9. Cinco años, Naipes y Burbujas

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CINCO AÑOS (Cong, Febrero 2027)

Aitana no es capaz de reaccionar hasta que el último trozo de papel toca el suelo. 

- ¿Qué cojones...? - incluso cuando se pone en pie parte de su cerebro aún está trabajando en procesar la información. 

Lo peor es ver como Luis se sacude las manos, como si acabase de echar algo a la basura y le sonrie. 

- ¿Algo más con lo que pueda ayudarte, Aitana? 

Se pregunta si puede ser que Luis haya sufrido algún tipo de crisis nerviosa y que en cualquier momento su sonrisa estallará en mil pedazos y empezará a gritarle de nuevo. 

Casi lo prefiere.

Pero Luis apoya ambas manos sobre la mesa y repite la pregunta. 

- He preguntado si hay algo más con lo que pueda ayudarte- su rostro no se altera lo más mínimo- porque de lo contrario, estoy algo ocupado. 

Aitana boquea como un pez fuera del agua. Se levanta y pasea por el despacho, 

- Escucha Luis, me equivoqué, soy consciente de ello, pero...

Él levanta un dedo, solo uno e interrumpe su paseo y sus palabras. 

- Palabras, Aitana, solo palabras- agita el dedo levantado de un lado a otro, negando- entenderás que ahora mismo me resulta muy difícil creer nada que salga de tu boca. 

Es difícil replicar a eso después de lo que acaba de contarle. 

- Lo entiendo, pero si no me firmas esos papeles...

Luis se sienta, levanta las piernas y las coloca con elegrancia sobre la mesa, como si no midiese metro ochenta. 

- Veamos, si no te firmo esos papeles no te podrás casar. 

Su tono es paternalista, pero Aitana es consciente de que lo está haciendo a propósito para cabrearla. 

- Claro- menea la cabeza y abre los ojos indicando sorpresa como si acabase de ocurrírsele una idea- que podrías ir al registro y decir que alguna de esas firmas es falsa. Concretamente la del novio. El matrimonio sería nulo, o anulable, no estoy seguro del término jurídico correcto. 

Ella se muerde la lengua. No piensa morder el anzuelo. 

- No estoy muy segura de cual es la pena de carcel por falsedad documental, porque estoy bastante seguro de que es un delito- se encoge de hombros- supongo que Jon podrá esperarte hasta entonces o  quizá podríais casaros en prisión 

Su abogado fue igual de brutal cuando le explicó la situación. 

Para ser completamente justos, la primera intención de Aitana había sido solucionar todo el asunto sin molestar a Luis. 

Sin incurrir en su ira también, para que negarlo. 

Pero la previsión de tres a seis años de cárcel por falsificación de un documento público había enfriado su buenas intenciones.

- Así que, si no me equivoco, tú única esperanza es que yo firme esos papeles- suelta una risa artificial- bueno, esos no, ¿verdad?. 

Aitana ha trabajado mucho en mejorar como ser humano en los últimos años. Con ayuda profesional, con esfuerzo personal. 

Todo ha merecido la pena.

Pero el impulso de coger el pisapapeles de colores que adorna la mesa de Luis y tirárselo en la cabeza aún le susurra desde algún rincón olvidado de su cerebro. 

En las pequeñas cosasDove le storie prendono vita. Scoprilo ora