Alas, Polvito y Park Jimin || YoonMin/KV/NJ [Fluff] By Kim© [EN PAUSA]

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——Y... ¿Cuánto tiempo va ser un bebé?

Seokjin arrulló al dormido bebé hada entre sus brazos. Hoseok chupaba con suavidad su pequeño pulgar entre su preciosa boquita en forma de corazón, mientras sus hermanos mayores le veían con infinita adoración.

——Jimin, has pasado veinte primaveras ya. Sabes como funciona esto. El crecerá aceleradamente gracias a la magia de la Wisteria. Es el ciclo de las hadas. Cuando cumpla su primer año, él se verá como un chico de dieciocho. Lo viviste con Taehyung, también.

Jimin sonrió con timidez, mirando todavía la carita de su hermanito en los brazos de SeokJin. El rey le miró con cariño y con la mirada preguntó si lo quería cargar, a lo que Jimin asintió efusivamente, para después arropar con sus brazos al pequeño bebé Hoseok, que no se agitó para nada al ser cambiado de brazos.

——Sí, lo sé pero... Es tan hermoso que me gustaría que se quedara así un poco más. Al final de este primer mes el ya se verá como un niño de poco más de un año. Solo quiero conservar este momento por más tiempo.

SeokJin miró a su rubio hermano con sospecha. El comportamiento maternal que estaba presentando no lo había tenido con Taehyung. El brillo de añoranza en sus ojos era diferente, y con mayores sospechas aún, se giró para mirar a su segundo hermano menor, solo para encontrarlo mirando por la ventana tratando de ocultar la misma expresión de Jimin.

Algo hizo clic en la mente del rey, que lo hizo abrir los ojos desmesuradamente, con la sorpresa total de lo que estaba sucediendo en su mundo y no había notado antes.

Las hadas no tenían naturalmente un instinto maternal, porque no podían tener hijos con su misma especie, dado que ya había una forma anual de traer más hadas al mundo. Eso no significaba que no cuidaran a los bebés hadas con amor y dedicación, pero era ciertamente muy diferente a la forma en la que los cambia formas, que sí daban a luz, era. También estaba él hecho de que ellos no habían encontrado su otra ala aún. Las hadas abandonaban la colonia a los seis años de su nacimiento sí es que no encontraban a su otra ala aquí y en promedio, encontraban a su otra mitad antes de los diez años de vida.

Sin embargo, Jimin y Taehyung tenían veinte y dieciocho años respectivamente y aún no habían encontrado a su otra ala. Aún que la hadas crecían de forma diferente, ahora ya estaban en la edad legal de los cambia formas para encontrar su media Luna.

SeokJin se sentía terrible. ¿Cómo no se había dado cuenta antes? Había estado tan ocupado con sus deberes reales, la preparación del equinoccio de primavera y Namjoon que no había prestado atención a sus hermanitos. ¿Será que habían encontrado su otra ala en un cambia forma del pueblo? Si ya estaban empezando a sentir el tirón de la maternidad, seguro ya estaban algo avanzados en el proceso de transformación y tenían miles de dudas.

Él mismo recientemente había desarrollado orejas negras, idénticas a las de Namjoon, pero eso era todo lo que desarrollaría en su forma humana por el momento. Realmente agradecía tener a alguien como Namjoon como su otra mitad, que comprendía la importancia de esperar, por muy dolorosa que la espera fuese, y no le presionaba en nada. Ambos sabían que SeokJin no podría ser libre de su deber sino hasta dentro de dos años, cuando oficialmente le cediera su lugar como rey a Hoseok, quien empezaría a aprender de su deber en su décimo mes de nacido, cuando tuviese ya la mentalidad y el cuerpo de un chico de quince años.

La espera para estar con el amor de su vida se sentía eterna y dolorosa, pero ahora era mucho menor que antes. Por fin podían ver ambos un fin a la espera, y eso era algo que antes no tenían. Por lo cual, Namjoon se mantenía alejado de SeokJin, sin importar cuan doloroso fuese para ambos. Aún que SeokJin, como un hada traviesa que era, lo visitaba en su habitación muy de vez en cuando. Cuando las ganas de verse sobrepasaban la necesidad de esperar.

SeokJin vió como Jimin le pasaba el pequeño bebé a su hermano mejor y éste ya no podía ocultar más en sus ojos ese brillo especial, antes de dejarlo bien arropado en su cuna.

Tal vez era momento, para los tres, de ser honestos y hablar como los hermanos que eran. SeokJin necesitaba saber que tan avanzado estaba el cambio de sus hermanos, y cuanto tiempo le quedaba con ellos. Porque naturalmente, ellos no podrían volver a la colonia una vez que fuesen marcados o que marcaran a la persona que era su otra ala.

Con un pequeño suspiro, SeokJin se acercó a sus hermanos y les colocó una conciliadora mano sobre el hombro a cada uno, acariciando con suavidad la zona hasta que estos lo miraron con un poco de inseguridad.

——Niños, creo que es hora de hablar seriamente.