•Amellie Black Lestrange•
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-Eres una chica tan etérea,Black- susurró el pelirrojo para acomodar su cabello -,me vuelves loco-
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Todos los derechos de los personajes pertenecen a J.K. Rowling, excepto algunos añadidos por mi.
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—Vamos,soy tu amigo— insistía Fred.
—Solo nos conocemos desde hace una semana— dijo Amellie riendo —,no somos amigos.
—Me estás rompiendo el corazón,Black.
La chica rió y le dio un trago a la botella de Whisky de fuego.
—Déjala en paz,Freddie— dijo George —Ella se pierde ser nuestra amiga— le sacó la lengua.
Amellie siguió riendo,se había pasado de tragos y todo le daba risa.
—No me van los pelirrojos.
—Por ahora— dijo Fred.
—Eres demasiado obvio— susurró George,recibiendo un codazo de parte de su hermano.
—Y dime Black...¿entonces te gusta pociones?
—¡Me apasiona!— gritó apoyando la espalda en la pared.
—Ah,¿si?— Fred se acercó a la chica.
—Sí...— bostezó.
—¿Tienes sueño?— preguntó de nuevo el gemelo mayor,se estaba interesando demasiado en mantener una conversación con la chica,pero la azabache no entendía sus indirectas,no es como si estuviera en condiciones de entenderlas,al menos.
—Mhmm— Amellie se tocó la cabeza —,un poco— se levantó,pero se resbaló cayendo en el regazo de Fred —Lo siento— se disculpó
Fred se quejó un poco de dolor,todo el peso de la chica cayo en sus piernas,pero se acostumbró cuando la chica apoyó la cabeza en su hombro.
—Llévala a su habitación,Fred— dijo George —Como Sirius nos vea nos mata.
—Sí...— Fred se levantó cogiendo a Amellie en brazos al estilo nupcial —Se ve tierna,¿verdad?
—Sí,se ve tierna— dijo George —Pero podría matarte con sus propias manos si así lo desea.
Fred rió. El gemelo menor se fue a su habitación y Fred llevó a Amellie hasta su pieza. La dejó en la cama y la tapó con las sábanas.
—¿Weasley?— preguntó la perezosa voz de Amellie.
—¿Sí?— el pelirrojo se sentó en la orilla de la cama.
La chica entre abrió los ojos para verlo,estaba realmente guapo en ese momento. Era como si su interior le dijera que lo hiciera,pero no podía...¿o sí?
Cogió el cuello de la camisa de Fred y lo hizo inclinarse para estampar sus labios contra los del pelirrojo.
Fred saboreó el sabor a alcohol y melón que la chica tenía,era como si de sus labios salieran chispas. Se sintió demasiado bien. La chica metió su lengua,y él la aceptó con gusto. Sus lenguas bailaban al son de sus labios moviéndose y sus cabezas girando para encajar aún mejor.
