Cap 11 /~ Gran actor ~

6.5K 329 26
                                    





Entramos y nos acercamos a una mesa donde estaban algunas personas, habían 4 hombres y 3 chicas, yo supuse que eran amigas de Guzmán o de seguro también fueron compradas por aquellos empresarios en la espera de una herencia.

—Guzmán! gusto en verte de nuevo, amigo —uno de acerca a saludarlo con un abrazo.

—Igualmente, Eduard —se separan y Guzmán voltea a observarme— Ella es Érika, mi prometida— nuevamente me toma de la cintura y me apega a él.

—Un gusto Érika —sonríe y me estrecha la mano— no puedo creer que hayas tenido tan mala suerte ¿Cuánto te a pagado? Sabes que es rico ¿verdad?.

Jodidamente rico. Estoy al tanto de su riqueza.

Todos ríen junto a él y yo finjo, como siempre.  No era novedad .

— ¿Cuando tendrás mejor sentido del humor?— Guzmán se acerca y palmea su hombro como el saludo de unos viejos amigos. Es increíble que tenga de esos.

No alargo mi presentación, pero tampoco dejo dudas de que soy real y no un robot como siguen bromeando.

¿Se supone a si son los chistes entre ricos?

En seguida nos traen las cartillas y cada uno se centra en la gran variedad de platillos. Al menos tengo suerte de que nadie diga nada por un buen rato.

—¿Que pedirás? — me pregunta viendo la cartilla.

Me he quedado con ganas de un vaso de agua

—No lo sé. Escoja usted, igual siempre lo hace ¿no?

Me da una mirada seria y luego pasa a dictar nuestros platillos. Al esperar la comida Guzmán se la pasaba hablando con sus amigos, yo me dedicaba a jugar con los dedos y sonreír de vez en cuando, evitaba el contacto visual y los momentos incómodos. Si ellos reían, yo también lo hacía.

Al rato llegaron los platillos y todos se dieron provecho a comer. Todo lucia tan fino y apetecible.

Bajo la mira a mi plato y veo que son...

— Camarones.. — susurro sólo para mí.

Guzmán voltea a verme con el entrecejo hundido y los labios en línea recta, totalmente confundido.

—Pasta Gourmet con camarones— me informa— ¿no te gusta la pasta?

— No se trata de eso — hablo sólo para él.

—¿Entonces cuál es el problema? Pediste que escoja.— me lo recuerda.

—Director Owens, soy alérgica a los camarones— le digo.

Se reincorpora y coge el nudo de su corbata para aflojar un poco de este, vuelve a inclinarse y prosigue a hablar.

—¿Porqué no me lo dijiste antes? — puedo ver que no va de buen humor.

—Creí que usted ya lo sabía, dijo que conoce a sus trabajadores— hago memoria sobre lo anterior.

— Por favor, Collen— se humedece los labios y se toca el puente de la nariz— No es el momento.

SÓLO ES MI JEFEWhere stories live. Discover now