Siempre te quise

Llamada misteriosa

B. Aló,  con el Dr Valencia porfavor.

Secretaria. Quién lo busca?

B. Beatriz Pinzón,  presidenta de Ecomoda.

Sec. Espere un momento, vere si puede atenderla.

B. Espero, gracias.

Sec. Disculpe que lo interrumpa Dr Valencia,  tiene una llamada de Ecomoda, es la presidenta quien lo llama.

D. Ah sí? Bueno, paseme la llamada.

Sec. De inmediato Dr.

D. Aló?

B. Buenos días, Dr. Quisiera hablar un tema importante con usted, será posible que venga hoy a Ecomoda?

D. Por supuesto,  a las 4 me desocupo aquí, en cuanto termine voy a la empresa, yo igual necesito hablar urgente con usted Dra Pinzón.

B. Bueno Dr, aquí lo espero, adiós.

D. Adiós.

B. Aura María, puede venir porfavor.

A.M. sí Betty,  que necesita?
B. En una hora llegará el Dr Valencia, cuando llegue dígale que lo estaré esperando en presidencia, una vez que él entre no quiero que nadie nos interrumpa, debemos hablar temas muy serios y sacar cálculos importantísimos,  por lo que no debemos ser molestados por nadie entendido?

A.M. sí, clarísimo Betty.

B. Bueno, yo ahora me quedaré adelantando, porfavor que nadie entre, desde este momento solo él puede entrar a mi oficina.

A.M. ok.

B. Gracias Aura María.

A las 4.20 Daniel estaba entrando, saludó distante como siempre y habló directamente con Aura María.

A.M. buenos días Dr, Betty lo espera en presidencia.

Daniel entra a la oficina, al abrir la puerta lo primero que ve es a Beatriz apoyada en el escritorio, mirándolo con sus ojos almendrados, pero esta vez sus ojos expresaban deseo al igual que su cuerpo, tenía puesto un baby doll negro.

B. Cierra la puerta, le dice lanzándole las llaves.

Dios, estaba tan sorprendido y ella me puso tan nervioso y ansioso que no lograba introducir la llave en la cerradura, me temblaban las manos y esos segundos se me hicieron eternos.

D. Listo.

Ella se le acerca lentamente, según él parecía una pantera acercándose sigilosamente a su presa, si bien su carita de ángel lograba engañar al resto del mundo a él ya no lo engañaba, sabía de lo que ella era capaz y le encantaba que esa mirada de lujuriosa solo fuera para él.

B. Ya no aguantaba un segundo más sin ti, le dijo mientras le tiraba de la corbata llevándolo hasta el sofá.

D. No te da miedo, hacerlo aquí, que alguien nos pille?

B. Mm mm, dijo moviendo su cabeza de un lado a otro, mientras le quitaba la corbata. Dejé órdenes expresas de que nadie nos puede interrumpir en la reunión importantísima en la que estamos definiendo el futuro de Ecomoda.

D. Te amo, le susurró al oído.

B. Shhh! solo disfrutame.

Se comenzaron a besar apasionadamente, ambos se necesitaban, no se veían desde que Doña Julia los había encontrado en la casa, estaban desesperados por tenerse, sus cuerpos eran una droga la cual ninguno estaba dispuesto a dejar, se amaron como nunca, hicieron el amor en cada rincón de esa oficina, en el sofá, en el piso, en el escritorio hasta en la cueva, estaban tan exhaustos que hasta durmieron rato en el sillón.

Daniel se despierta y mira la hora en su reloj, faltaban 15 minutos para salir.

D. Amor, amor despierta.

B. Mmm noo, oso... un besito y me despierto.

Daniel la besa delicadamente, pero ella de inmediato comienza a subir el tono del beso.

D. Ya amor jaja usted no se cansa mi diosa.

B. De ti, JAMÁS. Pero tienes razón, ya es hora de salir y estamos así todos desastrosos.

Betty camina desnuda hacia el escritorio y coge el teléfono para hablar con su secretaria y avisarle que aún no terminan el informe, por lo que se irán más tarde.

Daniel la mira de pies a cabeza y no comprende como ese cuerpo tan chiquito en la intimidad se transforma en una amazona, en una diosa de olimpo, como esa mujercita logra hacer que se queme en el infierno y al mismo tiempo lo haga tocar el cielo.

Betty comienza a vestirse y Daniel igual.

B. Amor me prestas tu maletín.

Daniel se lo pasa sin entender porqué se lo pide.

Ella lo abre y guarda prolijamente doblado el baby doll que había usado.

B. Es un regalo, para que me recuerdes cuando pasemos mucho tiempo separados.

D. Esto lo usarás para nuestra luna de miel.

B. Ah sí?

D. Mmjj

B. Pues, para eso falta que me lo pidas.

Daniel se arrodilla y le pregunta si se quiere casar con él ahora mismo.

Betty se arrodilla frente a él y le dice, mi amor, no seas loco jajaja por supuesto que quiero ser tu esposa, pero primero debemos hacer oficial lo nuestro, digo mi papá ni se imagina lo que hay entre nosotros y para mi es muy importante contar con su apoyo.

D. Decidido entonces, haremos público lo nuestro.