¿Amor, amistad o sexo? (Camren G!P Fanfic)

Capítulo 30

—Es precioso —musitó ella.

Pero Lauren captó la emoción ahogada, la vio parpadear varias veces antes de moverse en el sofá y recubrirse con su dignidad.

¿Qué había hecho? ¿Por qué no lo había visto? Había herido a la persona que más quería en el mundo. Se maldijo por su propia estupidez y entonces se le ocurrió otro pensamiento. ¿Y si había querido que Camila pensara que se trataba de un anillo? ¿Y si había deseado esa reacción como prueba de que si le pedía que fuera su esposa aceptaría?

La idea cegó a la ojiverde un instante y le dificultó pensar. Santo cielo, qué expresión había puesto Camila al abrir el estuche, temblorosa por la anticipación. Camila quería que fuera un anillo. Quería que estuvieran juntas para siempre, y como el golpe producido por una tonelada de ladrillos supo que amaba a Camila y que deseaba, estar a su lado el resto de su vida. Camila era la llave, Había abierto la puerta de acceso a la tienda de dulces y la invitaba a pasar. Así de sencillo.

—Camila —se inclinó, tratando de calmar sus pensamientos febriles, de cerciorarse de que Camila la entendía.

La castaña se levantó de golpe, con el estuche aún en la mano. —Perdona —dijo—. Tengo que... —no terminó la frase y se marchó corriendo.

—Espera —se incorporó de un salto, pero Camila fue demasiado veloz. Al llegar al baño le cerró la puerta en la cara.

—Camila, sal.

—En un minuto.

—No, no lo comprendes.

—Sí que lo comprendo. Lo comprendo muy bien.

Lauren abrió la puerta. Camila se hallaba junto al lavabo con un trozo de papel higiénico ante los ojos. Al retroceder estuvo a punto de tropezar.

—No, no lo entiendes —repitió Lauren—. Te di el estuche equivocado.

—¿Qué?

—El broche. Me equivoqué. Tengo que devolverlo.

—¿De qué hablas?

Avanzó, la aferró por los hombros y la sentó en el borde de la bañera. Entonces la ojiverde bajó la tapa del inodoro y también se sentó. Camila retorcía el papel entre los dedos.

—No lo he comprendido hasta ahora —comenzó—. Pensé que manejaba la situación, pero estaba equivocada —Camila se limpió la nariz pero no la detuvo—. Este... este experimento no salió como yo pensaba. No tenía ni idea... no sabía que alguna vez sentiría esto.

—¿Qué es esto? —susurró Camila.

—Que... que quiero más.

—¿Más?

Asintió, deseando saber cómo decírselo. —Te quiero —soltó.