Entramos y nos acercamos a una mesa donde estaban algunas personas, habían 4 hombres y 3 chicas, yo supuse que eran amigas de Guzmán o de seguro también fueron compradas por aquellos empresarios en la espera de una herencia.—Guzmán! gusto en verte de nuevo, amigo —uno de acerca a saludarlo con un abrazo.
—Igualmente, Eduard —se separan y Guzmán voltea a observarme— Ella es Érika, mi prometida— nuevamente me toma de la cintura y me apega a él.
—Un gusto Érika —sonríe y me estrecha la mano— no puedo creer que hayas tenido tan mala suerte ¿Cuánto te a pagado? Sabes que es rico ¿verdad?.
Jodidamente rico. Estoy al tanto de su riqueza.
Todos ríen junto a él y yo finjo, como siempre. No era novedad .
— ¿Cuando tendrás mejor sentido del humor?— Guzmán se acerca y palmea su hombro como el saludo de unos viejos amigos. Es increíble que tenga de esos.
No alargo mi presentación, pero tampoco dejo dudas de que soy real y no un robot como siguen bromeando.
¿Se supone a si son los chistes entre ricos?
En seguida nos traen las cartillas y cada uno se centra en la gran variedad de platillos. Al menos tengo suerte de que nadie diga nada por un buen rato.—¿Que pedirás? — me pregunta viendo la cartilla.
Me he quedado con ganas de un vaso de agua
—No lo sé. Escoja usted, igual siempre lo hace ¿no?
Me da una mirada seria y luego pasa a dictar nuestros platillos. Al esperar la comida Guzmán se la pasaba hablando con sus amigos, yo me dedicaba a jugar con los dedos y sonreír de vez en cuando, evitaba el contacto visual y los momentos incómodos. Si ellos reían, yo también lo hacía.
Al rato llegaron los platillos y todos se dieron provecho a comer. Todo lucia tan fino y apetecible.
Bajo la mira a mi plato y veo que son...
— Camarones.. — susurro sólo para mí.
Guzmán voltea a verme con el entrecejo hundido y los labios en línea recta, totalmente confundido.
—Pasta Gourmet con camarones— me informa— ¿no te gusta la pasta?
— No se trata de eso — hablo sólo para él.
—¿Entonces cuál es el problema? Pediste que escoja.— me lo recuerda.
—Director Owens, soy alérgica a los camarones— le digo.
Se reincorpora y coge el nudo de su corbata para aflojar un poco de este, vuelve a inclinarse y prosigue a hablar.
—¿Porqué no me lo dijiste antes? — puedo ver que no va de buen humor.
—Creí que usted ya lo sabía, dijo que conoce a sus trabajadores— hago memoria sobre lo anterior.
— Por favor, Collen— se humedece los labios y se toca el puente de la nariz— No es el momento.
YOU ARE READING
SÓLO ES MI JEFE
RomanceContrato. Erika Collen, tiene 23 años , lleva 1 año trabajando como asistente personal en Owens corporation, dirigida por Guzmán Owens la persona más estricta del mundo con apenas 25 años. Llevaba una vida agradable, tenía un empleo cool, a su madre...