› ❀⸒ ℳ𝒆𝒛𝒄𝒍𝒂 𝓟𝒓𝒐𝒉𝒊𝒃𝒊𝒅𝒂 - YunSan 【Xie Yun x Tang San】

¹². ❥ ❛❛ Claro del alma, la hierba que se deshace de tus preocupaciones.❜❜

Tang San cargó a Xie Yun hasta su cabaña, sorpresivamente era mucho más ligero que la última vez que lo había intentado. Aunque le pareció extraño, se deshizo de ese pensamiento dando la justificación de que debió tratarse de su estado de inconsciencia.
Inmediatamente lo recostó sobre su cama y susurró algo vagamente en su oído, seguidamente Xie Yun se quedó profundamente dormido.

Durante el tiempo de su descanso, Tang San buscó algunas hierbas entre las pertenencias de A-Sheng y afortunadamente encontró algo que podía servir. En sus manos tomó unas hierbas rosadas con un delicioso aroma a frutillas. Si no mal recordaba, se trataba de una hierba llamada "Claro del alma", normalmente utilizada por A-Sheng para aligerar su estrés. Lo que Tang San no sabía y los libros no contaban es que esta conocida hierba tenía un extraño efecto secundario. Siendo utilizada todo el tiempo para calmar el estrés, su magia curativa tenía un efecto que te obligaba a deshacerte de tus preocupaciones, literalmente. Sus consumidores suelen confesar sus pesares después de ingerir cualquier cosa que contenga este curioso ingrediente, nadie lo había notado por lo que no estaba registrado en ningún lado.

Después de preparar el té, Tang San simplemente esperó a que el otro despierte y pasó el tiempo admirando su rostro. Xie Yun era muy atractivo a sus ojos, pero mirando fijamente, recuerda que no lucía de la misma forma que ahora. Ahora su piel era mucho más clara con pequeños toques rosados y se notaba mucho más suave, incluso brillante. Aunque no le parecía anormal, lograba captar las diferencias y gracias a que han estado cerca últimamente, recuerda que ayer su piel no era de esta manera. Rápidamente un pensamiento se instaló en su mente, había cambiado justo después de haber vuelto milagrosamente a la vida y tal vez se debía al veneno de la araña mariposa del dragón. Sintiendo preocupación, empezó a formar una masa de energía rosa justo igual a la del día anterior, colocó sus manos sobre el pecho de Xie Yun y examinó su cuerpo. Se dio cuenta que todo estaba bien y que ni siquiera había rastro del veneno. En el momento en que planeaba seguir inspeccionando, los ojos de Xie Yun comenzaron a abrirse lentamente hasta que estuvo completamente consciente. Al ver el rostro de Tang San intentó levantarse, pero falló y fue sujetado por los brazos del otro.

— ¿Qué... qué pasó?

— Estabas asustado y te quedaste dormido. Preparé un té para ti.

Tang San se alejó y extendió hasta él una taza de jade verde. Xie Yun sonrió suavemente y la aceptó, dio un soplido y la llevo hasta su boca para beber el contenido. El sabor era exquisito y su fragancia embriagadora, teniendo esta agradable sensación la terminó en menos de cinco minutos y extrañamente sintió una tranquilidad inexplicable. Su cuerpo se sentía ligero y dio un suspiro muy profundo. Tang San estaba sentado en el borde de la cama y lo miraba fijamente esperando algo.

— Gracias... por lo de antes y por el té.

Tang San río con suavidad y agitó su mano para restarle importancia.

— No hay de qué, ¿Te sientes mejor?

Xie Yun asintió con una leve sonrisa y de repente, unas enormes ganas de llorar se apoderaron de él. No sabía por qué, estaba bien hace un segundo y ahora quería ahogarse en lágrimas. Pudo contenerlo con mucho esfuerzo, sin embargo, el nudo en su garganta se hacía más grande y sintiéndose al borde del llanto, suspiró tallando sus ojos.

— ¿Qué sucede?

Tang San se acercó y puso una mano sobre su hombro. Xie Yun cubrió su rostro con sus manos y su vista se nubló. Sin poder resistirse más, un par de lágrimas mojaron sus mejillas.

— Y-yo... no sé qué pasa...

— ¿Algo te está molestando?

Xie Yun levantó su mirada y vio la expresión preocupada de Tang San. Inconscientemente se dejó acoger por los brazos del hombre que tenía al frente, reposó su rostro sobre su pecho y lloró por un largo rato. Tang San lo rodeó de forma protectora y acarició su cabello con suavidad sintiéndose completamente desconcertado. Minutos después, Xie Yun volvió en sí y se apartó. Mantuvo su mirada gacha debido a la vergüenza y dijo en un hilo de voz: