Capítulo 5 - Encuentro

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P.O.V.

Estos dos días fueron agitados, agotadores. No pude salir por la noche, es extraño pero antes de conocer a Pico no lo hacía. Realmente es que no tenía a nadie con quien salir así; nadie vive cerca o se anda por acá. Al menos la paso bien con Pico... Incluso casi olvido que me apuntó con una pistola más de una vez.

Es viernes, salí a las 5:45 p.m. para comprar comida tras salir de los cursos y me devolví a 15 minutos para las 7. Cené, me bañé y me volví a vestir, esta vez sí con mi sudadera, quiero salir hoy.

El tiempo se pasó rápido, pues de un momento a otro se hicieron las 7:50p.m., pero aún era muy temprano. Para pasar el tiempo, me senté a pintar en mi caballete mientras oía música; mientras antes termine esta pintura, antes tendré dinero.

Sea como sea, los minutos pasaron junto a mis pinceladas, y con ellos, las horas. Se hicieron las 11:02 p.m. rápidamente, por lo que agarré la bolsa de papas fritas, bajé y me apresuré a ir a donde la construcción y el metro. Ya eran las 11:22 p.m. y ahí lo esperé.
Lo esperé y esperé, y no parecía llegar. Me subí en unas cajas para sentarme en la caja grande de la otra vez y así ver por donde él llegue.

... Y no parecía llegar. Ya eran las 11:43 p.m. y no lo veía cerca ¿Será que hoy no vendrá? Seguí esperando, y empecé a sobrepensar las cosas; ¿Se aburrió de mi? ¿Por eso sabía que no debía venir? ¿Y si algo malo le pasó? ¿Se metió en problemas? ¿Le hizo algo a alguien? ¿Alguien le hizo algo a él? No paran, no paran, no paran, hasta que algo me sacó de mis pensamientos.

-¿No pararás de molestarme, cierto?

Alcé la vista y me di cuenta de que estaba ahí, parado frente a mi. Eran las 12:00 en punto, de nuevo. ¿Siempre es así de puntual?

-Claro, soy tan genial que prefieres pasarla conmigo.

-¡Claro que no!- Le dije.

Cuando lo ví, noté que venía fumando; no un cigarro, si no un porro de marihuana. No me gusta que la gente a la que quiero fume, pero al menos no fuma algo tan dañino como el tabaco. El humo... No me molesta, al menos. Aunque lo tenía prácticamente empezado, lo apagó con los dedos y... ¿Lo guardó? Bueno, ahí cada quien.

-Hey. - Dije para llamar su atención, a lo que volteó a verme.- Traje tus papas, así que no me apuntes que eso es lo que sacaré.

Saqué la bolsa de los bolsillos de mi sudadera, pero incluso habiéndole avisado, llevo sus dos manos hacia atrás de su espalda. Aprovechando eso, le lancé la bolsa a su cabeza.

-Agradece que no estaba abierta.-Dije mientras me aguantaba la risa. Solamente me gruñó.

-¿Y bien? ¿Esta vez no me invitarás a tomar nada?

-¡Eh, ya te traje papas! - Dije-... Además... Ando corta de dinero ahora mismo...

-Adiós entonces. -Dijo dándose la vuelta para irse.

-¡E-espera!- - Me bajé de la caja de golpe, haciendo que cayera mal debido a su altura.

Él simplemente me vio y empezó a reírse de mi.

-Realmente no eres muy inteligente ¿No?

-... ¿Al menos puedo acompañarte un rato?- Intenté ignorarlo mientras me levantaba.

-¿Tan desesperada estás?

-Un poco, si.

La verdad me da algo de vergüenza admitirlo, pero prefiero decirlo a quedarme callada y que se burle más de mi. Él solo volteó los ojos mientras suspiraba.

- Delante de mi. -Señaló con su dedo al suelo frente a él.

-Claro, claro.-Me adelanté a él, y empezamos a caminar.-¿A dónde iremos a todas estas?

-Al bar, niña tonta.

Volteé a verlo.

-¡Deja de llamarme así!

-¿O qué? ¿Te vas a poner a llorar?-Hizo una voz bastante tonta burlándose.

Pero sólo me quedé en silencio. Habiendo llegado a la entrada del bar, me hice a un lado para dejarle pasar.

-Las damas primero- Le dije.

-Jaja, muy graciosa.-Respondió en tono sarcástico.- Ya, entra.

Volví a ponerme frente a él, pero la verdad no me sentía muy cómoda. No porque me molesten las bebidas alcohólicas, las personas ebrias o directamente las personas; si no que Pico no es muy estable, podría alocarse tras tomar de más y eso no suena muy seguro. Será mejor que yo no beba mucho.

Entré y él me siguió. Me apuntó con el dedo unos asientos en la barra, a lo que yo me senté para así seguidamente él sentarse.

El barman se nos acercó.

-¿Qué se les ofrece?-Dijo el hombre que atendía la barra, quien estaba bien vestido con un chaleco y tenía un bigote daliniano.

-Lo de siempre.-Respondió Pico y después me apuntó a mi con el dedo pulgar-¿Tú?

-Esto... Una cerveza suave, por favor...

El barman me sirvió la cerveza en un vaso, mientras que a Pico le sirvió tres shots de vodka y se fue a atender a otros clientes.

-No te creas que somos amigos o algo-Dijo Pico.

-¡Oye!...¡Pues qué lastima porque tú si me caes bien!

-De verdad no eres muy inteligente.

-¿Por qué lo dices?

Pero Pico solo se quedó en silencio y procedió a tomarse un shot. Yo por mi parte iba tomándome poco a poco la cerveza. A los minutos decidí yo hablar.

-¿No tienes nada qué preguntarme?-Pregunté.

-Tal vez. Tal vez no. Quien sabe.

-¡Oye, deja de burlarte de mi!

-¿Por qué decidiste venir voluntariamente?

-¿A verte?

-Mhm.

-Eres lo más interesante que me ha pasado en estas dos semanas, así que... -Pico solo se quedó en silencio, pero rompí el silencio a los minutos.-...¡Y como dije, me caes bien!

-¿Tan sola estás?

-Puede ser.

Tomé de mi vaso mientras lo veía de reojo.

-¿Qué sueles hacer en tu tiempo libre?

-Pues... Suelo pintar, me dedico a crear artes plásticas. Y si no... Escucho música.

-Y ahora vas a molestarme.-Se toma el segundo shot de vodka.

-Hm... Puede ser. -Viéndolo de reojo, ví que se rió muy levemente. Tal vez le estoy cayendo mejor.- Aparte de escuchar música ¿qué más haces?

-Como te dije, salgo. Casi nunca estoy en casa.

-Ya veo...

Me tomé lo poco que me quedaba en el vaso, él se tomó su último shot.

-Tienes suerte, niña tonta. Esta vez yo pago, pero me debes otras papas.

-Otras... Claro.

Es claro que se burla de mi. Es entretenido, de alguna forma lo veo como un hermano molestando a su hermano menor. Es raro, porque solamente nos conocemos de hace poco. Pero bueno, son cosas sin importancia.

LIKE A BULLET THROUGH MY MIND (PicoxT/n) [FnF]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora