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En cuanto se levantaron y los rayos de sol golpearon sus rostros, suspiraron tranquilos por sentir el calor del otro. Krist estaba enredado en el torso de Singto, mientras el pelinegro abrazaba posesivamente la cintura del castaño.

Singto suspiró tranquilo al encontrarse con el pacífico y hermoso rostro de su omega, descartando los golpes, Krist era un omega sumamente hermoso y aún le dolía y se recriminaba el haberse alejado de su lado.

Acarició la mejilla amoratada de Krist para después depositar un suave beso en la maltratada piel. Paseó su mano por su rostro hasta percatarse de que aparte de las manchas moradas en su cuello, la marca lucía enferma y descuidada, recordó entonces que su lazo estaba perdido, aunque si la herida no terminó por cerrarse y cicatrizar, entonces no todo estaba tan mal y fue entonces que pudo respirar tranquilo.

Krist fue abriendo lentamente los ojos, pues desde hace un rato sentía las manos de Singto pasearse por su cara y cuello dejando caricias que por poco y lo hacían ronronear encantado. Encontrarse con los oscuros orbes del alfa era algo que estaba anhelando desde hace un tiempo y ahora no podía estar más feliz de volver a estar con su chico amargado.

Rio bajito cuando su nariz fue apretada con delicadeza y después un beso dejado en su mejilla. Más mañanas así por favor, imploraba el castaño abrazando aún más al alfa.

-¿Cómo estás?-Preguntó risueño Krist.

-Bien, bien, no me quejo-Respondió Singto sonriendo coquetamente, cosa que hizo reír aún más a Krist- ¿Cómo estás tú? ¿Te sientes bien? ¿Tienes hambre? ¿Debo preguntar si el cachorro se ha portado bien?-Krist juraba que jamás sintió tanta ternura como en ese momento.

-Tranquilo amor, no tantas preguntas a la vez-Dijo acunando las mejillas del pelinegro- El cachorro está bien, aún me ha mandado al baño a vomitar así que supongo que se ha portado bien.

-Lo siento, nunca he estado cerca de un omega en estado y no sé nada de cachorros, tampoco sé qué debo hacer-Dijo Singto un poco preocupado- Solo quiero hacer las cosas bien.

-Y las estás haciendo, ambos somos nuevos así que yo tampoco sé mucho, aprenderemos en el camino-Krist le dedicó una hermosa sonrisa cuadrada para después juntar sus bocas en un delicado beso.

Las manos de Singto fueron a parar una en la cintura del omega y la otra en su vientre, acariciando la zona con total delicadeza y también como algo que estaba empezando a amar, no podía describir exactamente cómo se sentía, pero la euforia y la alegría de saber que sería padre era clara. Estaba jodidamente asustado, nunca soñó con una familia, pero tener una pequeña partecita suya y de Krist era suficiente para intentarlo. Además ya lo amaba.

-Espero que se parezca a ti-Dijo Singto en cuanto sus labios se separaron- Me encantan tus ojos, así como tu sonrisa, eres realmente hermoso Krist.

El castaño sintió sus mejillas teñirse de rosa en cuanto escuchó aquellos halagos, y no evitó sonreír tontamente y esconder su rostro en el pecho de su alfa.

-No digas cosas a la ligera Singtuan, además, a mí me encantaría que se pareciera a ti-Señaló Krist aún en su escondite- Creo que no te has dado cuenta pero eres atractivo, tu sonrisa también es hermosa y me encantan tus ojos, es como si brillaran y se reflejaran estrellitas en ellos.

Singto rio sonoramente, también un poco avergonzado pero enternecido por la respuesta de su omega.

-Creo que ambos tenemos conceptos de belleza muy diferentes Kit-Dijo Singto besando la cabeza del omega- Mejor dejémoslo así bebé, él cachorro tendrá lo mejor de nosotros y eso lo sabremos cuando lo veamos.

-Bien, eso es tierno-Dijo Krist besando la mandíbula de Singto.

-Lo es, él es mi nueva razón para vivir.

𝕊𝕠𝕝𝕚𝕥𝕒𝕣𝕚𝕠 (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora