Cap 29 ~ Hablemos ~

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Guzmán Owens.

Dejo que Frederick y los socios se ocupen de la corporación en lo que yo intento resolver el impertinente fracaso de Jhonatan, su currículum destaca gran desempeño laboral y eso es una mierda, que esté altamente capacitado es mentira y que haya fallado en algo tan fácil es una vergüenza.

Recibía un gran fajo de billetes y el muy mediocre no pudo hacer bien su trabajo.
Sólo le había sumado un punto más a mis problema.

— No sé como demonios pudo ocurrir, Owens— trató de vacilarme. ¿Acaso pensaba que no iba a darme cuenta ? —he sido súper cuidadoso todo este tiempo. En verdad te pido que por favor me cedas otra oportunidad.

—No existen las segundas oportunidades, por lo tanto te anticipo que mi abogado se comunicará contigo para acordar las reglas de confidencialidad.

— Guzmán, por favor déjeme arreglar esto.

— Que tengas buena mañana— no dejé que insistiera; no había tiempo para protestas, me levanté y llamé al mesero, dejé unos billetes y me preparé para salir de ahí— Yo invito.

Me alejé de la mesa y fui camino hacia la salida, tengo la vista en el Evoque de negro listo para volver a casa y encargarme yo mismo del problema.

Si bien no es una gran amenaza, tengo presente que tampoco era una mínima molestia.

Érika quizá necesitaba estar a la defensiva con Elizabeth en casa; sólo nos quedaba un día, pero aún así las probabilidades de que ella intentara hacer algo eran muy altas. No podía fiarme de la suerte.

Pensé tanto mientras iba camino hacia mi auto que al final de todo me sentí como un imán de tragedias, los últimos 2 mese no habían sido buenos, las cosas no iban bien: ni en mi vida ni en mi empresa.

Me subí al coche y lo puse en marcha hacia la mansión, cuando estuve a unas cuadras de recorrido recibí una llamada y me detuve en el semáforo para enlazarla con el altavoz.

—¿Quién habla? — pregunté.

El número no estaba registrado.

— Jessica, señor — contestan.

— Sea más específica por favor.

— Trabajo en la mansión Owens —dijo — Se trata de su prometida, la señorita Collen.

Revisé el retrovisor y lo limpié con las mangas del traje.

La sirvienta creó un silencio que no se diferenciaba tanto del suspenso que le ponen a esas novelas que solían ver en los descansos.

— ¿Que sucede con ella?

— La señorita ha abandonado la mansión hace un par de horas y ha llevado consigo todo su equipaje.

— ¿Qué?.

¿Que demonios estaba diciendo?

— La señora Owens dijo que se había retirado por temas familiares y que usted estaba al tanto.

Menuda mentira. Pensé .

— No tenía pensado llamarlo, sin embargo me vi en la obligación de hacerlo debido que la señorita ha olvidado su teléfono y este no ha dejado de sonar en lo que lleva de la mañana— parece no saber que hacer cuando una llamada se hace presente en ese mismo instante.

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⏰ Última actualización: Jan 05, 2023 ⏰

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