Me enamoré de un ¿medio coreano?

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¡Chico depravado!

—¡Por el amor a Corea!— exclamo con mi vista en la laptop, luego veo al chico, y regreso nuevamente mi mirada a la laptop tirada en el suelo.

Me enderezo cuando siento que el chico de camisa blanca, saco marrón de detective y aroma a coco me mira fijamente, como si estuviera clavándome pequeñas espadas con la mirada. Al levantar la vista hacia él, lo veo entrecerrando los ojos, haciéndome sentir incómoda. Activando mi modo defensa por si acaso, veo como él se pone de cuclillas para tomar la laptop. Santo cielos, estoy rogando para que nada malo le haya pasado... ¿al chico? ¡Pues claro que no! me refiero a la costosa computadora.

Hurgando por mi memoria, intento recordar algunas palabras coreanas. ‹‹Ahg ¿Cómo se pedía disculpas en este idioma?›› Y si tomo mi celular en este momento, pensará que soy una irrespetuosa... ¿pensará eso? No lo sé, pero mejor prevenir que lamentar.

Podría correr en este preciso momento ¿cometiendo el mismo error que con el chico del elevador? Ok, pensándolo mejor... decido afrontar la furia que se me aproxima. Es mejor que avergonzarme otra vez.

El chico de cabello castaño oscuro y bien arreglado voltea su computadora portátil varias veces ¡¿está fijándose que no tenga ninguna ralladura?! Si es así, entonces es más costosa de lo que imaginaba, eso quiere decir que si se rompió algo, estoy más que frita. Plantada enfrente de él, con mis manos entrelazadas, contemplo como abre la tapa de la laptop y oprime el botón de encendido... una, dos, tres veces.

Liane, qué gran momento para hacerse la víctima.

El chico, posiblemente proveniente de una familia de estatus alto, da un suspiro de frustración agachando su cabeza. ¡Dios mío! no hagas eso, me haces sentir más culpable de lo que ya me siento. Con la cabeza levemente agachada y mirada de arrepentimiento observo cuando él se pone de pie. Dándome una mirada aburrida y labios apretados, rueda los ojos y pasa por mi lado, hacia la dirección de donde yo venía.

¡Wow! espera ¿Qué?. ¿Qué clase de subnormal no arma una pelea de insultos en plena calle?

Ja, ja. Claro que no, señorito. Usted tiene que escuchar mis lamentos y, ver cómo me humillo rogándole que acepte uno de mis riñones para pagar esa cosa costosa ‹‹ok, tampoco exageremos tanto›› . Con grandes pisadas, intento llegar hacia donde él. Gritando "¡Hey, Hey!" con la intención que se detenga, pero no lo hace, al contrario, pareciera como si estuviese caminando mucho más rápido

Y claro ¿cómo no hacerlo? Una demente con bufanda y lentes de sol en su cabeza lo está siguiendo.

Pasando casi trotando por al lado de varias personas que me miran extrañamente, llego hacia donde está el chico, y tomándole de la muñeca hago que se detenga. Hiperventilando me pongo enfrente de él ‹‹Ni en la escuela hacía tanto ejercicio como ahora››. Con una mano me apoyo en mi rodilla y con la otra, todavía, sostengo la muñeca del tipo. Jadeando por el cansancio me pongo derecha agachando mi cabeza para soltar un largo soplido, y, haciendo una señal de "espera" con mi mano izquierda.

—No es necesario que se disculpe.— lo escucho decir.

Levanto mi mirada rápidamente, haciendo que mi atención esté completamente en él.

—¿Eh?—es lo único que logro decir.

Vaya sorpresa. Vine a corea con la intención de que las personas hablaran su idioma, no el mío.

—Quería disculparse ¿cierto?— pregunta con educación y el mentón en alto.

Asiento, embobada con su acento. Digamos que no es un español común de escuchar, es como una mezcla del acento Mexicano, Venezolano, Argentino y Español Europeo. De igual forma se nota a leguas que se esforzó en estudiarlo bastante. Es un acento exótico.