Cuando La Nieve Se Derrita[Terminada] [Borrador]

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[sin editar]

Los nervios me consumían había llegado el día, hoy sería la exposición de Félix.

—Tranquila, todo estará bien. —masajeó mis hombros

—Estoy más nervioso yo que tú, y es tu exposición. —suspiré

—Yo también estoy nervioso y ansioso por saber que dirás. —se colocó frente a frente

—¿Qué diré? —fruncí el ceño

Asintió

—Me da curiosidad cuando te veas en grande, te veas a través de mis ojos.

Acarició mi mejilla y cerré los ojos disfrutando la sencilla caricia que me trasmitía tanta paz.

¿Me gustaría verme a través de los ojos de Félix? Me mostraría algo distinto, una imagen distinta a la que había crecido, sería buena, no creo que sea tan mala ya que Félix sigue a mi lado.

Tenía miedo que las demás personas me vieran, tal vez no todas pensaban como él, tal vez la mayoría pensaba como mi madre.

Tal vez si era verdad que tenía que estar encerrada en una habitación para que no me vieran, pero una vez que conoces la luz,  te vuelves ambiciosa y deseas tenerla para que caliente un poco más tu alma, cuando viviste todo tu vida en una inmensa oscuridad y llega una persona con una lámpara a alumbrar tu vida, te lanzas desperada.

—Solo queda esperar. —musité

Besó mi frente y sonrió.

—Saldrá perfecto.

—¿Nos vamos?

Asentí

—Los chicos estarán allá junto con mis padres.

Salimos del departamento y nos subimos al auto, Félix mantenía se postura relajada, no se le notaba los nervios, miré su mano que estaba en mi muslo y unos anillos en sus dedos, junto a una cadena delgada de oro, coloqué mi Mano encima de la suya y la apreté, colocando mi cabeza en su hombro. La compañía había contratado a un chófer, ¿La razón? No la sé.

Cuando los bajamos Félix me llevó a la cafetería donde estaban los demás, él tenía que arreglar los últimos detalles ya que faltaban quince minutos para que se abriera la galería al público, se despidió con un beso en la frente y me prometió que iba a regresar por mí.

—Estoy nerviosa —confesé a mi Amiga

—Saldrá todo bien —tocó mi hombro

—Eso mimo me dijo Félix

—Porque tiene razón. —sonrió y el sol llegó a la orquídea que sujetaba su cabello

—Bailí, compraré el cuadro que salgas —Alan me abrazó

—Si te gusta.

—Claro que lo hará —golpeó suavemente mi frente

—Auch. —me toqué el lugar donde me pegó