Alas, Polvito y Park Jimin || YoonMin/KV/NJ [Fluff] By Kim© [EN PAUSA]

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Jimin agitó sus delgadas y translúcidas alas, como las de las libélulas, con velocidad. Los suaves rayos de sol impactando en las delicadas membranas, brillando como diamantes expuestos a la luz. El polvillo amarillo rápidamente se dispersó y Jimin rió de deleite al sentir el suave viento acariciar su cara, dando una serie de giros rápidos, como los de una bailarina de forma ascendente, casi llegando a la copa más alta de la Wisteria, para terminar con los brazos extendidos a cada lado, montando las pequeñas corrientes de aire.

A su lado izquierdo, su hermano menor Taehyung, reía de forma estruendosa, levantando los brazos al viento como si pudiese comandarlo, siendo inmediatamente arrojado ligeramente hacia abajo por una juguetona corriente de cálido aire, para después emprender el vuelo otra vez, arrojando puñados de polvillo azul en un vago intento de venganza contra el impredecible y siempre juguetón, viento.

Del lado derecho, con cara relajada y luciendo tan regio como siempre, el rey de las hadas y hermano mayor de ambos, SeokJin, volaba hacia arriba con calmada tranquilidad, cerrando los ojos en una sonrisa de lunas mientras observaba con deleite las travesuras de sus hermanos.

——¡Ya casi es primavera, TaeTae, Jin!

——¡Jimin, mira que bonitos se ven esos capullos!

Ambos miraron hacia abajo, a los delicados y preciosos capullos en formación que crecían entre las flores moradas y rosas, siempre perpetuas en el árbol. La Wisteria, tan mágica como misteriosa, florecía todo el año, sin importar el frío o el calor. Brindando flores hermosas de las cuales las hadas cultivaban sus pétalos para crear medicinas, ungüentos y tés curativos que aliviaban desde la más pequeña dolencia, hasta la enfermedad más dañina.

En la rama más alta de la wisteria, tan diferente a las otras por su vivido color dorado y oculta entre miles de otras, se encontras la rama de la familia Real. De la cual solo nacían los futuros príncipes y princesas. La última vez que había producido un capullo, había sido dieciocho años atrás, en el nacimiento de Taehyung y desde entonces, no había florecido otra vez. Sin embargo, pequeño, discreto y delicado, un pequeño capullo dorado crecía, brillante y hermoso bajo la luz del Sol.

——¡Miren, tendremos un hermanito o hermanita!

——¿De qué color cres que sea su pelo?

SeokJin miró el pequeño capullo con una sonrisa amorosa. Un nuevo integrante se sumaría a la familia, un sucesor, que a diferencia de Jimin y Taehyung, que no podían heredar la corona a pesar de ser príncipes, por mandato de la inmortal Ninfa del Bosque, que hablaba cada noche con la Diosa Luna y ella, como fiel servidora de los astros y la naturaleza, seguía sus órdenes. Sin embargo, este pequeño capullo si podría heredar la corona, relevando a SeokJin de su cargo al segundo año de nacido.

Las hadas, tan misteriosas como la wisteria misma, se desarrollaban con rapidez, alcanzando la madurez en el primer año de vida, y desde el cuál, comenzaban su ciclo como adultos. Sin embargo, solo hasta cumplir los dieciocho años, un hada es capaz de dejar la wisteria y emprender su propio camino, si así lo desea, en búsqueda de su otra mitad. O por otro lado, si no desea irse, o encuentras su destinado en otra hada, también puede elegir quedarse o unirse a otra población de hadas en otra wisteria, en otro bosque.

Habían otras pequeñas más, que por encargo de la Ninfa, se convertían en distintos tipos de hadas que ayudaban a la cada vez más pequeña población humana, como hadas de los sueños, de los recuerdos o simplemente como hadas de jardín, ayudándoles en el crecimiento y cultivo de las plantas que tan necesarias eran. Incluso esas hadas, podían encontrar su otra mitad con los humanos. No siempre sucedía, pero de vez en cuando, alguna que otra decidía quedarse al lado de uno, vivir una vida humana y morir al final del corto ciclo de vida humano.

SeokJin sobrevoló la rama dorada, sentándose al final sobre ésta para acariciar el pequeño capullo, que comparado con el pequeño tamaño del hada, era casi de la mitad de su cuerpo. Jimin y Taehyung se sentaron, también sobre la rama, abrazando con cariño el pequeño hogar de su próximo rey o reina.

——Sal pronto, hermanito o hermanita.

——Sí, queremos ver tu hermoso rostro.

Susurró Jimin, dándole un pequeño beso al pétalo dorado, sintiéndolo cálido al tacto y tan suave como la más fina seda. El capullo latió, en reconocimiento de su línea de sangre, asombrado a ambos menores, que se sonrieron mutuamente, dando pequeños saltitos en la rama.

——Nuestro hermano o hermana nos reconoce. Ustedes, pequeños granujas también fueron una vez un capullo como éste. Cuando sentí el pequeño latido de Jimin por primera vez, me sentí menos solo... Y cuando sentí el de Taehyung, supe que tendría muchos problemas. ¡Y vaya que tenía razón!

Ambos hermanos rieron las palabras de su hermano mayor, escondiendo sus sonrisas detrás de sus pequeñas manos con una complicidad que solo hermanos podrían tener, haciendo a SeokJin mover la cabeza de forma negativa, con una sonrisa comprensiba en los labios.

——Jinnie... ¿Puedes escuchar la voz de nuestro hermanito o hermanita? Escuché que solo el rey pude hacer eso, saber su nombre también. ¿Es verdad?

——Wow, Hyung, ¿de verdad puedes hacer eso? ¡Qué genial yo quie-! ¡Tae! ¿¡dónde escuchaste eso!?

SeokJin negó otra vez, viendo a los menores enzarzarse en una pequeña discusión sobre la muy desarrollada curiosidad de innata de Taehyung. El hada rey colocó la cabeza con  suavidad sobre el capullo, recostando su oreja sobre el pétalo en el que se sentía el latido con mayor fuerza.

SeokJin acumuló un poco de su polvillo rosado sobre su palma y lo esparció con cuidado sobre todo el capullo, escuchando atentamente el interior del mismo. El capullo brilló con mayor intensidad y en el siguiente latido, SeokJin abrió los ojos con asombro, mostrándole a sus hermanos la sonrisa más grande y bonita de todas.

——¡Se llama Hoseok!

¡No saben como me moría de ganas de escribir este capítulo! Casi desde que inicié la historia tengo deseando escribir en capítulo de introducción de Hoseok.

Y sí, esta historia es bien simple y cliché. ¡Aguantense!