¿Amor, amistad o sexo? (Camren G!P Fanfic)

Capítulo 2

— Si, me siento atraída por ti. ¿Estás contenta?— Lauren intentó conjeturar qué podía haber provocado esa conversación. Quizás la cita que Camila había tenido el viernes. Según Camila, no había sucedido gran cosa. Había pensado que el chico era agradable, pero sin oír campanas ni silbatos.

Quizás el grupo la había sometido a tortura. Troy, quien no podía evitar dar consejos, en particular porque lo único que parecía hacer era leer libros de autoayuda. O Ally la esposa de Troy, quien no ofrecía muchos consejos, aunque sentía la necesidad de arreglarle a Camila citas a ciegas. Podría haber sido Normani aunque no parecía factible. Desde su divorcio había jurado que "se olvidaría de los hombres". Por último, aunque no menos importante, podría haber sido Dinah, la única del grupo que era más romántica que Camila. 

Por otro lado, la locura de la idea era típica de Camila.

— ¿Lo dices por cortesía?— inquirió la chica más pequeña.

— ¿Decir qué? 

Camila le apuntó con la cuchara. — Acabas de decir que estabas atraída por mí. Te he preguntado si era por cortesía.

— ¿Cortesía?— rió con ganas—. ¿Contigo? No reconocerías la cortesía aunque te mordiera el trasero.

— De acuerdo. Eso está bien. Yo también me siento atraída por ti.

Vaya. No había esperado eso. Sintió una oleada de placer en el pecho. ¿Se sentía atraída por ella? ¿Y porqué habría de importarle? ¿Qué diablos estaba sucediendo? ¿Quién era esa mujer? ¿Dónde demonios estaba Camila?

— ¿Podemos aminorar un poco? Intento encontrar el equilibrio en el torbellino de tu vida.

Ella asintió, luego comió un poco de postre, como si la conversación no fuera la más extraña en la historia de su relación.

— Claro. Solo digo... en realidad no tiene mucho sentido, ¿verdad? Que las dos vivamos como monjas. No hay nada que prohíba que una persona tenga sexo con una amiga, ¿no? Ya sabes. Sin ataduras. Seguiríamos siendo amigas, como siempre.

— Con la diferencia de que compartiríamos secretos íntimos.

— Sí.

— Y partes corporales.

— Bueno, no las intercambiaríamos. Pero quizás pudieran mezclarse.

— Hmm— tenía a Lauren confundida de verdad. Conocía a Camila desde el primer año en la Universidad de Nueva York. Había estado a su lado durante tres relaciones terribles. Era el tipo de chica a la que recurría cuando las cosas se estropeaban. También ella había estado a su lado.

No había nadie en el mundo que le importara más que Camila y el resto del grupo, que desde el primer día de la universidad viajaban juntas por la vida. Troy, Ally, Normani y Dinah. Los seis eran uña y carne. Se habían contado los detalles más íntimos. Sus amigos eran la alegría de su vida. Pero Camila era especial. Era la roca a la que se agarraba. ¿Y en ese momento quería cambiar todo eso? Carecía de sentido.