Joerick: El último (Completa)

Siete

Joel navega por la página pero algo no anda bien.

Erick está en línea.

Ayer lo había notado, pensó que solo había vuelto por un rato pero no ha salido, no es que esté conectado todo el tiempo pero si pasa largas horas seguidas.

Y eso no es bueno.

No sabe qué hacer ni cómo comportarse ante esto, no es como que pueda reclamarle algo, a fin de cuentas es un adulto que sabe tomar decisiones.

Y sería hipócrita intentar explicarle si él hace lo mismo.

Así que se encuentra en un enigma, no tiene idea de cómo acercarse a hablar con él sin que suene como un reclamo

Sus alumnos comienzan a llegar pero el que le interesa no lo hace, suele llegar con el resto cuando su clase es más tarde pero cuando toca a primera hora llega antes de tiempo.

Y se empieza a preocupar.

Tal vez quedó de verse con alguien más de la página, quizá ya estén juntos y eso no puede ser.

Porque eso influiría en sus calificaciones, obviamente es por eso.

─Profesor Pimentel, ¿Puedo pasar?-preguntan desde la entrada y al oír la voz su alma descansó.

─Claro, puedes... pasar ─se interrumpe al alzar su vista y no creer lo que ve.

Erick lleva una camisa blanca, no es gran cosa, pero su cabello que siempre ha portado negro ahora lleva un tono gris que de hecho se le ve muy bien.

Su ropa habitual está intacta pero ese mínimo detalle es suficiente para llamar su atención y la de los chicos de su clase al parecer.

Erick entra y se acomoda en su asiento, saca sus cuadernos para comenzar ignorando las miradas de su alrededor.

Joel sacude su cabeza y se acerca a su computadora para buscar el material que ocupará hoy, y está bien, le gusta el nuevo look de Erick.

Pero siente que algo no anda bien.

(...)

Erick pasea por la escuela siendo indiferente como siempre pero se sorprende internamente lo que un cambio en el cabello provoca en las personas.

Él se siente como siempre pero por alguna razón los demás lo tratan diferente siendo más atentos que antes.

No sabe si le gusta o no, navegando por la página notó que uno de los consejos más usados es cambiar tu aspecto a uno más inocente o colorido, eso atraería más personas al parecer.

Y funcionó.

Si antes llamaba la atención ahora lo hace al doble.

Comenzó con cambiar el tono de su cabello para ir poco a poco y si esto logró tan solo con ello no se imagina lo que pasará después.

Porque logró su cometido y esto es solo es el inicio.

No quiere ser obvio y mucho menos rogar, pero le gusta Joel, le gusta desde hace años y es difícil ceder ante la idea de perderlo.

Así que al continuar navegando buscó los anteriores gustos del mayor y se dio cuenta que todos tienen en común ser afeminados, tal vez él no lo sea pero puede aprender.

Y ha dado inicio, Joel le prestó mucha atención y no pudo disimular, es solo el inicio.

Camina por el pasillo y justo quien tiene en mente cruza el pasillo, su cara neutra oculta todo lo que siente por dentro.

─Erick ─nombra el mayor seriamente.

─Diga, profesor Pimentel ─responde calmado.

─¿Puedo hablar contigo un momento? Iba a buscarte de hecho.

─¿Sabe que clase tenía?

─S-sí, no es importante, ¿Puedo hablarte?

El menor asiente y lo acompaña a su salón, como es hora de salir la gente sale dándole una idea de lo que puede ocurrir ahí dentro.

Y le gusta la idea.

Una vez ingresan Joel cierra la puerta, hace que el menor se siente en la silla frente a su escritorio e intenta buscar las palabras correctas.

─Erick, ¿Has hecho algo, ammm, interesante?

─¿Qué?

─Ya sabes, algo fuera de lo común.

─¿Habla de la página?

─Sí, eso ─afirma asintiendo─ es que, no es por involucrarme en tus asuntos pero noté que volviste y bueno, tu cambio de imagen.

─¿No le gusta?

─Te ves muy bien Er pero no sé si te hayas sentido obligado de alguna manera a hacerlo.

─¿A qué se refiere?

─Iré al grano, me preocupa que sigas ahí, está bien tal vez lo veas hipócrita de mi parte pero no tienes experiencia en esas cosas, si quedas con alguien toma tus precauciones por favor.

Erick asiente sin comprender del todo lo que ocurre, esta es una manera de decirle que puede estar con quien quiera, solo que tenga cuidado.

Y no es lo que buscaba.

─Está bien ─accede mirando al suelo─ no he quedado con nadie además de usted, pero gracias de todos modos.