Capítulo 7

48.2K 2.2K 174
                                    

Camila abrió el cajón del escritorio para buscar un paquete de chicles, pero solo encontró una goma de borrar y dos entradas usadas para una obra de teatro. Cerró el cajón, luego intentó llamar a Eleonor con la mano, la agente de bolsa que ocupaba la mesa de al lado, pero ésta tenía un auricular en cada oído y no le prestaba atención. Pensó en tirarle la goma de borrar a su colega, pero cambió de idea y volvió a centrarse en su propia conversación telefónica.

El señor Wilkins llevaba hablando diez minutos. Lo había cronometrado. Casi sin descanso para respirar, y en ningún momento había mencionado su portafolio de valores. Sin embargo, estaba al corriente de sus tomates, de los vecinos ruidosos que tenía abajo y del hombre del mercado de la esquina que se ponía ropa de mujer. Realmente tenía cosas mejores que hacer. Pero no podía ser brusca con él. Se sentía tan solo desde que falleció su esposa que no tenía corazón para meterle prisa. Además, Lauren iba a llegar en cualquier momento, de modo que haría las llamadas que le quedaban después de comer.

— No, señor Wilkins, no he visto ese episodio que se ha escrito de un crimen.

— Es bueno, deje que se lo diga. Esa Angela Lindbergh es la mejor actriz del país.

— A mí también me gusta— sonrió. El señor Wilkins tenía tendencia a mezclar las palabras, lo cual resultaba divertido. Alargó la mano y movió el ratón, activando otra vez la pantalla de la computadora. Al instante apareció el programa con la hoja de cálculo. Se relajó. Notó que él se había cansado y que esa era su oportunidad—. ¿Qué le parece pasar el dinero a un fondo mixto?

— Lo que usted considere apropiado, Camila.

— Es su dinero, no el mío.

— Lo sé. Pero me ha cuidado bien durante dos años. Confío en usted.

— Gracias por su voto de confianza. Creo que se trata de una inversión bastante segura. Si está convencido, yo seguiría adelante y lo pondría allí.

— Lo estoy. No podría hallarme en mejores manos.

Camila sonrió, pero no en respuesta a las palabras amables del señor Wilkins. Lauren había llegado. Mientras avanzaba por el pasillo, observó a las mujeres y los hombres observarla. Ya la habían visto antes, pero Lauren no era alguien a quien pudieran intimidar. A todas las mujeres y todos los hombres les gustaría tener un revolcón con ella si pudieran.

Se despidió del señor Wilkins y colgó justo cuando llegaba a su mesa.

— ¿Qué tal?— obligó a que las mariposas que sentía en el estómago se tomaran un descanso. Aún tenía fresca la conversación de la noche anterior. Demasiado fresca. Sintió que se ruborizaba.

— ¿Qué tal tú?

Se veía muy guapa. Lauren se había puesto los pantalones negros que a ella más le gustaban, los que ceñían las piernas largas y le dejaban apreciar más su trasero. La chaqueta negra con la camisa gris que le había regalado la navidad pasada. Una combinación maravillosa.

Vio a la ojiverde echarse el cabello hacia atrás con los dedos.

¿Amor, amistad o sexo? (Camren G!P Fanfic)Where stories live. Discover now