「可ピツぉ 13」

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17 de Marzo del 2021

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•「No return」•

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Luego de lo ocurrido la última vez, el pelirrojo se dispuso a no escuchar aquella molesta voz, si bien tenía algo entendido, ello era que intentaría por mucho que Katsuki no se incomodara para evitar otro tipo de situaciones donde perdía el control de pronto. Quería que ambos estuvieran tranquilos, sin problemas de por medio, como cualquier relación, quería mantenerse cuerdo, al menos que uno de los dos fuera lo suficientemente maduro para evitar más discusiones.

Y así fue al menos en el transcurso de la semana, poco a poco las marcas en el cuerpo de Eijirou empezaban a desaparecer, poco a poco su piel empezaba a recuperar su color natural; los celos del rubio cesaron luego de notar la diminuta cantidad en la que el pelirrojo salía del departamento, manteniendose por completo en casa esperando solo porque Bakugo regresará.

El intentaba de a poco hacer cambiar a Katsuki, pero si somos sinceros, uno no puede cambiar a una persona que no ve nada malo en sus acciones.

── Es hora de irme, duerme un poco más.── se despidió el rubio dejando suaves besos sobre la oreja del pelirrojo, esas pequeñas acciones eran de las cuales más solía encantar a Eijirou, sus despedidas por las mañanas mientras aún lo dejaba descansar sobre la cama.

── Suerte..── respondió con un tono suave en su voz mientras abría levemente los ojos para ver la imagen de su pareja al lado. Verlo calmado sin aquella expresión enojada en su rostro le daba una gran calma, pues poco a poco había terminado por desarrollar un temor por el salvaje Katsuki.

Si era sincero, no sabía si podría resistir otro ataque improvisado, pero trataría solo por el simple hecho de que aún lo amaba.

Que débiles somos cuando queremos más a alguien de lo que nos queremos a nosotros mismos.

Bakugo terminó y se encaminó hasta la puerta para poder irse de la habitación, hecho ello, el pelirrojo volvió a cerrar los ojos mientras intentaba volver a conciliar el sueño, se cubrió perfectamente bien con la sábana y dio un profundo respiro antes de disponerse a dormir. Sin embargo, pasado unos minutos más tarde volvió a escuchar ruido fuera de la habitación, se cuestionó si Katsuki ya se había ido, pero cuando lo vio entrar al abrir la puerta con cierta brusquedad se sentó en la cama de golpe.

Su rostro nuevamente se hallaba enojado y el rostro de pánico se vio reflejado en el de cabellos rojos, ¿que hizo mal esta vez?

El rubio llevaba en su mano derecha el diario que escondió, el diario de Midoriya Izuku.

¿Cómo lo había encontrado?

Podía apreciar con total claridad como las venas se marcaban en la frente de Katsuki debido al enojo, su mandíbula se hallaba apretada y una a una pasaba las páginas con rapidez como si quisiera descubrir hasta lo último que estas contenían.

El pelirrojo volvió a temer por si, por algo que realmente no era suyo.

── ¿Que significa esto?── cuestionó Bakugo sin dejar de mirar el diario entre manos.

── Puedo explicarlo, no pienses cosas que no son.

Eijirou no sabía porque estaba tan enojado, si bien recordaba el contenido de aquella libreta se veía muy bien, al menos en las primeras páginas que leyó, nada salía de lo normal, pero no había terminado de leer el contenido por completo y a juzgar por la parte en la que él se encontraba leyendo, lo que sea que lo haya enojar, se hallaba casi en las últimas páginas.

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