LXVIII

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Yureck.

-Hermano, al volver deseo que todos vallamos a un viaje, como familia, con Amy y William, Din, Alejandra y Elías-

Acaricio la cabeza de Simón.

-Como el príncipe lo desee-

-Atentos- dice Mikael -Nos acercamos al objetivo-

Veo a lo lejos una gran mansión descuidada.

Hay ruido.

Cómo si hubiese una fiesta.

-Primer ataque en tres, dos, uno- los guerreros se preparan, tanta calma es mala -Ahora-

-¿Pero qué están haciendo?-

Antes de que el primer ataque salga a la línea de fuego observo a Vince Amok quién nos sonríe arriba de un árbol.

-Veo que trajeron toda la artillería pesada-

Señala a las brujas, a los cañones, a las armas que los humanos usan.

Vince baja del árbol.

-¿Y Alejandra?- pregunta mientras la busca con la mirada -¿Se va a perder de la diversión?-

-Vince, no venimos a jugar- respondo de manera cortante.

El hombre saca una sonrisa de tiburón.

-Pero yo sí estoy jugando-

Cuando termina de decir eso baja las manos al suelo, la tierra se mueve bruscamente mientras Vince salta al árbol en el que lo encontramos.

Todos nos mantenemos fijos en lo que él movimiento se disipa.

-Este es el último juego, si se atreven a meterse en mis asuntos, los destruiré-

Vince se pierde entre los árboles.

¿Último juego?

¿A qué se refiere?

Lo entiendo tarde.

El olor dulce que proviene de esa mansión, el ruido.

Cuando el aroma llega nosotros es imposible de controlar.

Omegas en celo.

Omegas ebrios, en celo, sin compañero.

Aquellos a los que si corazón y su razón grita "mate" salen disparados, furiosos por la sola idea de que sea alguien más quien toque su tesoro.

Los vampiros, sedientos de sangre humana corren cuando el aroma de esa sangre en adrenalina y drogas les perfora las fosas nasales.

Mikael niega con la cabeza mientras escapa de sus instintos alejándose de la tentación.

Es una trampa.

Estoy por irme de ese infierno de aromas cuando observo a Simón transformado, su dulzura queda diluida.

Huele a rabia. Corre sin poder controlarse.

Ha encontrado a su compañera.

Simón.

La huelo.

Su aroma a jazmín, su enloquecedor aroma aumentado y tan dulce.

Simplemente me hace ser salvaje.

Anhele el amor todos los días de mi vida, el amor parecía prohibido en el castillo.

Me criaron especialmente para algún día ser el próximo Alpha... Pero en mi corazón sabía que eso no me haría feliz.

Secretos de LunaWhere stories live. Discover now