Capítulo 23

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HOLA FELIZ LECTURA, SI TE HA GUSTADO ESPERO TU VOTO.
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Malkier se vistió con ropa de traje, un traje azul con una gabardina rojiza, color que siempre usaba un Bennett, aunque la verdad representar una de esa familia le hacía sentir repugnancia, odiaba cada día de su vida ese apellido.

-Supongo que me quitas el tiempo para algo, no sé porqué no te das por vencido cuando te he dicho que no quiero tener ninguna relación contigo, eres una masoquista -El chico se cruzó de brazos, que digo chico, hombre, Malkier se veía como de unos 24 años y así era.

-Si te tengo que decir algo, eso no me incumbe a mi pero ya que ella no quiere hacerlo y morirá pronto por qué ya está algo vieja no quiero que te deje una carta y vivas sin saber cómo se siete...

-Espera, espera, espera, detente, no entiendo ni una mierda de los que estás hablando, ve al puto grano que tengo que irme -miró su reloj.

-La señora beatriz es tu mamá.

-Que me estás contando -Comenzó a sentir que debía respirar, ya que su concentración se había perdido y no lograba hacerlo automáticamente.

-Me lo confirmó mi padre.

Malkier abrió los ojos en sorpresa, puso su mano en el pecho y se sentó de golpe en la cama. Miró al suelo y allí centro su mirada.

-No lo puedo creer, esto es mentira -Susurró para si mismo.

-Pero es verdad, ella mima lo confirmo también, se discutió pero lo confirmó.

-No, es... imposible. ¿O si? Pero no. Por qué ella...

-algo pasó para que ella nunca te lo dijera. Perdón eres mi primo segundo.

-Tanto tiempo de sufrimiento por parte de nosotros, tanto tiempo humillando, insultando y es mi madre -Malkier empezó a llorar cosa que a Lorena en el fondo le pareció ¿desconsertante? ¿raro? veía el hombre llorar descontrolado, golpeó su cabeza varias veces con la palma de su mano-. Debo pedirle perdón, sí; debo hacerlo. Tengo que decírselo, ahora.

Se levantó de la cama y salió a toda prisa, Lorena tenía el corazón acelerado, cómo se pondría la señora beatriz, quizás no lo quería y por tal razón había negado que es su hijo y ahora lo estaba conduciendo hasta la cocina. Todos allí en aquel lugar se quedaron perplejos al ver a unos de los jóvenes Bennett allí y no solo eso sino del Bennett que se trataba, probar la comida solía ser de Melquisedec según él pero aquí estaba, Malkier, algunos criados que lo vieron por el pasillo junto a Lorena fueron a ver qué estaba pasando sin mencionar que aquel joven traía un rostro de amargura.

-¿Sucedió algo joven Bennett? ¿Tiene hambre? -Eladio se acercó a él asiendole aquellas preguntas el cuál el joven no contestó, su vista estaba en ella, en la señora beatriz, la sospecha de que él ya sabía la verdad rondaba por la mente de Beatriz al ver a Lorena junto a él pero ¿Por qué había llorado?.

-¿Es a mí? ¿Quieres decirme algo a mi? -Beatriz se preparó para lo peor, quizás algunos insultos por haberle ocultado la verdad y quizás odio del que ella se estaba librando hace tiempo.

-Si -El chico camino hacía ella, se arrodilló y abrazo sus piernas-. Lo siento tanto mamá, lo siento, lo siento -El corazón de beatriz dió un vuelco no pudo más y empezó a llorar junto con él.

Ellos Mienten.©//Pronto En Edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora