Cuatro

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Joel llega a su salón muy confundido.

Sabe lo que pasó anoche, sabe que cruzó el límite con su alumno que además es hijo de Zabdiel, su mejor amigo.

Debería sentirse mal y culpable pero no es nada de eso.

Está feliz.

Folló al joven que tanto ha querido en su cama, cumplió su fantasía y ahora su vida puede volver a la normalidad.

O eso espera.

Admite que la petición de Erick fue muy extraña, con un chico que lo tiene todo podría ser difícil encontrar algo que le haga falta, esa podría ser la razón de su deseo pero no le quita lo raro.

¿Por qué quiere que le diga que es el último si sabe que no es verdad? Joel no está dispuesto a dejar su vida de lado por el capricho de nadie y mucho de un baby boy.

Pero al menos solo lo hizo mentir, no tiene porqué obedecer.

Solo espera que su decisión de cogérselo no afecte las clases, él puede manejar la situación perfectamente pero teme que Erick no lo haga y se haga ideas erróneas.

No le gustaría lastimarlo.

Los alumnos anuncian su llegada y entran rápidamente llenando el salón poco a poco.

Y ahí está.

─Buen día ─saluda Erick─ ¿Puedo pasar?

─Adelante ─permite con una sonrisa.

El menor asiente y toma su lugar en la clase como todas las mañanas, al menos no ha mostrado señales de tomarle importancia por ahora.

Pero tal vez cambia cuando estén solos y es lo que teme Joel.

(...)

El rizado da su clase algo nervioso aunque no lo demuestre, sus estudiantes no causan problemas, han avanzado rápido y todo parece en orden.

Pero algo no cuadra.

Está sentado en su escritorio con su laptop abierta pero no le presta ni la mínima atención, solo tiene en la vista a un chico.

Erick.

Realiza las actividades rápidamente como siempre, su mirada seria y expresión neutra están en su rostro, todo parece normal.

Pero debe ser eso, solo una fachada.

Joel tiene la idea de que tarde o temprano le dirá algo, le recordará lo bien que la pasaron y querrá repetir.

Y aunque él estaría encantado de hacerlo porque el cuerpo de su alumno es una tentación andante no lo hará, tiene que mantenerse profesional y solo folla a sus chicos una vez precisamente para evitar los dramas.

Ese es el problema, no sabe cómo rechazar a Erick sin que se lo tome a mal.

El reloj marca la hora para la siguiente clase de los alumnos así que se pone de pie y se para frente a los estudiantes como siempre que termina la clase.

─Bien chicos, son libres, pueden salir ─permite abriendo la puerta.

Los presentes comienzan a guardar sus cosas en sus mochilas y salen con algo de prisa para llegar a tiempo a sus asignaturas correspondientes.

Joel observa disimuladamente las acciones del ojiverde, parece hacer todo como siempre, parece apresurado pero es normal pues su siguiente clase queda lejos de éste salón.

Aunque no le había prestado atención antes ya tiene muy claro su horario, pero no se había dado cuenta lo mucho que lo conoce.

Er guarda su bolígrafo que es lo único que le hacía falta y se levanta de su lugar, camina a la puerta y mira a su profesor.

─Hasta mañana, profesor Pimentel─se despide cortésmente y sale del aula.

─A-adiós ─responde extrañado.

¿Eso es todo? ¿Un hasta mañana?

Erick es mejor actuando de lo que pensó.

Más de una vez sus amantes le han pedido una noche más, otros cuantos le proponen formalizar un acuerdo a largo plazo y pocos una relación formal sin contratos de por medio.

Por eso no se hace a la idea que Erick no le preste atención, lo más aceptable es que finja para no meterse en problemas.

Hay muchas personas presentes y eso podría delatarlo, borrar su careta de niño perfecto mostrando que en verdad disfruta ser dominado.

Aunque de cierta manera él fue quién lo dominó al inicio más no le costó obedecer después.

(...)

Joel observa por la ventana a su alumno preferido almorzar en una mesa al exterior como hace siempre.

De verdad lo conoce y empieza a asustarse por ello.

El ojiverde no está con nadie, almuerza tranquilo mientras revisa algunas cosas en su celular.

Su celular.

Tal vez esté conectado y le haya mandado mensajes por la aplicación en la que quedaron, se aleja de la ventana a su escritorio, enciende su computadora y entra a la página para verificar.

Su buzón está a reventar como siempre, peticiones tras peticiones, intentos de conversación y solicitudes a más juegos pero ignora todo escribiendo un usuario en específico.

"Er_baby"

Entrar

"Lo sentimos, este usuario no está disponible"

Bloqueó su cuenta.

¿Por qué?

No le ha mandado mensajes, no lo ha confrontado frente a frente ni ha buscado un momento para estar a solas.

¿Qué le sucederá? ¿Tan hábil fingiendo es?

(...)

El maestro Pimentel termina de guardar sus cosas y se dispone a salir de su salón, ha quedado con alguien para ocupar su mente en otras cosas y se le va a hacer tarde.

─Profesor Pimentel─nombran desde la puerta.

Erick.

Claro, esperó a que la mayoría de personas se fueran para seducirlo, está preparado para esto, sabe que decirle para no lastimarlo.

─Erick, adelante ─pide sentándose sobre su escritorio─ ¿En qué puedo ayudarte?

─Perdón por molestar pero mi papá le manda esto —avisa extendiendo un sobre de papel ─presentará a su nueva novia ante sus amigos y quiere que esté presente.

─Oh, es eso ─menciona tomando el papel─ gracias, ahí estaré.

Erick sonríe, da media vuelta y sale de su salón.

¿Qué le ocurre a ese chico?

Joerick: El último (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora