[05] ▪︎▪︎▪︎ ▪︎/ ▪︎▪︎~▪︎ ▪︎~▪︎▪︎ ▪︎▪︎~~▪︎▪︎

299 49 68
                                    

[Sin editar]

[Capítulo cinco]


Mis ojos estaban plantados mirando el blanco techo, estos últimos días había estado tan perdida en mis pensamientos —que la verdad no son nada—. El sol se asoma por la ventana, animándome a seguir, a levantarme para ser productiva.

Estaba de "vacaciones" y como siempre en mi vida no sabía que hacer, porque todos mis días giraba en torno al ballet y cuando no estaba arriba de un escenario estaba con él.

Moví mi cabeza para intentar dejar de pensar en aquel chico de ojos café. Lo hacía inconsciente y me golpeaba mentalmente por eso mismo, lo quería olvidar, quería seguir con mi vida, pero mi estúpido corazón seguía atado con el suyo y mi mente seguía recordándolo sin que yo pudiese hacer algo para evitarlo.

Me levanté colocándome mis pantuflas rosadas, eran muy cómodas y suaves. Mi celular vibró arriba de la mesita de noche. Odiaba ese sonido, tomé él aparato y vi el nombre de Felix en él.

Estos días habíamos hablado por mensaje, su trabajo lo tenía ocupado, pero sin falta era su texto de buenos días y buenas noches.

Felix era un chico tierno y atento, que le gustaba lo dulce y las películas, prefería el otoño en vez de la primavera porque le daba alergia, le gustaban los gatos, pero nunca tuvo uno cuando pequeño porque su padre era alérgico y ahora con su trabajo no podía cuidar a otro ser vivo aparte de él.

Salí de mi habitación caminando por el pequeño y estrecho pasillo blanco que en sus paredes tenía recuerdos de mi escuela, de mis concursos y de mi familia.

Llegué a la cocina y coloqué el hervidor, mientras buscaba en los cajones de arriba una taza, estiré mi brazo para alcanzarlas y cuando tuve una en mis dedos, la baje. Mis ojos se quedaron observándola junto a esos pequeños dibujitos que tenía; una jirafa azul y arriba de ella un león, mis labios se curvaron sin darme cuenta, tracé las líneas con mis dedos y la inseguridad me golpeo trayéndome a la realidad.

Lo hiciste bien, Primavera. Me recordaba una y otra vez para no dar marcha atrás

Me rehusaba a usar la taza que no me pertenecía, mi mente me decía que la botara, pero mi corazón me suplicaba que la devolviera a su lugar. Frustrada volví a colocar la taza donde estaba y bajé otra blanca sin nada.

Me hice un café y me senté en el sillón celeste de mi pequeña sala, me cubrí con una mantita morada y encendí la televisión. Dejé el café en el velador que estaba al lado mío y tomé mi celular leyendo el mensaje.

"Tengo el día libre"

"¿Te gustaría salir?"

Releí una y otra vez el mensaje pensando que haría, si aceptaba la invitación y salía con Felix y me divertía o me quedaba todo el día en mi casa amargada y angustiada por los pensamientos autodestructivos que eran pan de cada día.

"Claro ¿A qué hora?

Envíe el mensaje y me levanté para dirigirme al baño.

Nunca he sido una persona segura, siempre me comía la cabeza pensando de más, pensando en todos menos en mí, pero de lo único que estaba segura, era que mi baile era maravilloso, mi corazón saltaba de alegría cuando las personas aplaudían de pie al terminar mi presentación. Estaba segura de que era  grandiosa, que arriba del escenario era realmente feliz.

Era un día hermoso. Al salir de la ducha busqué un pantalón café holgado y una polera negra corta, me maquillé con un poco de lápiz labial y máscara de pestañas y mi cabello castaño que algún día fue pelirrojo—pero nunca fue muy claro cómo las chicas que salen en las películas si no un castaño que cuando salía al sol este relucia sus tonalidades rojas—me lo amarre en una cola.

Cuando La Nieve Se Derrita[Terminada] [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora