Capitulo 18 - Semanas

381 39 47
                                    

Las costumbres se habrían mantenido bien todo este tiempo: él comiendo en mi casa cuando aparecía, y luego no dejar rastro alguno; pero desde aquella ''reunión'' privada poco había sabido de él de una forma gradual, pero en el suficiente corto tiempo como para darme cuenta de que algo ocurría. Sí, era normal que tuviera su secretismo al desaparecerse, que de vez en cuando nuestros mensajes fuesen con dos horas de diferencia o que no se pasase por sus sitios comunes, pero esta vez era distinto; dos semanas, dos semanas en las que no sabía de él, pasó de mensajes cortos como ''como estás'' o un ''bueno'' sin gramática alguna a no responder, directamente se encontraba desconectado del mundo. No quería ser pesada, no parecer intensa, pero de verdad me comenzaba a preocupar. 

Por más que intentaba concentrarme en otras cosas mi mente solo se mantenía en las clases y en dónde rayos el chico estaría,  unos días desaparecido estaba bien ¿pero dos semana?... Él no haría eso, ni siquiera si se hubiese aburrido de mi ¡por favor, si casi vaciaba mi nevera! No tenía sentido, pero ya no me iba a quedar con los brazos cruzados... O bueno, por lo menos podía intentar, y era lo que los chicos de mi universidad me solían decir cuando les conté mi situación: era mejor intentarlo a no hacer nada y luego arrepentirse. Me ofrecieron ayuda, son muy amables, pero tuve que rechazarla... Conociendo la naturaleza de Pico sabía que sus ¿metralletas? ¿fusiles? lo que sean, fuesen solo por un papel de chico rudo; es que no puedo olvidar el primer encuentro y lo paranoico que puede llegar a hacer, además de lo que pasó el otro día con ese vehículo... Tal vez eso lo había metido en problemas, y esperaba equivocarme.

Pero nunca lo sabría quedándome enrollada entre sábanas. Me cansé. 

—Bien, Pico. Si te hubieses aburrido lo hubieras dicho con tu tonta y cínica sonrisa. — Dije en la soledad de mi sala mientras hacía gestos con las manos.— Si no quisieras que te busque entonces me lo hubieras dicho. Y aún con todo ¡hubieses invadido MI APARTAMENTO PARA COMERTE MI COMIDA! — La paciencia se acabó en el momento en el que me vi desbordada por la duda, ni siquiera había terminado de ponerme mi calzado y ya le estaba gritando al techo como si de verdad así fuese a escucharme.

Era de noche, era su hora de desenvolverse ¿cierto? Entonces, sería mi momento de ponerme en lo mío. Si la policía no era una opción entonces solo quedaba yo, y si algo me pasaba en el proceso... Bueno, por sonsa. Solo era una noche en buena zona por nuestra ahora fresca y nublada Filadelfia ¿qué podía salir mal?

...

ME ESTOY CONGELANDO Y NI SIQUIERA ESTAMOS EN NOVIEMBRE.

Tomando mi abrigo e impermeable, y con llaves en mano, no tardé en salir de mi apartamento, y así, de mi edificio. Quedándome parada por unos cuantos segundos frente a este me puse a pensar por donde empezar a buscar, miré a los lados... Y creyendo que así pensaba Pico, me dispuse a caminar sin rumbo alguno. O eso quise pensar, tampoco me haré la tonta y decir que para nada estaba planeando ir a aquel bar al cual me invitó en nuestra ''primera salida'' no oficial. Caminaba atenta de lo que sea: de cualquier cabello naranja que fuese a resaltar, a cualquier camiseta verde manzana, cualquier jodida arma que pudiese haber en el sitio; pero no había nada, aún cuando había muy poca gente andando no veía a aquel chico extremista ni su sonrisa que siempre dejaba ver ese pequeño espacio entre los dientes frontales. No estaba, aún si hubiese una multitud él siempre resaltaría. Pero no estaba. Y cuando llegué a aquel sitio fue el mismo resultado; no era sorpresa ver que ese cabello frondoso y naranjo no estuviese aún cuando mi pecho así lo había deseado ¿debería sentarme a esperar en ese sitio? ¿no es acaso lo que he venido haciendo todo este rato? ¿qué porcentaje de probabilidad había de que apareciera? Las preguntas pasaban por mi cabeza mientras caminaba a la barra y me sentaba en aquel sitio igual que la otra vez.

Habían algunos chicos que me veían de reojo, pero no por mucho tiempo; a diferencia de las demás, yo llevaba más ropa, no llamaba tanto la atención y eso era bueno, al menos para mí. Una cosa menos con la cual lidiar. Suspiré un momento intentando relajarme, no pensar tanto pero a su vez concentrarme ¿qué debía hacer?

LIKE A BULLET THROUGH MY MIND (PicoxT/n) [FnF]Where stories live. Discover now