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Ah... Me gusta escribir esta historia. La encuentro bonita y simple. No demasiado complicada y fácil de leer.

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El aire tintado de primavera soplaba con calidez sobre la copa de los árboles, anunciando el final del invierno y con  ella, el inicio de la temporada favorita de los felinos, que podían pasar horas durmiendo al aire libre, bajo el calor de los suaves rayos del Sol, disfrutando del viento aún fresco en el brillante y esponjoso pelaje.



Yoongi por su parte, se encontraba dormitabdo en su forma humana en una gruesa rama, alto, muy alto en un árbol, con los felinos ojos cerrados con tranquilidad, las espesas pestañas acariciando las pálidas mejillas y el aire agitando el suave cabello al compás de la música del bosque. Tranquilo, muy tranquilo en su descanso.



——¡Gatote!



——¡Mierda!



Yoongi exclamó finamente al ser asustado, rodando hacia un lado, enterrando sus garras en el tronco para evitar caer de la rama, mirando con enojo a quien se atrevió a molestar su sueño.



Solo para encontrarse con la carita preciosa de Jimin mirándolo con diversión detrás de sus pequeñas manos que cubrían su boquita. El ceño fruncido de Yoongi se suavizó en ese momento, sonriendo un poco por las travesuras de su hadita especial.



Todavía le sorprendía un poco que su corazón se agitara dentro de su pecho, como si hubiese estado corriendo por todo el bosque, solo por ver esos preciosos ojos, esa dulce sonrisa o simplemente por escuchar el sonido armónico de su risa.



¿Cómo podía ser Jimin su destinado cuando eran de dos especies diferentes? ¿Cómo podría funcionar algo así? El corazón se le llenaba de incertidumbre de solo pensarlo, pero le ponía más ansioso no volver a verlo. El futuro se desvanecía de su mente si Jimin no estaba en él. ¿Las hadas tenían destinados? ¿Cómo los encontraban? ¿Cómo sabían quien era su destino?



——Perdón por asustaste, gatito.



Jimin hizo un pequeño pucherito que Yoongi quiso besar más que nada en el mundo y simplemente le sonrió para tranquilizarlo. Yoongi nunca había sido de muchas palabras, siendo una persona más bien introspectiva, pensando cien veces más de lo que hablaba. Y a pesar de eso, Jimin siempre sabía de alguna forma lo que quería decir, lo que quería expresar, los silencios, incluso en su forma animal.



Yoongi bajó lentamente del árbol, con Jimin volando suavemente sobre él, dejando caer polvito amarillo a su alrededor. Un polvito que lo acompañaba a todas partes, en su ropa, en su cabello y en su piel como una marca. La marca de Jimin sobre él, le gustaba pensar a Yoongi. Le hacia sonreír en las noches tocar su pelo y encontrarlo brillante de pequeñas virutas de polvo. Le hacia sentir que Jimin lo acompañaba incluso en sus sueños. Que lo acompañaba incluso si no estaba ahí.



Cuando estaba al nivel de la última rama, Yoongi saltó con facilidad al suelo, aterrizando con suavidad en dos piernas, casi elegantemente. Jimin por su parte dió un giro en el aire y más rápido que nunca antes, se transformó en humano.



Pero diferente a otras veces, sobre la rubia cabeza de Jimin, aparecieron un segundo par de orejitas gatunas, muy similares a las del lince de Yoongi.



——Mi-Minie... ¿Qué es eso?



Asustado, Jimin se cubrió las orejitas con sus pequeñas manos, alejándose de Yoongi dos pasos hacia atrás. ¿Qué diablos está pasando? Se preguntó el felino, dando esos dos pasos más cerca de Jimin, tomando la delgada muñeca del rubio, atrayendolo hacia su cuerpo, bajando ambas manos para ver las delicadas orejitas, que se movieron curiosas cuando fueron tocadas por las delgadas y frías manos de Yoongi.



——¡No las veas, Yoonie! No sé que pasa. ¿Por qué tengo orejitas? ¿Me estoy convirtiendo en un gatote como tu? ¡Pero soy un hada!



——Shh... Shh... Tranquilo, pequeño. Todo está bien. Alguna explicación debe de haber para esto. La encontraremos.



La carita de Jimin se arrugó por la confusión y gruesas lágrimas se escurrieron de sus ojos, enrojeciendo su nariz y sus esponjosas mejillas por el llanto.



Incluso cuando lloraba, Yoongi lo encontraba terriblemente tierno ¿cómo era eso posible? ¿Cómo podía ser una persona así de tierna incluso en su momento más feo? Yoongi le frotó las mejillas con los dedos, apartando las lágrimas de su piel y luego besó su frente, atrayendolo en un abrazo.



——Todo estará bien, bebé. Yo te cuido. Estaré aquí para ti. Siempre.



Alas, Polvito y Park Jimin || YoonMin/KV/NJ [Fluff] By Kim© [EN PAUSA]Where stories live. Discover now