🦊 14🐺

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El viento rozó su cara, la luna y la fría noche ya habían llegado. Krist quiso ir a cerrar la ventana, el frío no le gusta, mucho menos si no tiene algo que abrazar.

Cuando se levantó se percató de todo. No era su casa, tampoco su cuarto, se quedó dormido en la silla de la casa de Toptap y no sabía qué hora era.

Los nervios volvieron, le prometió a su madre volver temprano, para no preocuparla y de paso que Leng no tuviera otra excusa para golpearlo.

Con las manos en el corazón, no dudó ni un momento en salir del lugar. A pesar de las altas horas, Krist debía volver o lo más probable en la mañana era un castigo y ya no tenía cabeza para seguir peleando con todo el mundo.

Con cuidado de ser muy silencioso, dobló la manta que Toptap le proporcionó mientras dormía y caminó hasta la puerta.

La noche estaba tan sólida, ¿tanto durmió? Todas las luces apagadas, algunos sonidos extraños se escuchaban desde el bosque y la incesante oscuridad. Nunca le gustó estar solo y la oscuridad jamás fue su amiga, lo pensó dos veces para ir a su casa, sí bien el tramo era un tanto largo, bueno, no muy largo, solo atravesar la fuente y llegar hasta el final de la manada donde él vivía. Casi a comienzos del bosque.

La luz de la sala fue prendida, Krist se asustó y pegó un brinco en su sitio. Toptap veía todo divertido, el Omega parecía un ladrón a quien acabaron de descubrir.

—No te irás ahora. Son las tres de la mañana Krist, en unas horas iremos a tu casa. — Dijo Toptap cruzándose de brazos.

—Prometí estar en casa temprano, mamá se va a molestar, y Leng no tengo idea de qué hará si no me encuentra en casa.

—No te preocupes, lo tengo controlado, o casi.

— ¿Eso es bueno?

—Supongo que sí, tu madre sabe que estás aquí y tu padre aún cree que estás en tu cuarto, yo me encargué de eso.

—Eres el mejor. —Sin pensarlo dos veces, se lanzó en un abrazo al otro chico, segundos después, se separó asustado. —Oh, lo siento.

—No te preocupes. — Toptap le dio una sonrisa amigable, después le acarició sus orejas.— Ahora a dormir.

—Oh claro. —Dijo Krist buscando la cobija que dejó doblada.

— ¿Qué haces?

— ¿Voy a dormir supongo?

—No tonto, aquí no, tengo un cuarto de invitados. No podía moverte así que te dejé en la silla.

—Gracias.

—No te preocupes, somos amigos ¿verdad?

— ¿Lo somos? ¡Perdón! Digo ¡lo somos!

Una pequeña risita soltó Toptap, para después conducir a Krist al cuarto de invitados, aquella estaba frente al cuarto del Omega, por lo tanto como le indicó Toptap, sí necesitaba algo, no dudara en pedir.

Apenas tocó la cama el sueño volvió, y como no, si durante una semana el sueño era algo que no pudo conciliar, ahora con algo de incertidumbre, cayó en los brazos de Morfeo.

Singto

"Es lo que más quiero en éste mundo"

Pendejo, soy el ser más pendejo que éste mundo. Casi quise golpearme cuando lo dije, primero digo que fue un error besarlo y luego esto.

La cara de Krist, su mirada triste, las primeras lágrimas, todo me pone triste, tuve el impulso de abrazarlo, pero no, de seguro me odiaría más por eso, entonces solo me mantuve quieto, verlo llorar no lo tolero y mucho más si fui yo quien lo provocó.

𝕊𝕠𝕝𝕚𝕥𝕒𝕣𝕚𝕠 (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora