XCIX

943 89 11
                                    

Vince.

-Tendrás que cuidarla, no está bien mentalmente-

Esael asiente mientras observa a Amy dormir.

Esael...

Ni siquiera sé si es buena idea tenerlo custodiándola... Ya sé.

Elaboro un antifaz mágico, soplo en su dirección.

Esael no se dará cuenta que lo tiene puesto, pero evitará que Amy pueda reconocerle el rostro lo suficiente como para unir lazos.

Tengo que estabilizarla lo suficiente para poder borrarle los recuerdos.

Solo ella podrá detener a Yureck.

Es su debilidad y su fuerza.

Así que la necesito cuerda para esta misión.

Porque... No podemos amar aquello que no recordamos.

Simón.

Yureck se posa en el suelo.

El fuego azul que hay en sus ojos se expande en sus venas, llega hasta la punta de sus dedos y se materializa en fuego real.

-Mi señor, tenemos que irnos- Din se acerca a mí, Alejandra aparece delante de nosotros generando un campo de energía.

-Tiene que irse alteza, de usted depende el futuro de nuestro reino-

Sin embargo, Yureck no nos atacó.

Abrió sus alas expandiéndolas con todo su esplendor, despegó ignorando por completo todo.

Mi primera preocupación fue que Vince, con su increíble velocidad, no hubiese podido llevar a Amy lejos de aquí, pero no era eso.

Cuando me transformé en lobo para seguir a mi hermano, me di cuenta de la razón real de su furia.

La carreta estaba hecha pedazos, los guardias lycans y vampiros que la custodiaban estaban muertos, el rey Mikael estaba tirado al otro extremo del camino, intentando sobreponerse del ataque pues se movía lenta y dolorosamente.

Antes de atar cabos, me apresuré a llegar a donde el rey, no había señales de mi enfurecido hermano.

-Se la llevó... A la princesa Fara... Se la ha llevado- anunció Mikael.

Amy.

La corriente que recorre mi cuerpo se siente como agua, agua fría que me hace sentir bien.

-Amy, lo que va a pasar ahora es que extraeremos tus recuerdos, desde la boda-

Vince me mira y habla como si de una pequeña niña se tratase.

Niego con la cabeza.

-No quiero olvidar-

Vince me sonríe.

-Siempre eliges las opciones con más dolor, ¿No es así?-

Tomo su mano.

-Por favor... No quiero olvidar-

-No olvidarás, tus recuerdos estarán almacenados en una pequeña cápsula que podrás tomar cuando quieras hacerlo, pero ahora, necesitamos que dejes de mezclar el pasado con el presente-

Lloro, mis tibias lágrimas en todo ese frío... No quiero.

Vince suelta mi mano lentamente mientras me sumerjo.

-Estoy contigo, no va a pasarte nada-

Antes de que mi rostro se hunda, tomo aire.

Recuerdo la Luna brillante, la sonrisa de Yureck, su amor... Sus caricias... Su poesía...

Recuerdo a mis hijos, mi vida en el castillo, mis secretos no abiertos, mis mentiras sin explorar.

Recuerdo sus ojos azules en las noches obscuras cuando estaba llena de miedo, su fuerza en mi debilidad, su paciencia en mi amargura, su gentileza para calmar mis heridas.

Cuando me tocaba con paciencia... Cuando él aún me amaba.

Vince quiere que pelee contra él, quizá quiere que lo mate, pero he tomado mis precauciones.

Él dijo que no podemos amar aquello que no recordamos.

Pero Yureck... Eres lo único que ni con amnesia podría olvidar.

Amor mío...Has sido tan bueno conmigo...

Déjame devolverte una pizca de tu infinita bondad.

E.

Secretos de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora