Cuando La Nieve Se Derrita[Terminada] [Borrador]

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[sin editar]

[Capitulo cuarenta y tres]

Todo iba de mal en peor, el acoso seguía indirectamente y al parecer Dan no se había percatado de las polémicas porque no había dado noticas en sus redes.

Alaska se había regresado a su país por vacaciones, le escribía todos los días contándole sobre las prácticas y ella me mandaba fotos de su familia.

Me alegraba verla feliz. No sabía nada de Ginna y Renata junto con los demás habían dado señales de vida.

Soplé mis manos para que entraran en calor, el otoño golpeaba la puerta tanto que se rompió y el frío entró.

Caminé lentamente colocándome los lentes de sol, a las diez de la mañana el sol golpeaba, y el viento botaba las hojas de los árboles. El Año estaba pasando veloz.

Entré a la cafetería buscando con la mirada al chico de ojos azules.

-Bailí. -movió su mano para llamar mi atención

-Alan -me senté frente a él

-No me saludes así, soy inocente. -se quejó

-¿De qué? ¿De haberme mentido? ¿De haberme ocultado cosas?

-Ok, no soy del todo inocente, pero no te queríamos preocupar, tenías otras cosas más importantes las cuales necesitabas arreglar.

-Piden que confíe en ustedes, pero ustedes no confían en mí.

Bajó su mirada

-Bailí eres mi amiga y te quiero, no haría nada para hacerte llorar o hacerte sentir mal.

-Ok.

-Pero era necesario, habías terminado con Dan y sabíamos que era doloroso, no te queriamos recordar todo lo que hizo porque no era necesario.

Tenía razón, no podía culparnos de mi ruptura cuando yo lo decidí.

-Entiendo, pero no es solo eso, estuviste con Alaska, Rena tuvo novio, Ginna desapareció y nadie me dice el porqué y estoy segura que ustedes lo saben.

-No lo sabemos y lo de Alaska, no era oficial.

-No los puedo obligar a que me cuenten o confíen en mí, pero tampoco esperen que yo lo haga. Tengo ensayo así que me voy -me levanté

-Bailí.

-Nos vemos. -tomé mi bolso y salí tomando un taxi

(...)

-¿Estas enojada? -André se sentó a mi lado

Negué bebiendo mi café

-¿Por qué te quedas callada?

-No quiero hablar.

-¿Por qué? -lo miré-Bueno. Cambiando el tema, ¿quieres regresar al escenario?

-No.

-Entiendo -Asintió-¿Por qué?

-No me siento lista.

-Estamos en noviembre, el tiempo ha pasado demasiado rápido, ¿No crees?

-Si.

-Ha sido veloz...

Vi las hojas caer, estiré mis piernas moviendo mis pies, mis botas negras relucian un poco. Y la brisa era fresca