Alas, Polvito y Park Jimin || YoonMin/KV/NJ [Fluff] By Kim© [EN PAUSA]

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He estado un poco enferma estos días. Justo antier tenía temperatura.
Perdón por no actualizar. :c

Jimin admiró su tamaño humano por décima vez en cinco minutos y se preguntó por milésima vez si lo que estaba haciendo no era una equivocación.

Al borde del bosque, solo a unos pasos de la aldea cambia forma, el rubio esperaba que el gatote moteado apareciera. No es que acordaran una hora para verse o que fuese una cita real, mucho menos. Pero tenía esa necesidad, ese sentimiento en su corazón de ver a ese adorable felino de colita esponjosa y ronroneos tranquilizadores.

Por esa razón, el rubio se estaba asegurando que cada cabello en su bonita cabeza estuviese en su lugar, y que la corona de flores amarillas y azules que le había hecho Taehyung para la ocasión estuviese en su máximo esplendor, haciéndolo lucir hermoso y adorable.

---¡Tú puedes, Diminie! Tú puedes.

Se dió ánimos a sí mismo, viendo la bonita casa roja, que sabía, era el hogar de esos tres gatotes salvajes. Jimin arregló sus ropas blancas, limpiando el polvillo amarillo que había quedado en sus hombros y respiró profundo, para darse valor. Pero sus piernas no cooperaban con sus pensamiento.

---Tu... no puedes Diminie, mejor regresa a casa. Sagrada Wisteria, ¿qué estoy haciéndo?

Se dijo en voz alta en el último segundo. Dando media vuelta al paso que lo llevaría fuera de la protección del bosque.

Una baja y profunda risa le llegó de los árboles, haciendo eco en el bosque, calentando sus mejillas de la vergüenza y acelerando su corazón. En lo alto, sentado en una rama gruesa, el cambia forma de piel pálida le veía con sus dorados ojos, chispeantes de alegría.

El alfa de lince dió un salto a la nada, aterrizando con elegancia en sus dos poderosas piernas a unos pocos metros de Jimin. Su cabello rubio oscuro, moteado de café en las puntas se agitó con el salto, quedando desordenado.

---Tengo algo de curiosidad, ¿crees que puedas responder alguna de mis preguntas, precioso?

El oro de sus ojos se calentó, fundiéndose al ver de cerca al rubio. Sonrió cuando el tímido asentimiento le llegó con un suave movimiento de cabeza, casi como si Jimin estuviese hipnotizado por sus ojos.

---¿Qué clase de cambia forma eres tú?

Jimin sonrió a lo grande, mostrando esa tierna paletita ligeramente torcida en sus dientes. Sus mejillas se abultaron como una ardillita que ocultar bellotas y sus dulces ojitos del color de la miel, moteados con petitas cafés y verdes se cerraron hasta formas dos perfectas medias lunas, tan bonitas como la diosa en las alturas.

---¿Yo? No soy un cambia formas. Soy Diminie, tú hadita especial. ¿Quién eres tú?

---Min YoonGi, de los linces de las tierras nevadas del Norte. Espera, ¿un hada?

Jimin sonrió otra vez, pero esta vez era una so risa pequeña, con los labios cerrados, simplemente para mostrar que le parecía gracioso su asombro.

---Pruébalo.

Le retó incrédulo. No es que Yoongi no creyera en las hadas, pero tampoco le creía a cada persona que decía serlo.

Por su parte, Jimin levantó su mano, agitando la sobre su cabeza con una elegancia propia de un felino. Dió un giro sobre su eje, con la gracia de un cisne y prontamente el mágico polvillo amarillo brotó de sus dedos, callendo a su alrededor con suavidad, ayudado por el fiel viento que se arremolino a su alrededor, llevándolo sobre todo su cuerpo.

En el lugar en el que una vez estuvo un precioso joven de cabellos rubios, una hermosa hadita rubia flotaba en el aire, ayudado del rápido aleteo de sus finas y brillantes alas. La misma hada se acercó volando al rostro del cambia formas, tocando la nariz del gatote con uno de sus pequeños deditos y riendo después antea cara sorprendida del contrario.

Y la ligera y jovial risa de Yoongi se escuchó, haciendo eco en los árboles ese día, ante el descubrimiento de algo hermoso y especial. Algo mágico, más allá de las palabras.

Esa era la preciosa risa que había estado buscando.

Se nos viene un capítulo bien fluff y bonito. :3

-Kim