Capítulo 13 - Amable

1K 153 164
                                    


Hemos hablado tanto últimamente, cada día que pasa más es la aceleración de mi corazón.

Él ha empezado a mostrarse... No lo sé, lo siento distinto. Siempre ha sido amistoso, en su modo, pero últimamente lo noto ligeramente más abierto excepto cuando va a trabajar. Últimamente va bastante a trabajar, siempre a horas distintas, a diferencia de cuando empezamos a conocernos; de hecho, nunca iba a hacer labores. Me desconcierta tanto que no me hable al respecto ¿qué tal si hace algo peligroso? No tiene pinta de drogadicto, aparte de los porros, no parece ser narcotraficante. Me aterra, me estresa pensar en qué anda. No puedo evitarlo. Cómo sea, es tarde. Mañana tengo que ir a clases.

Me despedí de Pico, pues andábamos charlando por mensajes, y me fui a dormir.Al día siguiente hice toda mi rutina, me cepillé, me bañé, comí y salí a la universidad.

No mentiré, fue un día algo aburrido. Cuando las clases no son de mi carrera o una materia que me interese es realmente agotador. Las horas pasaron como kilos por mis hombros, y tras finalizar mi último encuentro educativo no pude esperar para ir a casa. Tomé mis cosas, me despedí de las pocas personas que seguían ahí y valían algo para luego salir del salón. Realmente era algo tarde, pero no tanto como para que fuese un atardecer. Fui en mi camino a casa, pero ya no estaba tan apresurada, ya había salido de aquellas cuatro paredes así que ¿por qué no disfrutar un poco de este paseo? Incluso si ya he venido por acá varias veces, es mi ruta común, pero aún así era bastante cómoda.

Conforme iba avanzando, sentía como alguien me seguía, más no veía a nadie tras de mi. Cada vez estaba más inquieta, la calle estaba sola, pero al menos pasaban bastantes autos. Decidí cambiar de ruta, yendo por una dirección más larga intentando evadir aquella sensación que tanta mala espina me daba. Siguió y siguió, pero no tenía miedo ya pues había llegado a una calle con tiendas llenas, hasta que...

-¡AJÁ!

Sentí como me tocó los hombros, y no pude evitar brincar del susto acompañado de un grito. Me giré rápidamente, y para mí suerte, era simplemente el impecable de Pico.

-¿Te asusté?- Preguntó con una sonrisa mezquina en los labios.

-¡B-bastante!...

-Lo siento, no pude evitarlo.

-...¿No se supone que deberías estar trabajando?

-Fue más sencillo de lo que pensé, entonces cuando iba a devolverme te ví y descubrí en dónde estudiabas.-Dijo mientras se encogía de hombros.

-Ah, qué bonito.

-Tu me acosabas primero, no te puedes quejar.-Mientras se excusaba, me dió un toque en la frente que me empujó levemente para atrás. No paraba de sonreír, parecía contento.- ¿Quieres comer algo? Acabo de cobrar.

-Me encantaría, Pico... Pero tengo que estudiar un poco.

-Ugh -Se quejó.- Olvidé que existían las tareas ¿tan importante es?

-Si quiero sacar buenas calificaciones...-Dije con algo de tristeza.- Lo siento.

-¿Es leer de nuevo? ¿No mandan a hacer otra cosa?-Preguntó, arqueando la ceja mientras cruzaba los brazos.

-Pues, si. Pero siempre me encargo de terminar esas cosas de primero.

-Pensaba que era mentira eso de que eras una empollona. Bueno, te propongo un trato.

-¿Un trato?

-Compro algo, vamos a tu casa y comes mientras estudias. ¿Te parece?

Ni siquiera dude ni un minuto en contestar.

-¡Por supuesto!

-Camina entonces, vamos a la panadería.

Asentí con la cabeza y empezamos a caminar unos pocos metros puesto a qué nuestro destino no quedaba muy lejos.

Cuando llegamos, yo decidí esperar afuera mientras él compraba. No tardó mucho, ni siquiera sé que compró, pero esta panadería es tan buena que todo sabe bien. Cuando salió empezamos a ir, y sin yo decirle nada, me quitó la mochila de mis manos y se la colocó en los hombros para así empezar a ir camino a mi casa.

-¿Por qué haces eso?-Pregunté.

-¿Asustarte?

-¡No! Llevar mi bolso.

-Ah... Bueno, creo habértelo dicho antes, pero así no te tardas tanto en caminar ¡Esta mierda pesa demasiado!

-Que conste que lo tomaste tú.

No solo su forma verbal de interactuar conmigo había cambiado, también su postura lo había hecho. Iba totalmente relajado y abierto, manos en la nuca y cara en alto. Todo su lenguaje corporal era tan distinto a como lo era antes. Caminábamos uno al lado del otro sin preocupaciones, como si fuésemos personas con una relación normal. Mientras andábamos, me iba platicando de distintas cosas como el que había hecho, que había saltado desde tal altura y caído con estilo, que había rodado de tal forma; siempre mencionando lo genial que era. También se reía conmigo o de mi. Pico siendo Pico. Aunque también me preguntó bastante sobre mi día, no tenía mucho qué contar.

Tardamos un poco más de mas de la cuenta en llegar a mi casa, nos habíamos tomado el camino con bastante más calma de lo usual entre charla y charla. Finalmente llegamos a mi casa con la misma rutina de siempre.

Dejó el bolso en donde siempre lo dejo mientras yo cerraba la puerta, y cuando fui a la mesa él ya había puesto lo que compró en dos platos. Había comprado exactamente lo mismo que cuando fuimos por primera vez a la panadería.

-También te compré un jugo, no sé si te guste pero pensé que era la mejor opción.-Dijo mientras servía un jugo que parecía ser naranja y se sentaba en la silla que quedaba al lado de la que me correspondía a mi.

Tomé el libro que me correspondía leer, y entonces me senté a su lado para empezar a comer mientras leía. Pico también comía, y leía a mi lado como hizo una vez.

Joder, no me puedo concentrar. Está tan cerca, es tan lindo al comer. Lee conmigo pero parece no entender nada de lo que ocurre puesto que mientras va avanzando línea por línea ladea la cabeza o arquea una ceja. ¿Cómo puede ser tan adorable incluso con su fachada de chico rudo?

Inhalé profundamente y dejé salir mi respiración lentamente, metiéndole mordiscos a mi mini lunch, y así fue como pude concentrarme un poco.

Eventualmente cuando terminaba un párrafo, le explicaba a Pico lo que significaba. Parecía interesado en el tema.

Le quiero dar una cachetada, es demasiado lindo.

Pasó un rato largo y eventualmente llegaba mi descanso, pero honestamente me siento cansada ¿o tal vez es flojera? Pero deseo contarle lo que siento a Pico... Es incómodo mantenerle eso en secreto pero es demasiado pronto. Eso es un gran peso, y es incómodo. Ríe junto a mi, me habla mientras nos recostamos en el sofá, vemos series, nos emocionamos juntos. Convivimos. Estamos juntos. Eso me pone nerviosa.

Llega la noche mientras yo seguia estudiando y él estaba en el sofá. Él solo se queda ahí como si de su propia casa se tratase ¿y eso me molesta? En lo absoluto, podría dormir aquí si quisiera y no me molestaría. Es tan amable últimamente que, cuando llegó la hora de cenar, me acompañó a preparar la comida y a ordenar todo. Mañana tengo clases, será viernes, pero no me preocupa. Es tan raro, tan lindo y amable. "No quiero molestar mucho, me puedo ir" dice mientras volvía al sofá, pero yo le insistía que no. Era tan abierto...

Lamentablemente no pude retenerlo acá, se fue de acá cuando el reloj marcó las 12. Pero seguimos hablando por mensajes, reía a carcajadas por sus ocurrencias y las cosas que me pasaba.
Me gusta, si, odio ese sentimiento, si, pero a su vez no puedo evitar pensar en lo bonito que se siente tener estos sentimientos.

Quiero darle una sorpresa pronto, quiero decirle un día de estos lo que siento de la manera más casual posible, no creo que eso arruine lo nuestro ¿cierto? Basta de pensar eso. Sé que puedo hacerlo.

LIKE A BULLET THROUGH MY MIND (PicoxT/n) [FnF]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora