Capitulo 6 - Almuerzo

1.4K 184 259
                                    

P.O.V.

Me desperté temprano por la alarma, son las 9a.m.; dormí 8 horas pero aún así me siento cansada por la noche anterior, pero no es nada que un café no pueda arreglar. Yendo a la cocina para prepararme el café, recordé lo de ayer. Tenía que hacer comida para Pico.

En ese momento me alarmé demasiado, no era tarde pero me daba vergüenza traer a alguien a casa, nunca lo he hecho o al menos no de manera "formal". La última vez que alguien estuvo bajo mi techo fue hace 2 o 3 años... En fin, me tomé rápidamente mi café y fui a darme una ducha fría para despertarme aún más. Y lo logré, tras un grito obviamente.

Después de bañarme me vestí, desayuné y toda esa rutina de la mañana. Ya eran las 10 y tantas, me dispuse a pensar qué podría preparar. Ayer compré bastantes cosas, así que podría hacer algo bastante rico. Tal vez una pasta carbonara le gustará, total compré huevos y tocino, mucho tocino. Y queso parmesano, mucho queso parmesano.

Habiendo ya pensado lo que haría, me puse a arreglar un poco mi casa. Realmente todo estaba en orden pero quería que todo se viese bonito y cómodo. Incluso me traje el sillón puff de mi cuarto a la sala, por si gusta de jugar en la videoconsola cómodamente o algo.

Los minutos pasaban lentamente, quería que el tiempo pasase rápido para empezar a cocinar. Salí un momento a la máquina de siempre para comprar unas latas de refresco para él y volví, pero solo habían pasado 35 minutos en ese viaje. Podría haber ido a la tienda a comprar un paquete de refresco en lata completo pero... hubiese sido un camino muy rápido.

No paro de ver el reloj, dando vueltas y vueltas en mi sillón o verificando cada reloj de mi casa para asegurarme de que era la hora correcta; para distraerme me puse a jugar en mi teléfono, pero cuando paré, apenas eran las 11:32 a.m.

Me pinté las uñas, me puse a dibujar, ver series y jugar; y por fin el reloj marcó la 1:20 p.m.

Suponiendo que Pico llegará unos minutos antes, me puse a hervir el agua para poner a cocinar la pasta, y ya a los 10 minutos el agua había empezado a burbujear.

Puse los espaguetis que eran de cocción de 10 a 15 minutos; a los minutos saqué unos huevos y separé las claras de las yemas, después empecé a picar el tocino en trocitos y ponerlo a cocinar con un poco de aceite. Eran las 1:50 p.m., me asomé al balcón pero no lo ví. Espero no lo haya olvidado...

Apagué la llama de la tocineta y la del espagueti. Empecé a sacar los platos, pero primero tenía que mezclar la pasta lentamente con las claras de huevo para estás se cocinacen con el calor de la pasta. Serví en los platos, puse el tocino y pimienta encima de la pasta ya preparada y lista para así llevar los platos al comedor. Iba y venía, con cubiertos y vasos. Y el queso. En eso, escuché un silbido que venía de afuera. Al mirar el reloj, eran las 2:00. Me asomé y lo ví , viéndome directamente con la misma expresión que de costumbre. Ni siquiera sé cómo describirla, no es seriedad, pero tampoco era otra cosa. Es... Pico.

Bajé rápidamente, realmente estaba nerviosa y emocionada al mismo tiempo, al punto de que cuando salí del edificio solamente lo jalé de la mano hasta el ascensor. No le di oportunidad de decir nada realmente hasta ese momento, hasta que me di cuenta. Me sentí apenada.

-¡Lo siento!...

-...Hola.

-¡Hola! ¿Dormiste bien?

-...Supongo que si. Espero hayas cocinado algo bueno.

-Y yo espero que te guste...

El ascensor se abrió, abrí la puerta de mi apartamento y, pues, pasé yo primero por su comodidad.

