Cap 89

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Devastación... ríos de sangre... gritos desesperados... cuerpos sin vida amontonados, las aves de carroña descendiendo en espiral, el olor a muerte inundaba el ambiente a kilómetros a la redonda y una en una pequeña colina la causante de todo con una mirada de suficiencia y una sonrisa orgullosa, rodeada de su guardia, armadura reluciente y aun que con un semblante demacrado exhalaba poder. Adora solo podía observarla de lejos, había intentado acercarse días atrás sin conseguirlo, era preocupante para ella, Catra había bajado bastante de peso, acabas las batallas se aislaba dentro de su tienda, solo ingresaban los capitanes, su guardia y Gina su sirviente personal, de vez en cuando la acorralaba para que le diera informes del estado de la Omega obteniendo siempre la misma respuesta "no lo se y no tengo permitido revelar ninguna información", sentía la urgencia de golpearla hasta sacarle la información que necesitaba, la desesperación la estaba volviendo loca, una voz conocida llamó su atención, Alanna que era la que le daba mas o menos cierta información

-Y ahí esta mi acosadora favorita - Se burlaba la capitana

-¿Como está ella?

-Exhausta... no ha comido como debiera y al parecer tampoco duerme más de dos horas seguidas 

Adora se sentó en el suelo lamentándose, si hubiera sabido que su propio cuerpo la traicionaría en aquel momento

Alanna pudo leer las facciones de la rubia - Tranquila... no fue tu culpa, deja de lamentarte

-Es que... ahora pudiera estarla cuidando como lo prometí y no parecería un cadáver andante

-Pero no puedes... acéptalo, en unas semanas nos uniremos con las fuerzas del Sur, los ejércitos Serafí van hacia el Este... tal vez deberías ir a descansar con tus amigos en la nave

-¡¡NOOO!!... de ninguna manera puedo dejarla

-Esta bien... relájate, solo lo decía por que avanzaremos contra otro poblado, llegaremos a la mitad de la noche

Adora cubrió su rostro con sus manos - No puedo seguir haciendo esto... 

-Son traidores

-¡Son gente inocente! ¿No entiendes?

-La que no entiende eres tú... este vez te apartaré del campo de batalla, descansa 

Las estrellas cubrían el cielo, el viento helado golpeaba las mejillas de los guerreros que ocultos entre la hierba alta y seca esperaba la orden de ataque; un chiflido anunció el acercamiento de la primera línea de ataque en la que iba la Omega a pie con cimitarras a la mano, alzó una de ellas y con un movimiento hacia abajo los guerreros corrieron hacia aquel pueblo, el capitán Beau con un fuerte golpe de sus cuerpo y frente rompió la puerta de madera que se mantenía cerrada, al entrar se percataron que estaba vacío, las cosas solas y en las calles objetos tirados, todo como si hubieran salido de prisa

-Sabían que vendríamos - habló Beau

Catra se mantenía alerta, sus reportes de reconocimiento indicaban que estaban ahí - ¡¡ESCUDOS!! - una lluvia de flechas sorprendió a los guerreros, varios terminaron en el suelo heridos o muertos; las puertas de la ciudad se cerraron dejándolos dentro, varias trampillas se abrieron a los pies de los guerreros de los cuales comenzaron a salir soldados fuertemente armados y protegidos con duras corazas, la felina bufó comenzando el ataque, por fuera los guerreros eran emboscados por soldados, Alanna tomó el control y comenzó la batalla - ¡¡Cuarta línea, abran esas malditas puertas¡¡... ¡¡SAQUEN A LA OMEGA!!- Grandes bolas de fuego eran lanzadas dentro del pueblo, al chocar se expandían encendiendo todo a su alcance, Alanna aulló fuertemente llamando a la otra parte del ejército; dentro una batalla encarnizada se llevaba a cabo con los Lukwo luchando contra grandes lagartos acorazados en los cuales las espadas no podían atravesar, las bolas de fuego golpeaban en las estructuras del pueblo, se expandían e incendiaban a los guerreros y soldados que tocasen; En la estructura de las corazas había un espacio que permitía al soldado mover la cabeza dejando el cuello expuesto,  Catra corría y con agilidad saltaba sobre un soldado acorazado metiendo una daga, salía llena de sangre y segundos después el acorazado caía pesadamente, ordenó que llamaran a los soldados skog de Mali, se requería de agilidad y no tanto de fuerza, un aullido los llamó y con agilidad esquivaban la batalla que se llevaba a cabo fuera, escalaban la muralla rápidamente ingresando al pueblo de un salto, siguieron las indicaciones de Catra que mostraba como derribarlos. Las puertas se abrieron de golpe dejando entrar una ola de guerreros, a las afueras Alanna había destruido  6 catapultas, los soldados se habían sometido, Adora llegaba con las tropas auxiliares, su corazón palpitaba rápidamente, sus ojos se abrieron reflejando el ataque de pánico que estaba a punto de estallar, espoleo su caballo a toda velocidad.

El aire lastimaba los pulmones cansados de Catra, el calor de la batalla disminuía dejando un cuerpo dolorido, su respiración era pesada, los pocos acorazados que quedaban eran derribados lentamente, el fuego consumía las casas, el choque de las espadas se reducía, habían ganado; por la entrada vió a como Adora entraba bajando del caballo a su encuentro        - Tal vez ya es hora de retirarle el castigo - Pensó, sus piernas temblaron, casi pierde el equilibrio ante un empujón en su bajo abdomen, un niño reptiliano con mirada furiosa de escasos 8 años había clavado una espada, Catra lo empujó lejos tirándolo al piso, Deny saltó a él tomándolo del cuello y girándolo quitándole la vida; Adora gritó fuertemente, corría hacia Catra que yacía en el suelo, la guardia impidió el paso a la rubia

-Lo siento, lo siento Catra, no era mi intención

Alanna la giró hacia ella - ¿Que intensión? ¿Que hiciste?

En voz baja  - Mandé una carta a los pobladores... quería que huyeran, no tenía idea de que...

Alanna golpeo a Adora con el puño - Estúpida, tú nos hiciste esto

-Solo quería evitar la muerte de más inocentes

-Nadie aquí es inocente... todos somos guerreros, no hay cabida para la piedad - Alanna apunto hacia Catra - O cosas como esa pueden pasar

-Puedo curarla solo déjenme ...

-¡¡NO!! ... ¡¡Llévense a la Omega de inmediato!!

Adora peleaba para poder acercarse a Catra,  Alanna informaba de la traición

-Catra por favor...

-Por ordenes de la Omega, no puedes acercarte a ella, además de que te mantendrás fuera de la batalla - Alanna con voz fúrica - Tienes suerte de que no haya ordenado tu muerte, yo misma lo hubiera hecho   

After...Where stories live. Discover now