia los talleres.

— ¿Vienes a mi casa después de clases?—me pregunta, antes de entrar a nuestros respectivos salones.

—Si, seguro—le respondo, entrando a mi clase.

Al entrar al aula de música, veo varios instrumentos y partituras, y en el pizarrón está escrito en negro el nombre del taller. Escaneo el lugar buscando donde tomar asiento.

En el fondo del salón están los callados, al frente están las típicas chicas que se creen las más buenas del mundo, los deportistas rebotando balones en una de las esquinas y lo único normal que veo es una chica de pelo marrón en el centro con una flauta en mano.

—Hola, ¿me puedo sentar?—le pregunto con una sonrisa, señalando la silla a su lado, ella asiente.

—Soy Amelia—se presenta, extendiéndome una caja de chicles en forma de saludo.

—Juliett—tomó uno, quitándole el papel y metiéndolo a mi boca.

— ¿En qué área estás?—me pregunta, elevo la mirada hacia ella y me dedico a verla mejor, su pelo café es rizado y combina con sus grandes ojos negros.

—Administración, ¿tu?

—Artes—contesta, señalando su pantalón de mezclilla lleno de manchas de pintura.

Suelto una risa.

—Y dime qué hace alguien de administración en música...

—Siempre quise aprender guitarra—me encogí de hombros, ella me escanea y sonríe.

Los A.A © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora