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Dust comía uno de los tacos del plato en la mesa de la cocina, junto a el estaba Blue hablando de cualquier cosa, pero no le prestaba atención ya que las palabras que había dicho antes le habían recordado a algo horrible. Le había recordado a su pasado, a su hermano.

...

Murder y Papyrus siempre se apoyaron y quisieron desde pequeños. El más pequeño, Papyrus, siempre estuvo detrás de su hermano, admirándolo desde cerca. Los dos se quedaron huérfanos a una edad muy temprana, 5 y 7 años respectivamente, perdiendo a sus padres en un accidente de trafico y dejando a un pequeño niño con la responsabilidad de subsistir. Dust y Papyrus vivieron a partir del dinero que sus padres dejaron como herencia junto a la casa, en eso Dust se aseguró de sacar las mejores notas, para en un futuro poder estar aún junto a su hermano.

A los dieciséis años Dust comenzó a tener dos trabajos de medio turno en fabricas, así pudiendo pagar lo necesario para el y su hermano. Pero todo cambió esa noche, Dust pudiendo tomar un descanso del ajetreo de los trabajos y estudios decidió ir a una fiesta con sus amigos. Le dijo expresamente a Papyrus que no fuese a la fiesta, sabía muy bien lo que podía pasar allá y no quería que le pasara nada, igualmente su pequeño hermano lo siguió para asegurarse de que estaría bien, era demasiado inocente para siquiera pensar lo que se hacia en esas fiestas.

Los dos llegaron, aunque uno sin saber de la presencia de otros. Era una locura de fiesta, gente fumando por todos lados, gente probando drogas muy fuertes, botellas con alcohol derramándose por todos lados por culpa de la gente ya muy borracha para mantenerse de pie y gente metiéndose mano o subiendo a las habitaciones para dar el siguiente paso. A Dust solo le importaba una parte de estas cosas, la droga. Había rumores de una nueva droga que te hacía perder la cabeza y expandir todos tus sentidos de manera excepcional. Emocionado se inyectó la misteriosa sustancia junto a otros pocos más, notando como esta se expandía por todo su ser.

Este se respaldó en la pared, extasiado por la sensación del liquido pasar por sus vasos sanguíneos. Este se encontraba bien, en lo que cabía, pero Papyrus en su inocencia no sabía que era lo que tenía en su cuerpo su hermano y pensaba que se encontraba mal. Preocupado se acercó a su mayor para ayudarlo, un gran error. Dust estaba por completo controlado por sus intentos, ni siquiera podía distinguir bien su entorno.

Dust al notar la mano de alguien en su brazo se giró viendo a su hermano, con el efecto en su cuerpo, lo único que pudo sentir es odio. Ese pequeño niño, por su culpa se había tenido que esforzar el doble, por su culpa nunca tenía tiempo libre. Esos pensamientos no eran ciertos, Dust no pensaba así, pero igualmente lo grito a todo pulmón, recitando el supuesto odio que le tenía.

El pequeño entre llantos por las palabras de su hermano le respondió, replicando que el no tenía la culpa y que siempre se esforzaba para ayudarlo, eso definitivamente inundo de ira a Dust. La gente que miraba la escena pudo ver como Dust cogía un cuchillo, asustados algunos empezaron a huir y gritar por ayuda, otros valientes intentaron pararlo, pero fue inútil. El ahora desquiciado se abalanzó sobre el asustado papyrus que sollozaba y gritaba a su hermano que parase.

Nadie pudo hacer nada, los gritos de dolor resonaron por toda la habitación, el cuchillo empuñado estaba atravesando la caja torácica del menor, dejando un charco de sangre debajo del moribundo. Todo el mundo se fue corriendo, algunos como pudieron huyeron y otros fueron a pedir ayuda a las autoridades. En medio de la sala ahora vacía, Dust miraba el cuerpo de su hermanito pequeño a punto de perder su vida, por su culpa.

Papyrus: M-Mur-der, cal-ma, to-todo es-tara b-bien- Dijo en un ultimo suspiro, esas fueron sus ultimas palabras antes de perder la vida, unas que marcaron a Dust por el resto de sus días-

Dust fue arrestado y llevado a judgados, sentenciado a cadena perpetua. Pasó ahí tres años, siendo temido incluso por la gente de ese lugar, pero luego de varias entrevistas y análisis psicológicos se llevaron a Dust a un centro psiquiátrico, mejor dicho un manicomio. Pero gracias a la menor cantidad de seguridad y personas pudo escapar fácilmente, matando a todos, cualquiera que se metiese por su camino.

Así comenzó su vida como un asesino a sangre fría, disfrutando todas y cada una de las muertes que causaba. Poco después fue encontrado por Nightmare, el cual le ofreció el trato de trabajar para el. Este aceptó y desde entonces ha estado en la compañía, siendo el sicario perfecto.

...

Una gran tormenta azotaba al distrito siete, haciendo que por la ventana se viesen las luces de los rayos y se escucharan los truenos, fuertes vientos y las gotas que caían con fuerza al cristal. El pequeño omega Blue se tapaba en las sabanas de la cama de Dust, intentando ocultarse de sus miedos. Odiaba las tormentas, los estrepitosos ruidos y fuertes luces le aterraban.

Se quedó así varios minutos cuando los truenos se dejaron de escuchar asomó la cabeza de entre las mantas, pensando que todo ha terminado. De pronto la oscuridad se fue por un momento por la luz de un rayo que vino junto al sonido del trueno, y por un segundo pudo ver un humano ensangrentado, con un chuchillo apuntando hacia el. Blue asustado se volvió a esconder en las sabanas, que extrañamente le daban una sensación de protección. De un segundo a otro las sabanas fueron apartadas dejando descubierto al menor y alterando a este.

Blue: ¡POR FAVOR NO ME MATES!- Gritó-

Dust: Tranquilo Berry- Blue temblaba y lloraba desmesuradamente, estaba muy asustado- Soy yo, Dust.

Blue: y-Yo, tengo m-miedo- Sus palabras temblaban-

Dust: Esta bien, hazte a un lado- Dust se acostó a un lado de la cama y luego acercó al pequeño a el, dejando su cabeza en su pecho, haciendo que escuchara sus constantes y regulares latidos. Blue abrazó al mayor en busca de protección y poco a poco se comenzó a dormir- Buenas noches Berry.

Blue: Buenas noches, Dust.

Murder hacia años que no tenía un propósito claro en su vida, pero ahora tenía a Blue. Ahora tenía a ese pequeño cachorro que debía proteger, de todo. Se había encariñado con ese pequeño Omega y, después de tanto, tenía a alguien que pudiese acompañarlo siempre. Sería su amigo ¿Pero estaba seguro de que eso era lo que quería? Dust revolvió los cabellos de Blue con su mano, confuso de sus propios pensamientos.

Un simple omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora