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[Sin editar]

[Capítulo once]

Todavía no podía asimilar lo que estaba pasando, tenía a la persona que amaba en mis brazos, llorando y aferrándose a mi como su fuera un salvavidas.

—Perdón, solo... solo te tengo a ti, yo... yo —negó sin poder hablar.

—Tranquilo —acaricie su espalda mostrando que esta ahí.

No sé como habíamos terminado en el suelo, él entre mis piernas abrazándome y yo había cerrado la puerta con mí pie. Cuando estaba más tranquilo le pregunte:

—¿Qué sucedió? —no levantó la mirada

—Mí abuela —volvió a respirar—Le dio un ataque al corazón y —su voz se quebró.

—Cariño —lo abracé más fuerte y él gustosamente lo aceptó.

—Su corazón estaba mal, teníamos que esperar que sucediera, yo lo había asimilado y no es lo que más me duele —sentí como apretaba su mandíbula para darse fueras continuar.

—Dan

—No me pude despedir —negó—No lo puede hacer, no estuve ahí cuando murió, le prometí que iba a sujetar su mano, yo no estuve ahí.

Sabia que hacer. Él amaba con todo el corazón a su abuela, era su única familia que le quedaba, después del "accidente de su padre" su mamá lo abandonó y su abuela lo cuidó.

—Estaba durmiendo y no la quise despertar, me fui y yo... no me despedí, la dejé dormir porque pensé que cuando regresara iba a estar en el sillón y me iba a recibir con su voz. Hoy fue el entierro.

Esa noticia me dejó sin poder pensar. Yo no sabía, mí corazón se cayó.

—Perdón —le dijé aguantando lágrimas

No puede apoyarlo, no pude estar con él

Levantó su mirada oscura y sus ojos un poco rojos e hinchado se plantó en los míos aguados

—No tienes porqué pedir pedir ni llorar —secó mis lagrimas—. Aunque duela, la vida es así, nacemos para morir.

—¿No habías llorado verdad?

—Me conoces, tal vez no me daba cuenta que estaba pasando pero no lo podía aceptar, todavía no asimilaba que estaba pasando —confesó

—¿Donde estabas?

—Vagando, caminando por las calles con la mente en blanco y mis pies me trajeron a ti, sin darme cuenta estaba afuera de tu edificio. Creo que todavía estoy acostumbrado a venir a verte cuando tengo un problema.

Dan pasaba la mayoría del tiempo en mi casa, pero cuando tenía un problema se alejaba para pensar y poder colocar en orden sus pensamientos, sin embargo todo cambió cuando fui al estudio y le grité que me contara sus problemas que yo lo apoyaría.

—Disculpa nuevamente, se que no tenemos nada ahora y tal vez estas haciendo tu vida y yo tendría que hacer la mía —soltó rápido

—No me molesta, Dan, sabes perfectamente que cuentas conmigo —tomé su mano y la entrelaza

—Primavera...

Podía sentir el peso en sus palabras, como su garganta y mente dudaban

—Dan...

Nos quedamos mirando sin decir nada, las estrellas que brillaban antes en sus ojos seguían parpadeando con más intensidad, pero los rayos blancos se habían teñido con un poco de azul, sus brillos oscuros me seguían mirando como la última vez que lo vi.

Cuando La Nieve Se Derrita[Terminada] [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora