CAPÍTULO 2

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Mi cometa volaba alto ese día estaba a la izquierda de la mansión no tan cerca del lago, pero mi vista se desvío al ver desde lejos la multitud de gente con camaras detrás de los hermanos, no entraron a la propiedad ya que los seguridad no se los ...

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Mi cometa volaba alto ese día estaba a la izquierda de la mansión no tan cerca del lago, pero mi vista se desvío al ver desde lejos la multitud de gente con camaras detrás de los hermanos, no entraron a la propiedad ya que los seguridad no se los permitieron, fue el primer día que por fin vi los hermanos Bennett y a decir verdad eran muy atractivos. Me escondí para que no me vieran y mi cometa se soltó, bufé por lo ocurrido y corri tras ella y llegando al lago me detuve, el lago estaba bien cuidado, con flores rojas a su alrededor una entrada que permitía nadar dentro de él pero solo para las personas que sabían nadar porque era verdaderamente hondo.

—Nooo —Me quejé viendo como se llevaba el viento la cometa en el cielo, bufé pateando la yerba y sin querer arranque las flores de una de las esquinas del lago me agaché e intenté enterrarla otra vez, sentí un movimiento tras de mi y di la vuelta encontrándome con un Bennett.

El hombre se quedo perplejo mirándome, su cara reflejaba tristeza, quizás por que mi cometa se había ido aunque eso no tenía nada que ver yo simplemente estaba sacando conclusiones por lo triste que se veía el rostro de este hombre, una mirada vacía a través de unos ojos verdosos que me escudriñan.

—¡Que te dije lorena! —el hombre metió su mano en el borcillo y puso la vista en mi padre—. ¿Cómo te atreves a hablarle? —dijo mi papá una vez estando frente al Bennett, el mismo no había dicho uma sola palabra. Solo nego con la cabeza, vi que pronto lloraría pero solo fue algo que deduje cómo había dicho era la primera vez que veía uno de ellos que por tal razón no conocía sus expresiones, el joven solo se fue tan rapido como pudo.

—¿Papá por qué llora ese hombre? —pregunté al acercarme.

—¿Que te había dicho? ¡Dime! —mi papá estaba muy furioso.

—Nada, no dijo nada solo me miró —balbuceo jugueteando con mis manos, estaba nerviosa el ambiente se había quedado incómoda.

—¿¡Y por qué te quedaste aquí!?

—Oye no me grites —Mi papá puso la mano en su cintura y respiro profundo.

—No quiero que te pase nada nena, esa gente es peligros —Caminó hacia mi—. Solo alejate de ellos, especialmente de él, y sin preguntas —afirme con la cabeza, papi me abrazo y nos fuimos dentro de la casa entrando por una puerta que conducía al pasillo tan conocido.

Por alguna razón al ver ese Bennett sentí una inmensa tristeza, no sé porqué tal vez la que lloraba por dentro era yo al ver si reflejo, según papá ellos eran gente mala y no debíamos confiar nunca. Pero no, yo senti algo más, yo senti que podia confiar en él pero como soy adolescente que no sabía nada seguí las instrucciones de mi padre no me acercaría a ellos, aunque la curiosidad de saber algo más específicamente de él me estaba matando.

 Pero no, yo senti algo más, yo senti que podia confiar en él pero como soy adolescente que no sabía nada seguí las instrucciones de mi padre no me acercaría a ellos, aunque la curiosidad de saber algo más específicamente de él me estaba matando

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Ellos Mienten.©//Pronto En Edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora