La primera noche

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La Alpha se encuentran encima de Catra, le daba pequeños besos en cada parte del rostro y el cuello, haciendo que riera ya que unos cuantos le provocaban cosquillas - Me encanta tu risa, no me gustaría dejar de escucharla

-Ja, lo dices por lo que acabamos de hacer, seguramente quieres repetirlo, por eso me hace esos cumplidos

-Me gustaría repetirlo sin duda, pero siempre me has gustado - declaraba la Alpha while se recostaba a un lado de Catra sin dejar de mover la cola de un lado a otro.

-Ok, te creeré, soy nueva en esto, dime que fue eso

-¿Qué cosa? - preguntó inclinando la cabeza

-En verdad pareces un cachorrito - le dio un beso tierno - ¿con que me penetraste?

La Alpha se sentó con cara de sorpresa, levantó una ceja y marcó una sonrisa burlona - ¿estas bromeando? - al ver la seriedad de la felina se volvió a recostar y meditó como explicarle - ¿Que te han explicado en Etheria?

-Que el hombre es hombre y la mujer mujer, además allá no se maneja mucho el concepto de Alpha y Omega, los instintos no afloran tanto como aquí y para serte sincera jamás me importó descubrir otros cuerpos, tal vez si los había, no lo sé- dijo mientras se acomodaba sobre el pecho de la Alpha

-Va ... bueno ... básicamente los Alpha tenemos los dos sexos, es como nos reproducimos

Catra se levantó inmediatamente incrédula- Noooo

-Si

Miró bajo la cintura de la Alpha con curiosidad - ¿donde?

-Jajajaja, bueno soy hembra y soy Alpha, ¿sabes? no lo traigo colgando, además como hibrido Lukwo somos la única especie que pueden unirse Alpha con Alpha, así que entre el clítoris y la vagina hay una abertura por donde puedo sacar y retraer el ... pene, al lado de los ovarios están los testículos y pues así, no se nota nada - explicó la Alpha básicamente

-wow, que loco suena eso ... Entonces puedes embarazarte ... ¿puedo verlo? - preguntó de manera burlona señalando bajo la cintura 

- ¿Que? Nooo ... ya me dio pena - dijo mientras se cubría con una cobija- de haber sabido que lo ignorabas hubiera pedido permiso, lo siento

-Anda muéstrame, prometo no reírme del tamaño

-Ja ¿por que te reirías? es grande y acaba de darte uno de tus mejores orgasmos, a de no ser que quieras sentirlo de nuevo

Levantando una ceja y una sonrisa ladina, se sentó sobre la cadera de la Alpha - si, ¿por que no? - comenzó a besar el cuello ya acariciar los pechos, movía su cadera estimulando a la Alpha, lentamente descubrió como un pequeño bulto sobresalía y se ponía firme, con una mano comenzó a estimularlo y jalarlo hacia lentamente fuera, levanto su cadera y comenzó a introducirlo lentamente, comenzó a mover encima de la Alfa sin dejar que la tocara, le gustaba tener el control sobre aquella hembra grande y fuerte, enloqueciéndola; fue subiendo el ritmo, acariciaba el trabajado abdomen, se maravillaba viendo el rostro de su compañera que desbordaba placer, el sudor de sus cuerpos, sería por el celo, las lunas, la droga o simplemente por el deseo acumulado por tanto tiempo, pero estaba disfrutando como nunca lo había echo,Si esto es un pecado entonces que me consuma en el infierno - así como su instinto habló en sus adentros, dejó que el deseo, la lujuria y el calor del momento la consumieran por completo, dejó a la Alpha que tomara el control, que la tomara como le placiera, cada beso, cada mordida y rasguño la elevaba en sobremanera, cada posición en la que la tomaba una y otra vez llegaba al mismo resultado desbordando los límites de la lujuria. Una vez pasado ese frenesí las dos yacían una al lado de la otra en la cama platicando de diversos temas, Catra se había permitido olvidar a Adora y centrarse más en ella y sus necesidades, el silencio se formo entre ellas, la mano de Saca acariciaba la pierna de la felina, ésta tomo la mano y con atención comenzó a observarla, se montó sobre ella y su exploración continuaba -¿Como era posible que algo tan mortífero pudiera dar una sensación tan suave? en ella era diferente puesto que podía retraerlas hasta cierto punto-  su atención se fue hacia las manos de Saga intentando descifrarlo, la acariciaba de un lado y el otro, del hombro hasta la punta de cada garra, ella seguía su juego y se movía conforme la felina quería, el silencio que se formó era tan cómodo y placentero, finalmente pasó la nariz sobre el cuello inhalando ese aroma, se acomodó sobre su pecho permitiendo que el sueño la reclamase.

After...Where stories live. Discover now