「Orígenes (1/2)」

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—Ay~—me quejé mientras me estiraba—Que bonita mañana~, el sol brilla, los pájaros cantan—miré la hora en mi celular—¡Y SE NOS HACE TARDE PARA IR A CLASES!—exclamé mientras caía de la cama—¡MARINETTE! ¡DESPIERTA!

Marinette y yo habíamos quedado en que haríamos una pijamada un día antes del primer día de clases, como ella vive cerca de mi nuevo instituto, mis padres no tuvieron ningún problema.

—¡¿Que?!—Ella se levantó inmediatamente y algo desorientada, luego, cuando se dio cuenta de la situación, agarró un poco de ropa y fue corriendo al baño.

—¿No se supone que habías puesto la alarma en tu celular?—pregunté mientras buscaba mi ropa en mi mochila.

—Estoy segura de que la puse, no entiendo porqué no la escuchamos— respondió un poco confusa—Puedes revisar que sucedió?—dijo ella desde el otro lado de la puerta.

Yo ya me encontraba revisando su celular desde antes de que ella me lo dijera—Wey, pusiste la alarma a en "pm"—dije mientras empezaba a carcajearme, aunque a mi también me a pasado lo mismo muchas veces.

—Oh, y-ya veo jeje—respondió algo avergonzada mientras salía del baño.

—No hay pedo, a mí me ha pasado muchas veces—dije mientras entraba al baño para alistarme.

—¡Te espero abajo!—gritó la azabache y seguido de esto escuché la puerta cerrarse.

Terminé de cambiarme, mi ropa no es nada extravagante, sólo unos jeans azules, un polo negro y unas zapatillas blancas, mi cabello lo dejo suelto porque hacerme una coleta me llevaría muuuucho tiempo.

Bajé las escaleras y vi a Marinette esperándome—Ya estoy lista—dije, vi a la Sra. Sabine acercarse a mí, la miré y ella me dio una caja de galletas.

—Son por tú primer día, espero que les valla bien a ambas—sonrió mientras se despedía de nosotras.

—Gracias mamá—respondió la azabache mientras se despedía de sus padres.

—Gracias por las galletas Sr. y Sra. Dupain—les sonreí, sus galletas son las mejores y me las están dando gratis, ósea, ¡Que ofertón!

—No hay de qué, pero...—dijo el Sr. Dupain mientras se acercaba levemente a mi—Cuida a mi hija por favor-susurró.

—¡Si señor!—respondí haciendo una pose militar.

Ambos me sonrieron y salí de la panadería encontrándome con la azabache fuera de esta—¿Me regalas a tus padres?—pregunté inocentemente.

Ella sólo se río y avanzamos, estábamos esperando a que el semáforo se pusiera en verde hasta que vi a un señor de edad avanzada cruzando la calle, noté que un carro se acercaba a gran velocidad y por lo visto, no tenía intenciones de detenerse.

Rápidamente ayude al anciano a cruzar la calle, pero me costó mis galletas, no sobrevivió ni una.

Marinette, al darse cuenta de la situación, se acercó a nosotros con cara de preocupación.

—¡Por Dios ______! Están bien?— preguntó la azabache aún preocupada.

—Me encuentro bien—sonrió levemente el anciano—Gracias señorita por ayudarme, tal vez no estaría aquí de no ser por ti—dijo mientras sonreía agradecido, pero luego se mostró apenado—Lamento lo de tus galletas.

—No importa, me alegra que esté bien—dije sonriendo, pero por dentro estaba hecha bolita llorando por mis galletas.

La azabache le ofreció unos macarrones al mayor y este aceptó gustoso.

Oвrα dєl Dєѕtinσ || Chat Noir/Adrien × LectoraWhere stories live. Discover now