Cap 3/~ Señora Henderson ~

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Me encantaría ver mi rostro en estos momentos, por poco pierdo la mandíbula.

Cierra la boca ya.

Tan torpe y despistada. ¿Realmente me gradué con honores? Empiezo a dudar.

Pensé que el señor Owens ya se había marchado. Vean lo equivocada que estaba, una vez más dejo que mis supersticiones protagonicen tan bochornosa situación.

Quería meter la cabeza bajo tierra y ocultarla ahí como un avestruz, si fuese posible me encantaría ir a trabajar con balde en la cabeza a partir de hoy. No, aún mejor: no volveré al trabajo después de esto. Mejor si soy despedida.

— Un pequeño felino que no quiso ir a casa,¿la asustó?.

Que pregunta para más boba. No va para nada con el semblante y la actitud que lleva. Un semblante muy "misterioso y sexy",o eso es lo que suele decir Fab.

No confirmo ni desmiento. Me abstengo.

—¿Prefiere los perros como la gran mayoría?

— Creo que las panteras  son buenas — ensancho una sonrisa sin mostrar los dientes, sigo con la mirada al frente y siento que he llamado su atención.

Muy linda, pero  trata de no abrir la boca. Obviamente no estás pensando.

Ni siquiera me atrevía a dar la cara ¿porqué tenía que ser yo la avergonzada?, él se quedó allí espiando, eso es ma grave. Creo, no sé bien lo que digo.

Guzmán intentó verme y seguramente quería interactuar conmigo, no se lo permití porque quité la vista para fijarme únicamente en la ventana. Mientras veía el vidrio supliqué varias veces para que el camino fuera tan silencioso como el primero.

— ¿Te mudaste de casa?

Inútiles súplicas.

Realmente no quería contestar, tampoco quería ser una grosera, mucho menos perder mi empleo aunque hace unos minutos había dicho que no me importaba ser despedida.

— Tengo un apartamento cerca a la corporación.

— ¿Un apartamento?— de reojo vi que estaba mirándome.

— Si.

— Entonces me dirige.

Yo sólo asentí.

Quería parecer ocupada o simplemente metida en mis cosas, navegué en mi teléfono seguidas veces con el fin de no entablar una conversación, agradecí al cielo cuando recibí una llamada entrante, vi la pantalla y era Gabriel. Gracias. Pensé.

— Bueno — cogí su llamada.

Hablamos de la fianzas que había pedido hace unos días, indirectamente y en clave le pedí que no colgara.  Siempre acudía a él porqué era confiable, nunca preguntaba y lo otro era que siempre entregaba lo que necesitaba a tiempo.

Ganas no me faltan para decir que su asistente necesita un asistente y que él es un explotador sin escrúpulos.

Llevo la vista a la ventana y sonrío sin necesidad cuando veo mi edificio en frente.

— Legamos.— detiene el auto.

— Gracias. — digo nuevamente.

Tomo mi bolso quitándome el cinturón para bajar del coche, me acerco al edificio y poco a poco llego a su interior, el chirrido de las llantas llenan la carretera y giro para verificar que realmente se haya ido.

Al fin.

Tomé el ascensor y entré sin observar si había alguien en él, iba con la cabeza abajo y seguramente iba a tener tortícolis.

SÓLO ES MI JEFEWhere stories live. Discover now