-¡Siéntete cómodo!-Dije. Pico sorprendentemente cerró la reja y la puerta sin yo decirle nada. -Uhm... El comedor está por aquí. Sígueme.

Caminé hacia el comedor. Pico me seguía mientras observaba el lugar.

-Tu casa es grande.

-Si bueno... Se supone que iba a ser un apartamento de mis padres para fiestas, pero nunca lo usaron. Me lo regalaron a mis 18 años.

-No me cuentes tu vida, crack.

No sé si reírme o quejarme como de costumbre.

-Siéntate, ese es tu plato.-Dije mientras señalaba a uno de los puestos.-Ya te traigo tu refresco.

-Pero qué servicial.

Fui un momento al refrigerador y le traje una de sus latas de gaseosa, cuando volví, lo ví. Cómo la otra vez, sus ojos cerrados, sonriendo con esa expresión de comodidad; comiendo. ¡De verdad le gustó! Eso realmente me hace feliz... Me gusta que la gente disfrute de lo que hago.

Simplemente le dejé su lata destapada al lado de su plato, y me senté en mi puesto para empezar a comer. Demonios, me quedó delicioso. Aunque no le quedaría mal un poco de queso.

Cuando levanté la vista, pude ver esa carita tierna de disfrute. ¿Quién diría que Pico podría verse tan lindo? O bueno, lindo directamente.

Seguí comiendo viéndolo, hasta que se dió cuenta de que yo lo estaba observando.

-...¿Qué quieres?

-Me alegra saber que te haya gustado.

-Ni tanto.

-Tu cara decía otra cosa, niño tonto.-Intenté burlarme de él, noté que se puso ligeramente rojo.

-... Está mejor de lo que pensé. Solo eso. Ahora déjame comer.

-Pero... No le echaste quesito.

-...No lo necesita, está bien así.

Bueno, capaz es mañoso.

Seguimos comiendo, él pues... A veces se hacía el serio pero cada que se metía el tenedor con espagueti a la boca, su expresión tierna volvía a aparecer.

Ni siquiera fue incómodo estar en silencio, con verlo disfrutar de mi comida era suficiente. Terminé de comer, estaba casi llena. A él le quedaban unos cuantos bocados.

A los minutos se los acabó. Se le veía feliz, llenito. Tenía sus ojos cerrados, sonriendo.

Solamente reí levemente y le hablé.

-Ahí quedó un poco más por si te lo quieres llevar.-Abrió sus ojos para verme, pero se quedó en silencio. Yo agarré nuestros platos.-Ya te lo guardo, y traigo postre.

No le di tiempo a responder, tampoco sé si iba a decir algo, solamente me levanté y llevé todo para dejarlo en el fregadero, guardé la pasta en un tapper grande y saqué el postre. Helado y galletas. Puse 3 bolas de helado y unas cuantas galletas clavadas en ellas, para luego llevárselo a Pico.

Él estaba simplemente sentado, viendo hacia abajo sin hacer nada. Le dejé el bowl al frente y me senté en mi puesto, sonriente. Pico no dijo nada, solo empezó a comer sin verme como de costumbre. Decidí romper el hielo.

-¿Te gustó mucho lo que te preparé?

-No estaba mal.-Dijo seriamente, con la boca llena de helado.

-¿Qué vas a querer hacer después de esto?

-Pensé que solo me querrías aquí para atracar tu nevera. Pero ahora veo que quieres volver a molestarme como de costumbre.

-Oye, te preparé comida rica ¿no?

-Me lo debías.-Dijo mientras seguía comiendo.

-...-Me quedé en silencio hasta saber cómo responderle.-Y te sigo debiendo, así que ¿Qué mejor que pasar un buen rato aquí?

No mentiré... Se siente bien tener compañía.

Intentaré que se quede más tiempo.

LIKE A BULLET THROUGH MY MIND (PicoxT/n) [FnF]Where stories live. Discover now