Alas, Polvito y Park Jimin || YoonMin/KV/NJ [Fluff] By Kim© [EN PAUSA]

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Capítulo dedicado a mi hermoso bebé precioso, Brandyourfilter
Creo que éste es el capítulo más largo hasta ahora, disfruten.❤

Caminando en su forma humana, Jimin se adentró en la densidad del bosque con un lince un poco menos pachoncito siguiéndole los pasos con andares elegante por entre árboles y arbustos tupidos, donde los rayos lunares no alcanzaba a brillar.

Hace unos días que el gatote había perdido su abundante pelaje de invierno por uno liso y fresco, brillante bajo los rayos del sol y suave como la seda y el algodón bajo el tacto.

Jimin, en su forma humana, mostraba un segundo par de orejitas idénticas a las del lince que le seguía silencioso por el bosque y las pulseras de oro en sus muñecas y tobillos tintineaban con cada paso, como pequeños cascabeles agitados por una mano. Las luciérnagas los acompañaban cada pocos metros, iluminado un poco la profunda y densa oscuridad, guiando los débiles ojos humanos de Jimin por sobre árboles caídos, baches y piedras que se encontraba en el camino que fácilmente le podrían hacer tropezar.

Aun así, Jimin tropezó un poco hacia adelante con una rama caída, perdiendo el equilibrio solo para ser rápidamente estabilizado por el fuerte cuerpo del felino, evitando la caída. El gatote le maulló de forma aguda, preocupada.

——Estoy bien, Yoonie gatote. Tendré más cuidado.

Yoongi volvió hacer los mismos ruidos que antes, agregando un gruñido al final, como si dijera; “Ten más cuidado, cachorro, no te lastimes”, haciendo sonreír a Jimin que no entendía el lenguaje felino, pero si podía escuchar la preocupación en los sonidos que hacía Yoongi y lo podía ver en sus brillantes ojos, aun con la débil iluminación de las luciérnagas.

“Estas cerca”, le susurró el viento a Jimin, y como si se tratara de magia, unos pequeños hongos, iguales a los que habitaban dentro del tronco de la wisteria, se iluminaron azules y blancos, algunas flores en los árboles, que ya habían retoñado comenzaron a emitir una suave luz rosa y dorada. Y unos metros más allá, sentada en un banquillo de piedra, ramas y flores, estaba la Ninfa del bosque, esperandoles con una suave sonrisa comprensiva. Un pequeño petardo de azúcar le caminaba sobre el desnudo hombro izquierdo, de un lado al otro y, en su regazo, un peludo conejito gris dormitaba. La corona de flores y cristales brillaba magestuosa sobre su corto pelo rojizo y las puntiagudas orejas sobresalían, adornadas de largos aretes colgantes.

——Bienvenidos.

Saludó con una pequeña y elegante reverencia, con esa voz mágica que los hacía sentir tranquilos y seguros, invitándoles con la mirada a que se acercaran un poco más a ella. Una pequeña roca estaba a unos metros a la derecha de la Ninfa, y Jimin se sentó ahí. Yoongi, en su forma felina, simplemente se sentó en sus cuartos traseros al lado de Jimin, descansando su enorme cabeza en el regazo del hada, quien comenzó a rascarle detrás de las orejas con suavidad, haciéndolo ronronear de satisfacción.