Ellos Mienten.©//Pronto En Edición

🍒CAPÍTULO 2

Eladio rascó su cabeza mientras veía al hombre llorar por su hermana, se acercó al chico y tocó su hombro, pues en algo si estaban de acuerdo, habían pasado por la misma situación y quizás para Eladio un poco más traumático tratándose el hecho de que había Sido dos pérdidas en vez de una.

—Los acusaré en este momento —el joven apretó el diario con mucha rabia.

—Si niño pero antes quiero que me ayudes.

—Esta es la ayuda ¿no? Acusarlo por asesinato —Eladio afirmó con la cabeza.

—Pero no es solo eso, debe haber suficiente pruebas para esto.

—Para nada, solo debes decirle a Rebecca que hable.

—Es que aún no lo has entendido, Rebecca, ni siquiera su cuerpo se encuentra.

—¿De que hablas? No puede ser, pensé... Oh Dios.— Kevin se sentó de golpe en en la silla que tenía detrás.

—Ahora lo entiendes, necesito encontrar el cuerpo de mi hija, por lo menos algo de ella, alguna señar de que existió para comprobar lo que hay escrito en este diario.

—No sabes que sucedió con ella.

—Lo sé, es que el cinco de agosto pasaron muchas cosas, mi esposa murió ese día pero no solo ella sino todos los criados, esa familia está loca, es tan horrible recordar. — Eladio bajo la cabeza cerrando los ojos, era demasiado traumático volver a ese día, el simple hecho de ver cómo moría persona a su alrededor y que él y dos personas más hayan quedado viva para su sufrimiento era suficiente para volverlos locos. La señora Beatriz apenas hablaba de ese día y ni decir de Andrés temblaba cada vez que llegaba ese día en el calendario.

El miedo, la rabia, la angustia y otros sentimientos no deseados llegaban para ese día, porqué no solo Eladio había perdido familia, estaba conciente de eso, solo que, se sintió traicionado, tanto tiempo trabajando para esa familia y que le hayan pagado de esa manera era realmente horrible.

—Te lo prometo Eladio, no voy a descansar hasta que esa familia pague por sus errores... Pero debes contarme todo de pies a cabeza con detalles que pasó ese día, se que es un sabor amargo recordarlo esto solo nos ayudará a los dos a ser libres del todo.

—Lo sé —Eladio seco una lágrima que bajaba por su mejilla—. Ahora debo volver a la mansión salí sin permiso.

—Tengo algo más que decirte —Kevin lo detuvo.

—Bien, dímelo.

—Hay alguien que nos puede ayudar y descubrir que pasó o por lo menos dónde está Rebecca, tu sabes quién es.

—¡No! No la meteré en esto —dicho esto salió de la casa.

Hola, termine de publicar todas las notas del diario de Rebecca, esta historia es un rompe cabeza hay que armar las piezas, empezamos de nuevo. Feliz día.