Capítulo 3 - Pensamientos

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Despierto en mi sala, estoy vestida y tirada en el sofá. Eso significa que lo de anoche no fue un sueño. No fue un maldito sueño.

Es domingo, cuando reviso mi teléfono me doy cuenta de que ya es ligeramente tarde, son las 10:45 de la mañana. Dormí prácticamente 10 horas. Aún me siento desorientada, en serio no puedo llamar a la policía porque podría salir mal pero ¿y si yo no estoy teniendo el contexto adecuado? Puede que ese chico tuviese licencia para usar esa arma, tal vez está en peligro, tal vez tenía miedo de alguien y por eso desconfiaba de mi. No se ve como un criminal o un mafioso, digo... Quitando el arma, se vestía normal, se veía como un joven común y corriente.

Fui a la cocina a comer unos cereales para desayunar, y luego fui a bañarme.

Son las 12:04 del mediodía.

-Domingo...

No tengo nada que hacer, pero no sé si salir. Si esa persona sigue cerca, podría pensar que sí lo persigo. Puede ser que tenga miedo porque alguien lo está siguiendo y no sepa por qué. Tal vez sí quiere defenderse y ya...

Pero qué demonios, yo vivo acá, tengo derecho de salir. Ya se lo dije.

...

Pero no tengo nada qué hacer afuera.

Solamente me paré en mi balcón y empecé a ver a la calle, el cielo, los autos. Los edificios, parte del metro. Suspiré y me froté la cara con las manos. Tengo tantas preguntas en la cabeza, y ni siquiera sé por qué; ¿por qué le tomaba tanta importancia a lo que pasó? ¿por qué no debería hacerlo? Mi vida corrió peligro, pero mi mente no se concentra, intenta buscar respuestas a todas las preguntas que cada vez se multiplican por la confusión. ¿Qué debo hacer? ¿Debo olvidarlo? ¿No debería, cierto? ¿Cómo se supone que debo sentirme?
¿Acaso esta zona se volvió peligrosa? Aparte de él, no he sabido nada al respecto... ¿Debo preocuparme?

... Estuve mucho tiempo pensando, tantas horas que llegó el momento idóneo para almorzar.

Me hice algo sencillo, y me llevé el plato al barandal del balcón para comer allí.

Mientras comía, veía a la gente caminar. Esta zona realmente no es muy concurrida, al menos no de personas. Los autos, sin embargo, suelen pasar bastante en ciertas horas.

El tiempo pasó y terminé de comer. Cuando iba a devolverme, para lavar los platos, lo ví. Ví a Pingo salir de una tienda, como si nada.

Entro en nerviosismo, dejando caer el plato desde el balcón. El sonido del plato rompiéndose y el cubierto de metal contra el suelo llamaron su atención, y volteó a ver a la entrada de mi edificio mientras estaba a punto de agarrar su pistola. Yo, de inmediato, me metí a mi apartamento con el corazón a mil.

Duré así minutos, esperando a que se fuese. Debía limpiar los vidrios rotos de allí, ya que los vecinos podrían enojarse o algún animal lastimarse. Tras pasar ese tiempo, lo hice. Bajé junto a una escoba, una pala y una bolsa de papel. Cuando abrí la puerta de la entrada, lo ví nuevamente. Estaba parado contra una pared, bebiendo un refresco en lata mientras me veía de reojo, pero con los ojos entre cerrados; intenté ignorarlo, pero mis piernas empezaron a flaquear. Me apoyé en la escoba y empecé a barrer todo el desastre que hice, para luego tirarlo en la bolsa de papel. Cuando me dirigía al bote de basura, Pinco se adelantó a mi, botando su lata ya vacía en él. Iba a decir "que extraño, no lleva su arma encima", pero estaba equivocada. Las llevaba detrás de su pantalón.

¿Qué debería decir? ¿"Hola"? ¿"Cómo estás"?

Boté la bolsa, y me quedé viéndole.

-¿Hola...?

-Ten.-Dijo, me extendió la mano con unos billetes.

Estaba confundida. No entendía que ocurría.

-¿Vas a aceptarlo o no?

Me quedé callada, y agarré lo que me daba.

-¿Qué es esto...?-Dije confundida.

-Parte del dinero que te pedí ayer.

"Más bien del que me exigiste ayer."

La cantidad era menos de la mitad de lo que le entregué ayer.

-¿Gracias...? Pihco ¿no?

-Pico. P-i-c-o.

-L-lo siento, Pico...

...

-¿Puedo saber qué haces en esta zona...?

-¿Por qué necesitas saber?-Dijo mientras se me acercaba- ¿Alguien te mandó?

-¡N-no! ¡Hace relativamente poco que vivo por acá!... Es solo que no te había visto antes que yo recuerde.

Aunque no podría olvidarme de alguien que lleva armas a todas partes.

Estuvo apunto de volver a agarrar su arma.

-Nombre completo, edad, apartamento exacto en dónde vives.-Dijo seriamente sacando su arma.

-¡___ ___ ___ ___, 19 años, vivo en el apartamento 44!

-...- Guardó su arma.- Lo que haga por acá no te incumbe, pero creeme que sé cuando alguien me miente. ¡Cómo vea que eres una amenaza no tendré piedad alguna!

Pico tenía el ceño fruncido, pero no sonreía. Realmente no sabía qué decir para apaciguar la situación, que no se sintiese amenazado o algo.

-T-te invito a tomar algo si quieres...

Tal vez así no me vea cómo alguien mala. Pero se quedó en silencio.

-Tengo que ir a buscar más dinero... Si gustas puedes quedarte acá hasta que vuelva...

-...No te tardes...

Uy qué amable el señor. Fui rápidamente a mi apartamento a buscar el dinero, eran las 4:27p.m., no era tan tarde como para ir a un bar, pero que mejor sea a su elección. No quiero contradecirlo.

Bajé, ahí seguía Pico, esperándome.

-Iremos... A dónde tú quieras...

-Camina adelante de mi. Iremos a la máquina expendedora.

-...Claro...

Empecé a caminar, notaba como Pico me observaba muy detenidamente. Definitivamente hay algo que lo vuelve paranoico... Pero aún no sé por qué, no sé ve mala persona...

Tal vez no es el tipo de conocido que esperaría, y no voy a mentir, esto suena ilógico pero realmente me da curiosidad que ocurre, jamás lo había visto antes, y cuando lo veo resulta que parece estar en amenaza constante. ¿Y si algo malo está pasando?

Tengo que descubrirlo.

LIKE A BULLET THROUGH MY MIND (PicoxT/n) [FnF]Where stories live. Discover now