Impulsivo

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Las lágrimas comenzaron a rodar sobre la mejillas de Catra ante la desagradable sensación de hace un rato y de la que ya estaba desde el momento en que abrió esa maldita puerta al llegar, no sabía que estaba pasando ,nunca se había sentido tan intimidada, no desde que shadow weaver la atormentaba en su niñez; comenzó a arañar y golpear la pared del rincón al cual iba cuando se sentía deprimida, molesta o solo quería estar sola con sus pensamientos; su nariz comenzó a detectar un aroma metálico que hizo que saliera del trance en el que se encontraba para darse cuenta que provenía de uno de sus puños, había golpeado varias veces la pared y con tal fuerza que abrió su piel, la felina, aun agitada solo optó por abrazar sus piernas e intentar controlarse del sentimiento que la había invadido, repentinamente un agradable aroma a vainilla y canela se comenzó a percibir en el ambiente con el cual la felina comenzó a tranquilizarse, emanaba paz, la felina con los ojos cerrados intentaba descubrir de donde provenía, un suave toque y una dulce voz que la llamaba la hizo reaccionar, al alzar la mirada se encontró con dos grandes ojos de color azul intenso que la hizo sentirse a salvo, en un acto se abalanzo a la rubia abrazándola por el cuello y escondiendo su nariz en su cuello.

-¿Estás bien? - Preguntó la rubia después de un largo momento de tener a la felina en sus brazos -¿Que paso? nunca te había visto de esa manera... ¿Quieres hablar al respecto? - mientras acariciaba los mechones de la felina, que ya tenía rato sin moverse.

tragando saliva Catra se dispuso a hablar con Adora de los cambios que últimamente le habían estado pasando, sin embargo, algo más había estado llamando su atención, era ese delicioso aroma a vainilla y canela, que con el ligero toque de aquel cuerpo atlético sentía como desde sus adentros un calor se intensificaba, su corazón comenzaba a acelerarse y el sudor se hacia presente, sensaciones ya conocidas, pero no con esa intensidad. Intentaba contenerse lo más que pudiera, pues no era el momento - vamos a la habitación - no resistiendo más tomó suavemente la cara de Adora dándole un beso que se hacia cada momento más apasionado.

No sabía lo que pasaba, ni por que de los deseos repentinos, pero no iba a negarle lo que necesitaba pues ella también lo deseaba, con un rápido movimiento se puso de pie cargando a la felina llevándola hacia su habitación, una vez ahí Adora acostó a la felina en la cama para después quitarse la camisa que ya le estorbaba dejando ver un abdomen trabajado y una piel blanca, posó su manos sobre la cama buscando los labios de Catra con los suyos, lentamente dibujaba un camino de besos hacia el cuello, lentamente comenzó a acariciar el rostro de su novia, bajando lentamente a sus pechos y hasta su cintura, paso su mano por debajo de la camisa para irla subiendo y quitársela, dejando al descubierto esa figura espigada y morena que tanto le atraía; la rubia se quedó de pie observando a la hermosa y perfecta mujer que estaba con ella, se desabrochó el pantalón junto con su ropa interior bajó, quitándoselo junto con las botas con la destreza de sus pies quedando completamente desnuda; la morena al ver tal espectáculo sintió como su temperatura se elevo de golpe al máximo, sintiendo como su intimidad se mojaba, sus pezones estaban tan duros que solían, se sentó a la orilla, pasaba su nariz sobre la piel blanca, disfrutando de ese aroma que emanaba, comenzó a besar y a mordisquear el abdomen de adora, acariciando sus nalgas y piernas, la rubia volvió a recostar a la morena, le quito sus pantalones dejando a la vista la intimidad de su mujer que la llamaba y deseaba probar, pasó su lengua sobre el clítoris sacándole un gemido de placer, lentamente subía su mano hasta llegar hasta hasta sus senos y los masajeaba pellizcando de vez en vez los pezones, introdujo unos dedos en la felina que provocó un ligero arqueo de espalda, sentía como la rubia besaba y mordisqueaba mientras subía nuevamente, un gemido fuerte salió de su boca al sentir la lengua pasar sobre ellos, las caderas comenzaron a moverse cada vez mas rápido, su pierna rozaba con la intimidad de la rubia que dejaba un rastro de humedad, el acto arrancaba gemidos de placer a las dos, terminando en orgasmo y agitación tumbándose la rubia en la cama junto a la felina, la cual de inmediato saliendo del trance del orgasmo, percibió un sabor y un aroma metálico, dejándola un tanto pensativa, miro sus garras las cuales tenían un liquido rojo, se sentó de inmediato en la cama y con uno de sus dedos se limpió la boca para volver a mirar sus dedos, sangre, en su boca y garras - ¿A Adora? - volteando a ver a la rubia, a la cual vio limpiándose los labio con un pañuelo la sangre que salía de sus labios- lo siento, te hice daño- preocupada dirigiéndose a su pareja.

-No pasa nada, hoy fue un poco más... intenso - mientras arqueaba una ceja y dibujaba una sonrisa llena de satisfacción y presionando en la herida que había, hecho los colmillos  de la felina.

-Discúlpame, no era mi intensión - con voz quebrada 

-No, no, no, no pasó nada, no me hiciste daño... considerable- abrazándola con suavidad y dándole un beso en la frente -estoy bien

-¿Segura? cada que te vea me sentiré culpable

-Uy, entonces no me veas la espalda o caerás en completa depresión, jajaja 

-Eres una idiota

-Si, lo soy, fuera de esto, ¿sabes lo que es un Alpha y Omega?

-No lo sé

After...Where stories live. Discover now