Capítulo 12 - Su dormir

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-¿Pico?

-¿Si?

-¿Quieres quedarte?

Ok, eso totalmente sonó extraño.

-¿Perdón?-Me vió, extrañado, como si no entendiese a qué me refería. O tal vez, alarmado. Es tan difícil leer su rostro.

-No me mal intérpretes. Es tarde y puede ser peligroso, y...-"joder, busca una mejor excusa".-Aún nos queda más botella, idiota.

-Ehh ah.-¿Qué dijo?-Si, claro. Pero nada es peligroso para yo.

Se tiró al sofá, y noté como no tenía sus armas en su pantalón. Era tan... Extraño. Sonreía, e incluso estaba riendo, a veces con sus cejas fruncidas y a veces el ceño relajado. Me dijo que buscase otra botella, demonios ¿Cómo podía beber tanto? Realmente no quería que lo hiciera, era contraproducente, así que cuando fui al almacén busqué una botella de ron ya empezada. Era una botella que una buena compañera me dio tras ella tener una terrible resaca, supongo que desde ese momento odió el alcohol. Tomé la botella y mezclé su contenido con agua, pero para cuando ya había vuelto él estaba rendido en el sofá, incluso había volcado el bowl de palomitas que sobraban las cuales ahora se encontraban regadas encima de él y del suelo. Estaba totalmente noqueado.

Me dirigí a mi cuarto en búsqueda de una cobija y luego lo cubrí con ella por si llegaba a darle frío. Ya estaba usando un cojín del sofá como almohada, así que no le haría falta una pero... Por si acaso, también le di una de las mías. Tal vez debí decirle dónde quedaba el cuarto de invitados, aunque creo que hubiese dado el mismo resultado.

Fui a mi cuarto, y pasé el pestillo de la puerta. Lo quiero mucho pero... Es Pico, es inestable y tiene problemas, no es seguro por completo. Es mejor prevenir. Me eché en cama sin siquiera cambiarme, y caí a los brazos de Morfeo rápidamente.

Al día siguiente, desperté por el sonar de mi alarma. Estaba cansada, desorientada, iba a necesitar una taza de café para despertarme por completo. Fui al baño a lavarme la cara y luego quité el pestillo para abrir la puerta, y fue cuando recordé lo de la noche anterior con claridad; estaba un poco inquieta al saber el estado de mi sala tras lo que ocurrió, así que fui rápidamente a arreglarlo todo... Pero no había nada para arreglar. Todo estaba perfecto, no habían palomitas tiradas, vasos derramados ni botellas regadas. Lo único que estaba fuera de lo normal, era la cobija, la cual está a arrugada en el sofá, y la almohada que estaba en el suelo.

La tele estaba encendida, pero no veía a Pico en ninguna parte. Revisé todo, las llaves estaban en su sitio, la puerta estaba como ayer y el balcón era alto, no iba a poder saltar y salir ileso. Estaba empezando a preocuparme, estuve a punto de tomar mi teléfono para llamarlo, pero...

-Ah, despertaste.

Pegué un pequeño brinco, ma asustó pues estaba detrás de mi. Venía del pasillo del baño. Volteé a verle, estaba despeinado y con la ropa bastante arrugada.

-Buenos días.-Dijo.-Tomé una manzana de tu nevera, por si te molesta.

-...Buenos días, Pico.-Dejé mi teléfono en la mesa.-No te preocupes ¿Quieres un café? Yo... ¡Haré el desayuno.!

-Adelante. Yo ahora te acompaño.

Dijo eso mientras se sentaba a seguir viendo la tele, supongo que estará terminando de ver algo. No me molesta, él es el invitado. Fui a la cocina, bebí un vaso de agua y empecé a prepararlo todo. Encendí la cafetera para que se fuese haciendo el café mientras cocinaba, planeaba hacer unos panqueques con un combo típico americano de huevos y tocino.

Ya habiendo hecho la mezcla, la bertí en el sartén y fui preparando lo demás.

Para cuándo Pico vino a la cocina y se había sentado en la isla, su plato estaba prácticamente listo.

LIKE A BULLET THROUGH MY MIND (PicoxT/n) [FnF]Where stories live. Discover now