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Una libreta perdida y una confesión aludida.

Esa misma tarde había decidido cambiarme decentemente. Llevaba unos Jeans oscuros, una blusa sin mangas pegada al cuerpo, un suéter a cuadros y unas Vans negras. Estaba lista para que Corea conociera lo que es realmente ser una Latina «y esperaba enserio no dejar en vergüenza a todos los latinos, me odiarían hasta en muerte» sólo imagínenselo: Las noticias a primera hora de la mañana, la redes y el Internet inundados con el título inicial "Chica Latinoamericana visita Corea he intentado besar a un actor en plena luz del día, las autoridades se la llevan arrestada". Niego con la cabeza intentando esfumar esos pensamientos; no, hoy todo va a salir bien.

O eso espero.

Cuando Tae-oh se escapó de mi apartamento ¡si, se escapó el muy cobarde! y todo eso porque no quería seguir dándome más explicaciones. Bueno, a lo que iba. Cuando Tae-oh se fue, tuve que bajar a hablar con la señora Yon, primero para pedirle disculpas, y segundo para ver si tenía que pagar algo por lo de anoche, a lo que ella muy amablemente me dijo que no, que sabía lo que era "vivir con jóvenes".

En ese momento me puse a pensar y dije para mí adentro algo como "pero si Seung es como un ángel caído. Y no solo por su apariencia..." bueno, ya, hablando enserio; no lo conozco mucho, pero, por lo que puedo deducir, es alguien educado, encantador y amable. Dudo que le provoque muchos problemas a la señora Yon.

Después de negarle unas quinientas veces a ver los vídeos que quedaron grabados anoche por las cámaras de seguridad «porque sí, me los quería mostrar, y según ella "por qué no pudo parar de reír con una parte en la que casi me voy de boca al piso ¡por pisar mi propio vómito!"», subí hasta mi departamento, a limpiar todo el desastre de mi cuarto. Lo que pasó con el inexpresivo me hizo razonar en una cosa, y es que debía limpiar mi habitación y mantenerla lo más decente posible.

Y todavía seguía arrepintiéndome de haber tomado alcohol ¿Como pude tratar al chico de la laptop como a un gato? ¡¿Y mandarlo a dormir en la ropa sucia?! Había ropa interior ahí, de eso estoy segura.

Tomo unos papeles que hay tirados en el piso y los coloco arriba de mi escritorio, justo al lado de donde está la carta de Tae-oh. Como la cobarde que soy, no tuve la valentía de abrirla aún, estaba perfectamente doblada cuando la vi, y todavía seguía de esa misma forma. Y aunque sentía un cosquilleo de curiosidad por leerla, decidí dejarla ahí. No sabía qué decía en esa carta, pero si lo que decía podía avergonzarme más aún, prefería verlo en otro momento. Por ahora, sólo quiero olvidar mis idioteces por un rato y salir a pasear... pero antes, debo limpiar un poco mi cuarto.

Después de sacar de mi habitación una bolsa llena con cosas que ya no servían, camino hasta la cocina y meto la bolsa dentro del cesto de basura. Suelto un bufido y me aproximo hacia el sofá para tirarme en él y descansar un poco. Estaba agotada de haber limpiado, y sé que suena un poco mal "¿cómo es que te cansas de sólo limpiar tu habitación?" Bueno, en realidad empecé con mi habitación, luego seguí con el baño, luego tiré un baldazo de agua y comencé a trapera todo el departamento.

Creo que me pasé un poco, pero todo es culpa de las canciones de BTS que sonaban por mis auriculares, era música demasiado inspiradora para mí. Aunque, por lo menos, ahora el apartamento estaba limpio, pero la pregunta del millón es... ¿cuánto durará de esta manera?

Estiro mi brazo hacia la mesita de vidrio que está a un lado del sofá para alcanzar mi celular que comenzó a sonar repentinamente.

—¿Hola?—lo llevo hacia mi oreja.

Liane...—escucho una cálida voz masculina por detrás de la línea que me hace fruncir el ceño en confusión.

—Sí ¿quién es?—rasco mi cabeza intentando contener un bostezo.

Me enamoré de un ¿medio coreano?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora